I+D23 de noviembre, 2022
El uso de antibióticos para tratar la COVID-19, "ha acelerado la generación de bacterias resistentes en el mundo”
MSD presenta una campaña para concineciar sobre el uso racional de estos fármacos.
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La Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos (del 18 al 24 de Noviembre), ha puesto en evidencia la situación actual sobre la utilización de estos fármacos y la aparición de bacterias resistentes a los mismos. De hecho, uno de los aspectos que han destacado a lo largo de estos días algunos expertos es que con la COVID-19, se ha incrementado su uso, lo que puede contribuir a agravar esta realidad (durante 2019, murieron 1,2 millones de personas por bacterias resistentes a los antibióticos).
Esta situación se ha abordado en el marco de la presentación de la campaña “Hagamos un buen uso de los antibióticos. Comparte el mensaje, súmate”, de MSD.
Bacterias 'sensibles'
El doctor Jordi Vila Estapé, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona, ha explicado que “la generación de resistencias por parte de las bacterias a los antibióticos es un proceso natural. Estos organismos, cuando se van reproduciendo, pueden generar mutaciones en ciertos genes y así adquirir esta resistencia. De manera espontánea, durante la multiplicación, se acumulan estas mutaciones en genes que les permiten ser resistentes. O bien tienen la capacidad de transferirse genes de resistencia entre bacterias. Por ejemplo, una bacteria que tiene un gen de resistencia se lo transfiere a una bacteria ‘sensible’. ¿Qué ocurre? Que la bacteria ‘sensible’, al adquirir este gen de resistencia, se vuelve resistente también”, ha apuntado el doctor Vila.
"Una bacteria que tiene un gen de resistencia se lo transfiere a una bacteria ‘sensible’. ¿Qué ocurre? Que la bacteria ‘sensible’, al adquirir este gen de resistencia, se vuelve resistente también”.
De este modo, “el problema se incrementa cuando una bacteria resistente está en combinación con bacterias que sí que son sensibles a los antibióticos usados, ya que el antibiótico solo eliminará a estas últimas, haciendo que las bacterias que finalmente proliferen sean las resistentes. Así pues, si hiciéramos un uso adecuado de los antibióticos, la posibilidad de ‘seleccionar’ a estas bacterias resistentes disminuiría”.
Por su parte, el doctor Bruno González-Zorn, director de la Antimicrobial Resistance Unit de la Universidad Complutense de Madrid y asesor de la Organización Mundial de la Salud contra la resistencia a los antibióticos, ha realizado la siguiente matización: “Al inicio de la pandemia de la COVID-19, los sistemas sanitarios se enfrentaban a un virus desconocido. Teniendo en cuenta que muchas veces los virus respiratorios dan lugar luego a complicaciones bacterianas asociadas a la infección vírica inicial, lo que pasaría, por ejemplo, con la gripe, en aquel entonces se trató a los pacientes con COVID-19 con antibióticos en las primeras fases”.
No obstante, “pronto” se dieron cuenta de que “el funcionamiento de la infección por este coronavirus cursaba de manera diferente, es decir, que no da lugar a una infección bacteriana secundaria, y se redujo el tratamiento con antibióticos en la mayoría de los países del mundo desarrollado”.
"Al principio de la pandemia, a los pacientes con COVID-19 se les trató con antibióticos en las primeras fases”.
Sin embargo, “la COVID-19 también ha conllevado una alta hospitalización, una saturación de muchos centros hospitalarios y de las UCI, con un mayor número de infecciones asociadas, mayoritariamente, a la ventilación de los pacientes. Por lo tanto, se han utilizado más antibióticos, sobre todo más antibióticos de último recurso, que son los que más debemos preservar. Esto ha acelerado la generación de bacterias resistentes en el mundo”.
Doble aproximación
Los expertos coinciden en que “el problema no solo está en los mecanismos de resistencia, y cómo se producen por el uso de los antibióticos, sino también en la propagación de estos patógenos, tanto en el ámbito hospitalario, como a nivel social / comunitario, e incluso ambiental, por lo que han destacado la importancia de la toma de medidas y una investigación continuada a todos los niveles, poniendo el foco en dónde se generan, cómo se transmiten y el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas”.
Los expertos coinciden en que “el problema no solo está en los mecanismos de resistencia, y cómo se producen por el uso de los antibióticos, sino también en la propagación de estos patógenos".
El doctor Manuel Cotarelo, director médico de Enfermedades Infecciosas de MSD España, ha destacado “la labor de investigación que ha llevado a cabo MSD durante las últimas décadas en el desarrollo de nuevos antibióticos, que han conseguido traer al mercado nuevas alternativas terapéuticas en infecciones pediátricas y en adultos”. Paralelamente, la compañía “ha mantenido durante los últimos años campañas de concienciación social sobre el adecuado uso de antibióticos y las resistencias a los mismos”.
Compartir el mensaje
En esta línea, el doctor Cotarelo explica que MSD ha lanzado la campaña “Hagamos un buen uso de los antibióticos. Comparte el mensaje, súmate”. Esta explicará a través de una serie de vídeo-entrevistas con expertos nacionales de primer nivel, en un lenguaje sencillo pero riguroso, aspectos destacados relacionados con los antibióticos, su buen uso y cómo aportar desde la posición de un ciudadano medio a la contención de la resistencia a los antibióticos.
La campaña explicará a través de una serie de vídeo-entrevistas con expertos nacionales de primer nivel, en un lenguaje sencillo pero riguroso, aspectos destacados relacionados con los antibióticos.
Por último, añadir que esta campaña de concienciación para el uso correcto de los antimicrobianos, que cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, la Sociedad Española de Quimoterapia, y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, y con el patrocinio científico de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, anima a los ciudadanos a informarse y participar en la posible prevención de lo que podría pasar en un futuro cercano si no realizamos un uso adecuado de estos medicamentos.