Hospitales16 de diciembre, 2024
II Congreso FETTCC: el abordaje multidisciplinar en cáncer de cabeza y cuello salva vidas
El manejo del paciente con cáncer de cabeza y cuello es altamente complejo en muchos casos
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Tras el éxito de la primera edición, el II Congreso de la Fundación Española de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello (FETTCC) se clausuró este viernes 13 de diciembre en el Auditorio del Museo Reina Sofía de Madrid.
La Fundación es una iniciativa conjunta del Grupo Español de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello (TTCC), del Grupo Español de Oncología Radioterápica en Cabeza y Cuello (GEORCC), de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (SECOM CyC) y de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL CCC). Además, se han establecido acuerdos de colaboración con otras especialidades dedicadas al diagnóstico y tratamiento de soporte de estos tumores.
El Doctor Ricard Mesía, oncólogo médico en ICO Badalona y el Doctor Antonio Rueda, oncólogo médico en el Hospital Regional Universitario de Málaga, destacan la importancia de la colaboración multidisciplinar que propició la primera edición del congreso y que se potencia en esta segunda edición. Este abordaje es, en su opinión, la clave del éxito en la atención al paciente.
Además, como novedad, el congreso ha comenzado con una sesión sobre cómo mejorar la comunicación con los pacientes, que ha contado con la presencia de Isabel Guzmán, presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Laringectomizadas y Cáncer de Cabeza y Cuello (AMULAR); Francisco José Ruiz García, presidente de la Asociación Regional Madrileña de Atención y Rehabilitación de Laringectomizados (ARMAREL) y Carmen Yélamos, responsable nacional de atención psicológica de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Tras la mesa redonda, se ha presentado la aplicación CyC app, una nueva herramienta para pacientes y cuidadores.
“En el II Congreso FETTCC esperamos seguir aprendiendo de las otras especialidades y crecer como oncólogos médicos, pero también como oncólogos multidisciplinares. El manejo del paciente con cáncer de cabeza y cuello es altamente complejo en muchos casos. La aportación de los conocimientos, habilidades y experiencias de las diferentes especialidades es necesaria para un correcto abordaje de esta complejidad. Además, el trabajo multidisciplinar aporta una mejora en la coordinación de las diferentes etapas que pasa el paciente a través del proceso asistencial, de forma que se agilizan diagnósticos y tratamientos”, han destacado los doctores Mesía y Rueda.
En este equipo, el papel del oncólogo médico es fundamental, ya que, como han recalcado, “posee una formación integral en el manejo del cáncer y dispone de conocimientos y habilidades en el manejo del proceso oncológico general -no solo del paciente con cáncer de cabeza y cuello- desde la prevención, el diagnóstico temprano y, desde luego, el tratamiento. Esta formación le coloca en una situación ideal para la coordinación de los procesos asistenciales y para hacer de motor de la investigación clínica y traslacional de la patología”.
Nuevas oportunidades con la inmunoterapia
La inmunoterapia ha supuesto un punto de inflexión en este ámbito: forma ya parte del tratamiento de la enfermedad recurrente y metastásica y ha cambiado conceptos en cáncer de cabeza y cuello como, por ejemplo, la necesidad de una correcta secuenciación de los tratamientos disponibles para optimizar la supervivencia de los pacientes o el planteamiento del soporte a pacientes largos supervivientes tras enfrentarse a la enfermedad recurrente o metastásica.
Beneficiar a más pacientes
No obstante, como han subrayado, “estamos al principio de la integración de la inmunoterapia en el manejo global del paciente con cáncer de cabeza y cuello. Ahora debemos integrarla en el tratamiento de los estadios más tempranos para beneficiar a más pacientes, combinándola con los demás tratamientos, cambiando la historia natural de esta enfermedad. En este sentido, será esencial la investigación multidisciplinar de estas nuevas estrategias”.
Entre los retos en el abordaje han señalado que debe mejorarse la coordinación entre todas las especialidades para conseguir vías de diagnóstico temprano más eficientes, mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes a través de la mejora de la coordinación de la secuencia terapéutica, la eficacia de los tratamientos y la disminución de la toxicidad aguda y crónica de los mismos. Además, deben mejorarse los dispositivos de soporte a los pacientes largos supervivientes, habitualmente con secuelas funcionales importantes. “El congreso también nos sirve para mejorar todo esto”, han resumido.
Avances en radioterapia
El Dr. Jon Cacicedo y la Dra. Ana Ruiz, oncólogos radioterápicos en el Hospital Universitario de Cruces, Barakaldo y el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, han subrayado que el II Congreso está sirviendo también para exponer los avances de los últimos años en el tratamiento con radioterapia. “En la especialidad de Oncología Radioterápica hemos asistido a un desarrollo espectacular en la última década, con la modernización de los aceleradores lineales, así como la instalación de centros de protonterapia. Esto nos obliga a una continua actualización en relación con la técnica, el fraccionamiento, la dosis y los volúmenes de radiación. Asimismo, es importante conocer los avances científicos que pueden influir en la radiosensibilidad de los tumores. Y, también, lo que nos pueden aportar las nuevas técnicas de imagen. Por otro lado, es importante estar al día de las últimas novedades en relación a otras especialidades relacionadas con el tratamiento, ya que el enfoque de estos tumores es multidisciplinar e individualizado. Por tanto, en este congreso lo que esperamos es aprender y compartir conocimientos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los tumores de cabeza y cuello, y que continue sirviendo de base para la colaboración multidisciplinar en nuestra práctica clínica diaria”.
La cirugía es clave
El Dr. Ignacio Navarro y el Dr. José Luis Cebrián, de los servicios de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y del Hospital Universitario La Paz de Madrid han recordado que “una parte clave importante de la especialidad es la cirugía reconstructiva. El hecho de que el cirujano maxilofacial sea capaz reconstruir mediante el uso de técnicas complejas de microcirugía o de colgajos loco-regionales los defectos tras la extirpación de los tumores, permite obtener mejores resultados desde un punto de vista oncológico, puesto que lo primordial es la resección del tumor. Además, los cirujanos maxilofaciales están muy habituados al uso de las denominadas nuevas tecnologías, que permiten realizar resecciones con amplios márgenes de seguridad y reconstrucciones a medida en función de lo que necesita cada paciente. No hay que olvidar la calidad de vida de los enfermos y, en esto, las nuevas tecnologías son cada vez más fundamentales para intentar devolver a los pacientes a una situación funcional y estética lo más parecida a la que tenían antes de ser tratados del tumor”.
Diagnóstico precoz
Por último, el Dr. Pedro Díaz de Cerio y el Dr. J. Alexander Sistiaga, de los servicios de Otorrinolaringología del Hospital Universitario San Pedro de Logroño y del Hospital Universitario Donostia han subrayado el papel que juegan estos especialistas “en la detección de los síntomas de inicio de la enfermedad. Somos, por tanto, los responsables habitualmente de conseguir un diagnóstico precoz y de encauzar al paciente por la vía más adecuada para ser valorado en nuestros comités multidisciplinares. Además, por nuestro armamentario de instrumental de consultas y quirúrgico, estamos capacitados no sólo para proporcionar abordajes quirúrgicos mínimamente invasivos (cuando estén indicados) sino también para el seguimiento exhaustivo de nuestros pacientes en consultas una vez han sido tratados, garantizando una correcta detección de las recaídas y segundos primarios a tiempo”.
Qué son los cánceres de cabeza y cuello
El concepto agrupa a los tumores malignos localizados en los senos paranasales, la nasofaringe, la orofaringe, la hipofaringe, la laringe, la cavidad oral, la lengua y las glándula salivares. No se incluyen los tumores en la piel y en el cerebro.