La fotoprotección debe estar presente todo el año, pese a que una gran parte de la población aún lo desconozca.
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Con la llegada del buen tiempo, parece que la población toma una mayor conciencia de que es necesario protegerse del sol porque considera que solo debe hacerlo solo durante el verano. Sin embargo, este es uno de los mitos más frecuentes sobre protección solar, pues los dermatólogos aseveran que esta debe realizarse durante todo el año.
La doctora Estefanía Arredondo, directora médica del laboratorio Olyan farma, asegura que la preocupación con respecto a este asunto no debería centrarse solo en el periodo estival. “Esta tendría que estar presente a lo largo de todo el año, pues cuanto menos sol percibimos, menos nos protegemos y más se acumula en nuestra piel. Este efecto acumulativo es incluso más perjudicial, al estar relacionado con la aparición de lesiones premalignas como las queratosis actínicas, o malignas como el melanoma”, explica.
"Cuanto menos sol percibimos, menos nos protegemos y más se acumula en nuestra piel".
Fotoprotección todo el año
La fotoprotección debe estar presente todo el año, pese a que una gran parte de la población aún lo desconozca. “Debido a la falsa creencia de que el sol que recibimos durante el invierno no es perjudicial, los filtros solares se emplean menos o no se usan, dejando que se produzcan los efectos nocivos del sol sobre nuestra piel”, añade la doctora.
“Debido a la falsa creencia de que el sol que recibimos durante el invierno no es perjudicial, los filtros solares se emplean menos o no se usan".
Si bien es cierto que en verano “las horas de máxima exposición solar aumentan y la cantidad de radiación recibida es mayor, pero ello no hace que sea menos importante proteger la piel durante los meses de invierno, aplicando protección solar diaria en las zonas expuestas, como el rostro, con protección SPF 50, así como preparar la piel desde los meses de la primavera y durante los meses de máxima exposición solar mediante complejos vitamínicos adecuados y específicos que actúen como quelantes de radicales libres, manteniendo así la piel protegida y previniendo el fotoenvejecimiento”.
Factor de protección
En cuanto al factor de protección, la doctora indica que este hace referencia al tiempo que nos protege. “Para calcularlo solo hay que multiplicar ese tiempo en el que la piel podría estar expuesta al sol sin quemarse por el factor de protección solar de la crema solar que utilices. De esta forma, si la piel de una persona puede estar 10 minutos expuesta al sol sin quemarse y la crema solar es FPS 50, esto nos daría un resultado de 500 minutos de exposición solar segura (10 minutos x 50 FPS = 500 minutos de protección)”.
Cuanto más alto sea el índice de protección no significa que proteja más, pero sí lo hace durante más tiempo.
Estefanía Arredondo, directora médica del laboratorio Olyan farma.
Así, cuanto más alto sea el índice de protección no significa que proteja más, pero sí lo hace durante más tiempo. “También hay que tener en consideración que el fotoprotector solar no solo sea efectivo frente a radiación UVB, también frente a la UVA, y que cuente con el sello CE en el envase, un identificativo exclusivo de los productos sanitarios”.
De igual modo, las características del fotoprotector son fundamentales. Pues influyen sus componentes, los excipientes y el vehículo en el que se encuentra: si es aceite, crema, espuma…
“Los aceites son emolientes, por lo que evitan la evaporación del agua, mientras que las cremas son hidratantes y aportan agua".
“Los aceites son emolientes, por lo que evitan la evaporación del agua, mientras que las cremas son hidratantes y aportan agua. Dependiendo del tipo de piel elegiremos una u otra, pues una persona con una piel muy seca se beneficiará de fórmulas con aceite, mientras que si tiene la piel más grasa es preferible que use cremas libres de aceite”.
Bronceado y cuidado de la piel
La doctora Estefanía Arredondo, comenta que el mito de que una protección elevada impide el bronceado es falso: “Es verdad que cuanto más índice de protección usemos, más barrera hará en nuestra piel, usándolo de manera adecuada nos broncearemos con mayor protección, aunque tardemos más tiempo. Además, en el bronceado no solo influye el índice de protección, sino también la cantidad de melanina que tiene la piel de cada persona, la alimentación, el cuidado previo de la piel…”
"En el bronceado no solo influye el índice de protección, sino también la cantidad de melanina que tiene la piel de cada persona, la alimentación, el cuidado previo de la piel…”
La cantidad de protector solar es alrededor de dos dedos de la mano (crema extendida desde la yema a la base del dedo) dibujando dos líneas (equivalente a 2 mg/cm2), después otros dos dedos para cada brazo, dos cucharadas para la espalda, otras dos para el pecho y otras dos para cada pierna aproximadamente.
Igualmente, “hay que ponerlo al menos 30 minutos antes de la exposición solar inicial y que vayamos aplicándolo al menos cada dos o tres horas si es una exposición moderada. También hay que hacerlo tras cada baño (que se llevan gran parte del protector con ellos), y cuando hagamos deporte y sudemos. Lo ideal es aplicar el fotoprotector solar cada dos horas, y usar protección SPF 50”.
"Lo ideal es aplicar el fotoprotector solar cada dos horas, y usar protección SPF 50”.
Por otra parte, especifica que el maquillaje se puede aplicar por encima del protector solar, siempre que dejemos que se absorba adecuadamente antes de maquillarnos.
Y tras tomar el sol es bueno “recurrir a cremas específicas para reparar los tejidos que puedan estar dañados, con ingredientes que restauren la barrera cutánea como: manteca de karité, urea, aceite de coco e ingredientes refrescantes, como el mentol, para aumentar la sensación de bienestar tras una jornada de exposición al sol. También es muy recomendable que incluyan activos calmantes, como la caléndula o el azuleno, y regenerantes como el pantenol, entre otros”, concluye la experta de Olyan farma.