I+D2 de diciembre, 2021
Farmacogenómica, nanomedicina y epigenómica: los tres ejes de la medicina del futuro
En la jornada Anticipando la Medicina del Futuro se ha destacado que cada vez son neceasarios más especialistas.
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La Fundación Instituto Roche ha organizado la Jornada Anticipando la Medicina del Futuro, por cuarto año consecutivo, en la que, de la mano de expertos de ámbito nacional, se han analizado algunas de las áreas que, con seguridad, marcarán la medicina del futuro. Farmacogenómica, nanomedicina y epigenómica son las tres áreas identificadas por el comité de expertos que compone el Observatorio de Tendencias en la Medicina del Futuro. A lo largo de 2021 se ha trabajado en cada una de ellas y es lo que ha permitido la publicación de tres nuevos Informes Anticipando dedicados a estos campos que con seguridad formarán parte de la medicina del futuro.
Farmacogenómica
La primera mesa debate se ha centrado en la farmacogenómica y ha estado moderada por el doctor Ángel Carracedo, director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica (Servicio Gallego de Salud) y coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela (Ciberer), quien ha explicado que esta ciencia “es uno de los ejemplos más claros de traslación de la medicina personalizada, de uso obligado en la práctica clínica y a los que los pacientes deben de poder acceder de forma equitativa. Debe ser un pilar de cualquier estrategia de medicina personalizada”.
Al respecto, el especialista también ha puesto de manifiesto que cerca del 50% de los principios activos tienen indicaciones de biomarcadores farmacogenómicos en ficha técnica, muchas de ellas obligatorias o accionables y el número de medicamentos con recomendaciones farmacogenéticas aprobados por las agencias reguladoras aumenta de forma imparable.
“Es transversal, además, a toda la medicina y abarca medicamentos utilizados en todo el espectro de patologías”, ha añadido.
Nanotecnología y diagnóstico
A continuación, el doctor Joaquín Arenas, director del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre (i+12) y miembro del Observatorio de Tendencias en Medicina del Futuro, ha moderado la segunda mesa centrada en la nanomedicina, en donde se ha subrayado que esta se perfila como una de las ramas de la nanotecnología de mayor proyección en un futuro próximo. Esto es debido a sus potenciales aplicaciones diagnósticas y terapéuticas, especialmente cuando las enfermedades se encuentran en un estado poco avanzado o en el inicio de su desarrollo o para las que no existen tratamientos adecuados.
Además de las ventajas y los beneficios de la nanomedicina, durante el debate también se ha mencionado su papel en el diagnóstico. Al respecto, el doctor Arenas, miembro del Observatorio de Tendencias, ha indicado que el nanodiagnóstico busca el desarrollo de estrategias o herramientas basadas en nanotecnología para diagnosticar patologías a nivel molecular o celular, tanto in vivo como in vitro.
“Por un lado, in vivo requiere que el sistema empleado se introduzca en el organismo, donde identifica y, en ocasiones, cuantifica biomarcadores que permiten establecer un diagnóstico preciso y, por otro, in vitro no presenta la complicación del uso necesario de nanomateriales biocompatibles y degradables, ya que se realiza sobre muestras de tejidos y fluidos corporales, permitiendo una mayor libertad a la hora de seleccionar el nanomaterial más adecuado para obtener la mayor especificidad y sensibilidad posible”.
Epigenómica y futuro
En la tercera mesa, el debate, moderado por el doctor Pablo Lapunzina, miembro del Observatorio y jefe de grupo de investigación del Instituto de Genética Médica y Molecular (Ingemm) del IdiPaz y director científico del Ciberer, ha estado centrada en la epigenómica y en los pasos que se están dando para impulsar la traslación de resultados de la investigación al ámbito clínico.
En este sentido, el experto ha comentado que las alteraciones de la metilación y la acetilación del ADN tienen impacto no solo en un número creciente de enfermedades raras de base genética, sino también son relevantes en la regulación de la expresión de genes implicados en el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas.
Finalmente, Fernando Martín, profesor de Investigación en Salud Digital de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III y otro de los integrantes del Observatorio, ha destacado las principales conclusiones de la IV Jornada Anticipando y ha expuesto hacia dónde se dirige la Medicina Personalizada de Precisión y cuáles son los retos pendientes en este campo. Uno de los mensajes que ha lanzado el profesor Martín es que, a pesar de que la Medicina Personalizada de Precisión sí ha representado “una aproximación nueva y de éxito para el estudio de problemas de salud, su enorme complejidad requiere mayores esfuerzos en capacitación de los ciudadanos, pacientes, profesionales sanitarios, gestores y políticos para entender su potencial impacto y posibles riesgos asociados”.
De este modo, para incorporarla en los sistemas sanitarios altamente digitalizados hoy en día, será necesario “un decidido impulso proveniente de la salud digital (informática clínica)”. En otras palabras, que los pacientes puedan aportar sus propios datos (apps, sensores, etc.), los clínicos dispongan de herramientas de apoyo a la toma de decisiones, integradas con la historia clínica y los gestores puedan evaluar el impacto clínico de estas intervenciones.
“Será preciso incorporar más personal especializado en aspectos como el consejo genético, la bioinformática, la bioética, el tratamiento de datos clínicos, etcétera, a la plantilla de los centros sanitarios, así como facilitar la colaboración entre distintos grupos y sistemas de información (patología, laboratorio, especialidades clínicas, imagen, etc.)”.
“Los avances científicos, muestran que la Medicina Personalizada de Precisión es cada vez más una realidad y que estamos en el camino adecuado. La medicina del futuro ha de ser cuanto antes la medicina del presente y, para lograrlo, no solo se requiere de la colaboración e implicación de agentes del sistema sanitario, sino que todos tenemos que poner de nuestro granito de arena para hacerlo realidad”, ha afirmado Consuelo Martín de Dios, directora gerente de la Fundación Instituto Roche.