La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, por eso necesita un cuidado especial, pues es la primera barrera frente a todo tipo de agresiones. Para un cuidado integral de la piel, tanto del rostro como del cuerpo, es necesario utilizar productos que la ayuden a mantener su hidratación evitando irritantes y activos que pueden provocarlas.

Una vez realizado este mínimo cuidado, debemos protegerla contra la radiación solar los 365 días del año, pues es la causante de la mayoría de casos de cáncer de piel.

Según explica Iván Lorenzo, director científico del laboratorio Olyan Farma, "en los meses estivales, donde nos exponemos con más frecuencia al sol de manera más directa y continuada, debemos hacer un uso responsable para evitar males mayores que se pueden presentar pasados los años como el cáncer de piel y otros que pueden presentarse de manera más inmediata como quemaduras, irritaciones, alergias por sensibilidad al sol o el temido melasma".

Para ello debemos aplicar el factor solar en la cantidad correcta."Hablamos de 2mg/cm2 de piel, o lo que es lo mismo la cantidad que cubra el dedo índice y corazón con una línea. En la zona del rostro debemos cubrir nuestro dedo índice y corazón con una línea de protector, esa es la cantidad que debemos aplicar sin olvidarnos de las orejas y de los párpados. En los brazos y manos aplicar la misma que para todo el rostro, en piernas y pies hay que aplicar el doble que para el rostro; y en el tronco una medida del rostro por delante y otra por detrás", y además añade "si no tenemos pelo, debemos aplicar una medida de rostro única y exclusivamente para esta zona".

En época estival estos cuidados debemos realizarlos de manera más continuada, antes de realizar la exposición al sol y después de enjuagarnos con agua dulce y utilizar un jabón suave para evitar irritaciones.

Tal y como explica Juan Manuel Mata, director técnico de Saluvital, "el fotoprotector se debe aplicar en cantidad generosa uniformemente sobre la piel seca, media hora antes de la exposición al sol y repetir la aplicación cada 2 horas y después de transpirar, bañarse o secarse. Se deben extremar las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines. La protección de los labios se debe hacer con lápices o barras fotoprotectoras y la del cabello con productos específicos".

Asimismo, los expertos hacen hincapié en que es fundamental la protección de la piel antes y después de la exposición solar. "La piel necesita mucha hidratación después de la exposición solar. Nosotros recomendamos el uso de productos con aloe vera que regeneran, calman e hidratan la piel aportando una agradable sensación de alivio tras la exposición solar", matiza Mata.