Economía25 de noviembre, 2021
Esteban Domingo, vicepresidente de la RAC, asegura que "nuestros gobiernos no reconocen a la ciencia como motor de economía"
La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales insiste en denunciar el déficit de inversiones en el sector.
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La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC) ha presentado el documento "Declaración sobre la financiación y gestión de la investigación científica en España en 2021". El texto es una continuación de las declaraciones publicadas en 2018 y 2019, tras la interrupción del año 2020 por la COVID-19. A lo largo de este año se priorizó la respuesta a la necesidad de conocimiento científico derivada de esta enfermedad. De hecho, la RAC ha podido constatar en este periodo la enorme vulnerabilidad de la economía española, que, por un lado, depende de sectores (turismo, servicios y construcción) que se ven muy afectados por las crisis coyunturales y, por otro, mantiene un déficit estructural de inversión en ciencia y tecnología, ámbitos de actividad que ayudan a soportar mejor las fluctuaciones del mercado.
Déficit estructural de inversión en ciencia y tecnología
El déficit estructural de inversión en ciencia y tecnología se ha hecho especialmente patente en la búsqueda de soluciones contra la COVID-19. Una muestra de ello son las dificultades que se están encontrando los equipos de trabajo de los doctores Mariano Esteban, Vicente Larraga y Luis Enjuanes, implicados en el desarrollo de nuevas vacunas para la prevención del coronavirus, y que podrían resolver la limitación que presentan las actuales, que previenen los síntomas graves, pero no la infección. La RAC aboga por aprovechar el elevado nivel científico de los equipos implicados en este tema ofreciéndoles los recursos necesarios para llevar a buen puerto sus proyectos.
"La inversión en ciencia produce bienestar económico y reduce los niveles de desempleo y de empleo precario".
La falta de fondos para investigación en España no es nueva. Ya fue apuntada en documentos anteriores. Sin embargo, en la presentación de esta Declaración de 2021, el vicepresidente de la RAC, el profesor Esteban Domingo, ha querido insistir: “Toda la evidencia que hemos obtenido en la Academia de Ciencias, partiendo de varios estudios rigurosos nacionales e internacionales que se citan en nuestras Declaraciones, indican que la inversión en ciencia produce bienestar económico y reduce los niveles de desempleo y de empleo precario. Aun así, nuestros Gobiernos no reconocen a la ciencia como motor de la economía, y no entienden que un país no investiga porque es rico, sino que es rico porque investiga”.
“Toda la evidencia que hemos obtenido en la Academia de Ciencias, partiendo de varios estudios rigurosos nacionales e internacionales que se citan en nuestras Declaraciones, indican que la inversión en ciencia produce bienestar económico y reduce los niveles de desempleo y de empleo precario".
Por su parte, el presidente de la institución, el profesor Jesús María Sanz-Serna, ha ahondado en esta cuestión, apoyándose en las conclusiones del informe "Mathematical Sciences Research: Leading the way to UK economic growth" del Council for the Mathematical Sciences en colaboración con el Engineering and Physical Sciences Research Council del Reino Unido, que evidencian el impacto positivo de las matemáticas en la economía británica (el 10% de empleos y el 16% del Producto Interior Bruto del Reino Unido dependerían de la investigación en matemáticas).
En una extrapolación del estudio a España, se vio que el impacto de esta ciencia en nuestro sistema productivo sería “inferior” al que tiene en Reino Unido, un país que, según Sanz-Serna, “nos aventaja en tradición científica”, lo que nos indica que “podemos y debemos mejorar”. En su opinión, hay que empezar por la educación, ya que “la enseñanza de la matemática en España no es buena, al no centrarse en la resolución de problemas y formación del pensamiento, sino en la memorización de reglas algorítmicas”.
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia
Cabe recordar, no obstante, que esta Declaración se enmarca en un contexto diferente, en el que se prevé la llegada de fondos europeos a España como consecuencia de la puesta en marcha del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). En total, se esperan unos 24.198 millones de euros. La cuestión es, según los portavoces de la RAC, si el uso que se haga de ellos contribuirá realmente a catalizar una transición hacia una economía basada en el conocimiento.
En este sentido, el Ministerio de Ciencia ha anunciado una inversión “sin precedentes” en los Presupuestos de 2022, gracias, en parte, al MRR. "Todo anuncio de aumento de inversión en ciencia es muy bien recibido- según el profesor Domingo-, pero la pregunta clave es si los fondos de recuperación van a servir para resolver problemas concretos, o van a servir para, a partir de esas inversiones, modificar en el futuro el porcentaje del PIB que España dedica a la investigación científica. Es decir: ¿van a servir solamente para reparar instalaciones de nuestro edificio científico y tejido productivo o van a servir también para asegurar el mantenimiento a largo plazo del edificio y del tejido productivo?”.
La RAC cree que los fondos europeos podrían ser útiles para emprender grandes proyectos que resuelvan asuntos clave, como la transición digital, transición energética y ambiental, o el avance en biociencias, entre otros.
La RAC cree que los fondos europeos podrían ser útiles para emprender grandes proyectos que resuelvan asuntos clave, como la transición digital, transición energética y ambiental, o el avance en biociencias, entre otros. Sin embargo, tienen dudas de si servirán para impulsar la investigación básica, pilar fundamental para que ese cambio de modelo productivo que dé lugar a una economía moderna y basada en el conocimiento, así como la innovación verdaderamente disruptiva. También se cuestiona si llegarán a las pequeñas y medianas empresas, o los acapararán las grandes e igualmente si contribuirán realmente a reforzar organismos estatales, como la Agencia Estatal de Investigación (AEI) o los organismos públicos de investigación (OPIs), y si ayudarán a amortiguar la pérdida de personal investigador fijo que se ha producido en España en la última década.
Una buena forma de garantizar la adecuada orientación de los fondos sería, según plantea la Declaración de 2021, que estos se coordinen con la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación para 2021-2027, a la que confieren un papel crucial para renovar el sistema de I+D+i en nuestro país. Recuerdan, en esta misma línea, que un total de 61 entidades públicas y privadas firmaron el pasado mes de febrero un documento en el que reclamaban un Pacto por la Ciencia, que traiga consigo un incremento de financiación, de autonomía en las agencias financiadoras, la consolidación de las carreras científicas y la recuperación del talento, entre otras medidas.
Formación y transferencia tecnológica
Dejando a un lado la cuestión financiera, la RAC ha querido llamar la atención sobre un par de aspectos que considera relevantes para el sistema de ciencia español. Por un lado, está la reducción de la brecha digital. Concretamente, hablan de mejorar la competitividad de nuestras empresas a partir de la introducción de tecnologías habilitadoras, para lo cual proponen, por un lado, la formación del empresariado, especialmente de los pequeños y medianos, para que aprovechen todo su potencial, y, por otro lado, la formación de los trabajadores, de modo que puedan desarrollar sus competencias en el nuevo contexto productivo, que es más digital y tecnológico. Para ello, proponen que la formación sea reglada y que abarque todos los niveles educativos, siguiendo el ejemplo de algunos de los países más avanzados del entorno.
"Es necesario realizar proyectos conjuntos de corta duración para comprobar la prueba de concepto antes de pasar a la producción".
En paralelo, llaman a incentivar la actividad de transferencia tecnológica desde la academia hasta las empresas. A este respecto, apuntan que, aunque en las universidades y los centros públicos de investigación españoles se han obtenido muchos resultados susceptibles de aplicación directa en el mercado, es necesario realizar proyectos conjuntos de corta duración para comprobar la prueba de concepto antes de pasar a la producción. También proponen orientar más la actividad del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) al apoyo y la ayuda a la investigación pública, ya que hasta ahora habría estado más volcado hacia las empresas, así como fomentar la creación de agencias de innovación, sirviéndose de ejemplos como el de la Agencia Valenciana de Innovación, de la que destacan su buen hacer.
“En otros países hay más interacción entre el mundo académico y el empresarial, y las actividades de transferencia son más reconocidas que en España".
En este punto, en la Declaración se subrayan los posibles beneficios de un mayor reconocimiento a la actividad de transferencia que realizan los científicos del sistema público, en forma de acreditación. “En otros países hay más interacción entre el mundo académico y el empresarial, y las actividades de transferencia son más reconocidas que en España. Una manera de cambiar esto en nuestro país sería aumentar la valoración que tiene contribuir a la transferencia de conocimiento al juzgar los CV de los investigadores, que actualmente se mide principalmente por publicaciones y patentes”, ha concluido Domingo.