Farmacia22 de febrero, 2023
El Cgcof propone modelos colaborativos y redistribución de recursos para mejorar la asistencia integral a la salud mental
El Consejo General ha presentado el estudio ‘La salud mental en España’ con datos y propuestas de mejora.
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El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha celebrado el I Foro de su Consejo Asesor Social bajo el lema "El abordaje integral de la Salud Mental, una asignatura pendiente". Un evento que ha tenido lugar en la Fundación Ramón Areces y durante el que se ha presentado el estudio “La salud mental en España”.
Con este informe se pretende arrojar luz y aglutinar en un mismo documento los datos disponibles sobre la prevalencia, causas, factores de riesgo, sistemas y recursos de atención asociados a los problemas de salud mental, así como varias recomendaciones para su evolución y mejora.
El estudio lo ha promovido el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, y es el resultado de un trabajo de investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona y de la colaboración de las 15 organizaciones que constituyen el Consejo Asesor Social de la Profesión Farmacéutica, representativas de los distintos colectivos de la sociedad civil.
Causa de pérdida de vida saludable
La Organización Mundial de la Salud estima que en 2019 casi 1.000 millones de personas estaban afectadas por algún tipo de trastorno mental y que, para 2030, éstos será la primera causa de pérdida de vida saludable. “Estos datos ponen de manifiesto la necesidad apremiante de actuar”, ha manifestado el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, durante la inauguración. Asimismo ha señalado que “la participación de los 55.500 farmacéuticos comunitarios en la educación sanitaria, la prevención e identificación de factores de riesgo y primeros síntomas puede ser clave para afrontar el gran reto de la Salud Mental”.
“La participación de los 55.500 farmacéuticos comunitarios en la educación sanitaria, la prevención e identificación de factores de riesgo y primeros síntomas puede ser clave para afrontar el gran reto de la Salud Mental”.
Ximena Goldberg, profesora de investigación del Instituto de Salud Global Barcelona ha presentado los aspectos principales del estudio. Entre las conclusiones expuestas ha destacado que “existe un amplio consenso sobre el conjunto de los determinantes que afectan a salud mental, sin embargo, no ha sido hasta hace poco que se ha reconocido su altísima prevalencia en la población española. La violencia interpersonal, el desempleo, estilos de vida poco saludables o la soledad, entre otros, son factores de riesgo muchas veces modificables y prevenibles, para lo cual es fundamental ahondar en la perspectiva comunitaria de los servicios”.
A su presentación, le ha seguido la mesa debate "Continuidad asistencial frente a los grandes retos en salud: abordaje integral de la Salud Menta"’, moderada por Gonzalo Fanjul, director de Análisis de Instituto de Salud Global de Barcelona, y en la que han intervenido Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carmen Quintanilla Barba, presidenta de Afammer, Fátima Cabello Sanabria, subdirectora del área de salud de Cruz Roja Española y Virginia Carcedo, secretaria general de Fundación ONCE. Entre los temas tratados han destacado la necesidad de impulsar nuevas propuestas y desarrollar modelos de atención adaptados a las necesidades de las personas con algún tipo de trastorno o problema mental.
Decálogo
Asimismo, a partir del estudio desarrollado, el Consejo General ha creado un decálogo que propone mejoras para garantizar un sistema de atención salud mental de calidad, y que se resumen en las diez siguientes:
1. Integrar la salud mental en la atención primaria y comunitaria
Crear y fomentar modelos organizativos que prioricen y permitan la integración de la salud mental también en la atención primaria y comunitaria, que faciliten la implantación de acciones preventivas, así como una respuesta rápida ante los primeros síntomas.
2. Promover modelos colaborativos entre niveles asistenciales y entre profesionales sanitarios y no sanitarios
Promover modelos sostenibles y colaborativos de atención a la salud mental para maximizar el uso de los recursos existentes por medio de la inclusión en los circuitos de atención de los profesionales sanitarios de diferentes niveles asistenciales (medicina, farmacia, psicología, enfermería, etc.), y de profesionales no sanitarios que pueden tener un impacto en la salud de las personas (ayuntamientos, escuelas. empleadores, etc.). Estos modelos incluirán prácticas y protocolos de intervención compartidos y consensuados, con el fin de incorporar a todos en la detección y seguimiento de los problemas detectados.
3. Aumentar la formación y capacitación de todos los profesionales en Salud Mental y en prácticas colaborativas de asistencia
Capacitar y apoyar iniciativas de formación de toda la red de profesionales que pueden participar en el ámbito de la salud mental no solo en una formación específica y en emergencias, sino también en la implementación de prácticas colaborativas y en la integración de prestación de servicios en las intervenciones farmacológicas y psicosociales adecuadas a cada problema.
4. Alcanzar un reparto equitativo de recursos entre Comunidades Autónomas que refleje las necesidades poblaciones reales en términos de incidencia, prevalencia, riesgo y tratamiento.
Revisar la distribución actual de los recursos entre y dentro de las Comunidades Autónomas teniendo en cuenta los objetivos prioritarios planteados en la Estrategia Nacional con el fin de alcanzar un reparto equitativo que refleje las necesidades poblaciones reales en términos de incidencia, prevalencia y riesgo, además del tratamiento.
Las áreas rurales, por el contrario, cuentan con una estructura medioambiental y social beneficiosa para la salud mental, pero enormes dificultades para acceder a la red de atención y asistencia.
5. Reducción de la brecha entre lo rural y urbano.
Reducir las desigualdades en términos de salud mental entre los entornos urbanos respecto a los rurales. Las ciudades, donde se espera que viva hasta un 70 % de la población, son un nodo donde se multiplican los riesgos asociados a las desigualdades socioeconómicas. Las áreas rurales, por el contrario, cuentan con una estructura medioambiental y social beneficiosa para la salud mental, pero enormes dificultades para acceder a la red de atención y asistencia.
6. Integrar en los procesos asistenciales de salud mental a la Red de Farmacias como una red centinela y sensores fundamentales para la derivación a los servicios de atención primaria o especializada, así como para la optimización y uso responsable de los medicamentos y la mejora de la adherencia terapéutica.
Identificar signos y síntomas, ofrecer consejo y educación sanitaria de promoción de la salud, detectar situaciones de vulnerabilidad y reforzar la implementación de las campañas de prevención de problemas graves de salud mental, incluido el suicidio, pasa inevitablemente por el contacto directo y continuado.
Identificar signos y síntomas, ofrecer consejo y educación sanitaria de promoción de la salud.
La red de farmacias constituye un sensor fundamental en este sentido para la derivación a los servicios de atención primaria o especializada, así como para la optimización y uso responsable de los medicamentos y la mejora de la adherencia terapéutica.
7. Poner especial Foco en grupos vulnerables.
Poner especial Foco en grupos vulnerables. Prestar especial atención a los colectivos más vulnerables (jóvenes, de 15 a 24 años, y mayores de 60 años) y a las personas dependientes. Estos tres grupos, por sus características y casuísticas, requieren de acciones específicas de planificación anticipada, prevención y asistencia.
8, Incorporar herramientas de e-health para hacer más eficientes los procesos de asistencia.
Incorporar herramientas de e-health en procesos asistenciales especializados, podría ser útil para reducir los tiempos de espera, disminuir la probabilidad de avance de los síntomas, y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Organizar acciones que aborden los desafíos en salud mental, que sean resultado de procesos de consulta interdisciplinar (incluyendo actores clave representantes de realidades diversas) y de información confiable y local.
9.Establecer mecanismos de planificación anticipada.
Organizar acciones que aborden los desafíos en salud mental, que sean resultado de procesos de consulta interdisciplinar (incluyendo actores clave representantes de realidades diversas) y de información confiable y local. De esta manera será posible desarrollar evidencia generalizable sobre qué funciona y qué no, llevando a cabo intervenciones sistematizadas que incluyen monitorización del cambio y construcción de estrategias de prevención primaria. Por la implicación que los determinantes de salud tienen sobre la salud mental, en la construcción de estas estrategias de prevención primaria se debe incorporar la perspectiva sanitaria y la no sanitaria (género, vivienda, desarrollo urbano, rural educación y comunidad).
10. Crear sistemas de evaluación sistemática y centralizada de los problemas de salud mental
Crear sistemas de evaluación sistemática y centralizada, que permitan detectar la presencia de problemas de salud mental y su seguimiento, no solo en base a registros sanitarios, sino por medio de encuestas periódicas y creación de recursos destinados a vigilancia epidemiológica en términos de salud mental.
Por último, es clave la revisión de la Estrategia Nacional de Salud Mental con plazos preestablecidos y una clara identificación de los actores y las redes de consulta disponibles para la toma de decisiones con el fin de mantener viva esta estrategia. Debe definirse una asignación presupuestaria específica a salud mental.