I+D30 de agosto, 2023
El CSIC traslada a la OMS sus avances en el desarrollo de la vacuna COVID-19 para que llegue a países en desarrollo
La vacuna donada previene la replicación del SARS-CoV-2 en pulmones y cerebro.
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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, pone a disposición de los países en vías de desarrollo su prototipo de vacuna COVID-19 basada en el virus vaccinia MVA como vector.
La institución ha firmado un segundo acuerdo con la organización de salud pública Medicines Patent Pool (MPP), respaldada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y bajo supervisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que facilitará que esta tecnología avance a ensayos clínicos y llegue a los países más necesitados. Es la segunda vez que el CSIC cede una tecnología a través de la iniciativa COVID-19 Technology Access Pool (C-TAP) de la OMS para facilitar al acceso igualitario a tecnologías sanitarias de COVID-19.
“La iniciativa COVID-19 Technology Access Pool de la OMS y la Medicines Patent Pool es un marco idóneo para facilitar la transferencia del conocimiento a quienes tienen menos recursos”.
Este acuerdo de licencia con la organización MPP abre la posibilidad de encontrar aliados en terceros países para avanzar hacia los ensayos clínicos con esta vacuna y que en el futuro sea una alternativa a las opciones de vacuna COVID-19 autorizadas en todo el mundo, especialmente, en países de menores recursos.
“La iniciativa COVID-19 Technology Access Pool de la OMS y la Medicines Patent Pool es un marco idóneo para facilitar la transferencia del conocimiento a quienes tienen menos recursos”, ha señalado la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino.
El prototipo vacunal ha sido desarrollado por el equipo de los investigadores Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC.
La vacuna está basada en el vector virus vaccinia modificado de Ankara (MVA) que expresa la proteína de la espícula (S) del SARS-CoV-2 estabilizada en prefusión. El prototipo vacunal ha sido desarrollado por el equipo de los investigadores Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC, pertenecientes también a la Plataforma Temática Interdisciplinar Salud Global del CSIC, que ha contado con financiación de los Fondos de Recuperación europeos.
Modelos animales
El desarrollo de su producción industrial bajo estándares de calidad se ha realizado a través de la colaboración del CSIC con la empresa española Biofabri. Estudios realizados en diversos modelos animales demuestran de forma detallada que la vacuna MVA-CoV2-S (3P) activa el sistema inmunitario y protege frente a la infección por el coronavirus SARS-CoV-2.
Por un lado, la vacuna activa una respuesta inmunitaria de células T CD4 y T CD8 específicas frente a SARS-CoV-2, que es robusta, amplia, de alta calidad y duradera. Por otro lado, la vacuna induce altos niveles de anticuerpos de unión IgG frente a la proteína S y el dominio de unión al receptor (RBD) del SARS-CoV-2, así como de anticuerpos neutralizantes frente a la variante parental de Wuhan o frente a distintas variantes del virus, que también son duraderas.