El uso de los datos es clave en el sector sanitario, por lo que debe ser fácil, sencillo y accesible a los ciudadanos.
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El Instituto Europeo de Innovación y Tecnología en Salud de España (EIT Health Spain) ha celebrado la primera jornada virtual sobre innovación en el sector sanitario y ha reunido a los principales protagonistas del ecosistema. El encuentro buscaba fomentar el debate y la participación en torno a la innovación en salud.
Cristina Bescós, directora general de EIT Health Spain, ha declarado que “España tiene un sistema sanitario eficiente y se ha enfrentado -y se enfrenta- a muchos retos cuando hablamos de sobrellevar una crisis; la coordinación y cooperación a nivel político, social y empresarial es un factor clave que afecta a todo el país y que debemos agilizar. La digitalización y el acceso a los datos es fundamental para la obtención de resultados, así como el rol del paciente y del ciudadano que debe ser el principal foco de los tomadores de decisiones”.
Una de las principales conclusiones extraída de la jornada es el papel que juegan los agentes dentro de la sociedad. Según Nuria Oliver, experta en ciencia de datos e inteligencia artificial, “expertos y ciudadanos deben trabajar de manera conjunta para contribuir a que la toma de decisiones clínicas y políticas esté basada en el conocimiento científico”.
Además, también se ha debatido sobre la financiación, el desarrollo de la innovación, la responsabilidad por parte de los profesionales y de la ciudadanía, que son los factores que deben coexistir para poner a España a la cabeza de la innovación europea. En diversos paneles se ha insistido en el rol del ciudadano y el paciente y en la necesidad de implicarle y ponerle en el centro para que las soluciones innovadoras no sólo cubran necesidades reales, sino que sean adoptadas con mayor facilidad y sean, en definitiva, más democráticas.
A través de la mesa redonda se ha debatido cómo España, considerado como un país innovador moerado, parte con una muy baja financiación en la I+D respecto a su PIB, pero con buenos resultados científicos. Se han puesto sobre la mesa mecanismos concretos para impulsar la innovación en las nuevas estrategias tanto autonómicas como nacionales y europeas, así como incentivos en la carrera innovadora, mecanismos para profesionalizar la transferencia tecnológica, fondos de co-inversión para el mecenazgo y emprendimiento, fundaciones públicas especializadas en innovación o foros de colaboración entre organismos con competencias en salud-innovación y economía.
Como parte de las conclusiones extraídas, se puso de manifiesto que la tecnología es un medio, no un fin. El uso de los datos es clave en el sector sanitario, por lo que debe ser fácil, sencillo y accesible a todos los ciudadanos. Para adoptar la innovación, no sólo contamos con clínicos apasionados con ideas que resuelven sus verdaderas necesidades. Es importante que la gestión del sistema público apoye la compra pública innovadora. Necesitamos atraer a inversores privados, con conocimiento y aportarles confianza para apostar por un sector de gran potencial.