Cómo mejorar la movilidad de los ancianos: estrategias y recursos
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Hacerse mayor es un hecho inevitable. Observamos cómo a medida que las personas avanzan en edad, es posible que existan factores que expliquen que su movilidad se vea afectada. Si bien hacerse mayor como hecho no es un aspecto negativo, lo cierto es que si no se toman las medidas y soluciones efectivas necesarias, podría suponer un grave problema para su día a día. La dificultad para caminar es uno de los aspectos más comunes en las personas de edad más avanzada y en este artículo desvelamos cuáles son las causas más comunes que explican este hecho.
Los trastornos neurológicos son uno de los ejemplos más claros
Como indicábamos anteriormente, la pérdida de movilidad es un problema que surge para las personas que pertenecen a la tercera edad. Sin embargo, existen una serie de medidas que pueden mejorar la función, aunque es importante primero conocer cuáles son algunas de las causas que provocan la dificultad para caminar.
Si bien están todas relacionadas con el envejecimiento, existen factores distintos para dar explicación a la pérdida de movilidad. Los cuidadores son conocedores de ello, por lo que no supone un problema si dejamos a nuestros mayores a su cargo. Los músculos, con el paso del tiempo, pierden masa y se ve afectado el equilibrio de los ancianos.
Los trastornos neurológicos son enfermedades que afectan al cerebro y alteran las funciones motrices, provocando pérdida de fuerza, problemas de memoria, mareos o temblores. Respecto a los articulares, encontramos la artritis o la artrosis, que pueden incapacitar a las personas mayores. La osteoporosis también es frecuente, provocando que los huesos se vayan debilitando progresivamente, al disminuir la masa ósea.
Respecto a los pies, también encontramos problemas. Entre ellos, destacan las durezas, los pies diabéticos, pie de atleta o juanetes. En principio, suelen ser leves y no suponen gravedad, pero si no hay un diagnóstico temprano, podría repercutir gravemente. Asimismo, también encontramos problemas en los ojos, como la dificultad al calcular distancias o diferenciar tonalidades, provocando que tengan miedo al caminar.
El parkinson también tiene cabida en este listado desgraciadamente. Afecta notablemente a la movilidad de las personas, provocando bradicinesia, temblor, rigidez muscular o problemas de coordinación. Lo negativo es que puede llegar a ser incapacitante en casos de extrema gravedad.
Gran variedad de enfoques para mejorar la movilidad de las personas mayores
Afortunadamente, existen medidas para mejorar la movilidad de las personas mayores y es importante conocer cuáles son. Lo primero es optar por una dieta sana y equilibrada, con frutas, vegetales crudos y cereales, reduciendo el azúcar y la sal. Asimismo, se deberán eliminar barreras en casa para permitir que los ancianos caminen. Para el baño, es preferible optar por una barra que permita que se sujeten y que tengan andadores o bastones.
Los profesionales sanitarios son quienes mandarán los tratamientos necesarios para mejorar la movilidad. Todo ello a través de terapia física, tratamientos farmacológicos, cirugías o dispositivos de apoyo para que puedan caminar. Con todo ello, se conseguirá que las personas ancianas tengan la calidad de vida que merecen en esta etapa.