Concienciados18 de febrero, 2023
Farmasolidaria: el motor de la acción social farmacéutica en el barrio
En este Concienciados te mostramos en qué consiste esta iniciativa que busca ayudar y dar voz a los que no la tienen.
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Yolanda Tellaeche, ha estado al frente de distintas farmacias comunitarias cerca de 39 años, y aunque se jubiló hace poco no ha roto su vínculo con su profesión porque así lo ha deseado. A lo largo del ejercicio de esta una de las cosas que descubrió cómo farmacéutica es que esta profesión tiene “genes solidarios”, como ella misma dice. “En nuestro comportamiento diario, los farmacéuticos estamos siendo solidarios porque entregamos no solo el conocimiento, también la empatía, la escucha, el saber estar…” Y esta realidad fue uno de los gérmenes que desembocaron en la realización de un proyecto solidario en el que los boticarios y los barrios están unidos de una forma especial: Farmasolidaria.
De esta forma, a lo largo de 2019, Yolanda comenzó con el resto de los fundadores, el desarrollo de esta aventura de farmacéuticos solidarios. Ellos son: Alberto Gómez, licenciado en marketing, Ana Artal, farmacéutica y titular de una farmacia en Zaragoza, y Laura Juste, química. Los tres, junto a Yolanda Tellaeche, forman parte de la junta directiva de la ya registrada como Organización No Gubernamental (ONG). En los orígenes también estuvo la farmacéutica Carmen Torres Vila, que actualmente permanece en el equipo como cofundadora, y que es titular de una botica en Madrid.
“En nuestro comportamiento diario, los farmacéuticos estamos siendo solidarios porque entregamos no solo el conocimiento, también la empatía, la escucha, el saber estar…”
Desde entonces, no ha parado de crecer. La pandemia en cierto modo “les vino bien” porque pudieron reciclarse y saber de primera mano lo complicado que es dar forma y lanzar un proyecto solidario, tal y como comenta a lo largo del reportaje Yolanda. Pero, al final fue posible y para comprobar cómo podría funcionar, en un principio lanzaron dos pilotos durante seis meses en boticas de Madrid y Zaragoza. Algo que les permitió ver qué mejorar y “pulir” detalles.
Y desde entonces no han parado de crecer, ya que están presentes en 17 provincias, 8 comunidades autónomas y más de 60 farmacias.
Experiencias
Ángela González es titular de una farmacia en Villa de Vallecas (Madrid) y es una apasionada de Farmasolidaria. Así lo expresa en el reportaje: “Siempre ha habido una parte solidaria en mí, de hecho me gusta mucho ayudar, y en la farmacia además de tratar con la salud de los pacientes, se pueden detectar otras necesidades”.
Se embarcó en esta iniciativa en el año 2021 y desde entonces ha colaborado con varios proyectos del barrio. Algunos de ellos han sido con Cáritas Diocesiana, la Fundación Pan y Peces y la Comunidad Cristiana de Eben-ezer de Villa de Vallecas, una acción relacionada con la detección de la soledad y, otra, la más reciente, para una familia vallecana que se encuentra en situación de vulnerabilidad.
De izda. a dcha.: Álvaro de Arespacochaga (Pan y Peces), Ángela González (farmacéutica) y Pablo López (Eben-Ezer).
"Para mí Farmasolidaria, se trata de ayudar a la persona de mi barrio, la que cada día viene a la farmacia, se trata de ayudar a los de cerca”, añade Ángela.
Álvaro de Arespacochaga, director adjunto de la Fundación Pan y Peces, ha sido uno los que ha participado con esta boticaria en el desarrollo de un proyecto de la zona y él tiene su propia opinión de esta idea: “La farmacia es un punto muy neurálgico dentro de lo que es un barrio y se desarrolla esa ‘cosa antigua’ en la que nos conocemos unos a otros. A mí por ejemplo me pasa con la farmacia, pero no con otros sitios a los que voy muchos días. Con el farmacéutico desarrollas una relación distinta y creo que es bueno que se involucren no solo con la persona que ven sino con el barrio y con sus vecinos más necesitados”.
“La farmacia es un punto muy neurálgico dentro de lo que es un barrio y se desarrolla esa ‘cosa antigua’ en la que nos conocemos unos a otros".
Por su parte, Pablo López, de la comunidad cristiana Eben-Ezer de Villa de Vallecas, tiene igualmente su parecer al respecto: “Una ONG así es fantástica porque se trata con personas del barrio que no suelen tener voz, que si tienen una necesidad no saben a dónde dirigirse, cómo pueden hacer para conseguir una subvención, y al tratar con ellos directamente sabemos qué necesitan y podemos darle respuesta en el momento. Farmasolidaria sirve de altavoz para estas personas que no tienen voz”.
"Farmasolidaria sirve de altavoz para estas personas que no tienen voz”.
La presidenta de Farmasolidaria, lo tiene muy claro y por eso lanza este último mensaje a todos los farmacéuticos: “Nosotros queremos que el farmacéutico realmente sea el motor de la acción social en su barrio y que sea el catalizador de la unión de las ONG de cercanía con quien lo necesita y con la farmacia. Esto creo que tiene una grandeza inmensa y un futuro que yo deseo para la farmacia. Yo deseo una farmacia en la que lo social acontezca con la misma normalidad con la que transcurre lo asistencial y que lo incluyamos como está incorporado en nuestra vida diaria. A mí me gustaría ver una farmacia comunitaria donde unamos, porque somos nosotros los que tenemos todo para poderlo hacer de maravilla”.