Una de las tendencias que va in crescendo en lo referente a la alimentación, es comer con mayor base vegetal. Recientes estudios revelan que 1 de cada 3 españoles se identifica como flexitariano. Aunque pueda parecer algo nuevo, lo cierto es que la tendencia flexitariana se corresponde, en gran medida, con las tradiciones alimentarias más arraigadas en nuestro país, basadas en la dieta mediterránea, con una mayor base de cereales, frutas, verduras y legumbres, y un porcentaje menor de alimentos de procedencia animal, pero que, además, busca reducir el impacto sobre el planeta a través de una alimentación más sostenible.

Al mismo tiempo que estas nuevas tendencias de alimentación van ganando relevancia en la población general, también se trasladan a los pacientes. Pero la realidad es que personas que necesitan terapia médica nutricional debido a una patología, o incluso por el propio proceso de envejecimiento, hoy en día pueden tener dificultad en la aceptabilidad y cumplimiento del tratamiento médico nutricional, al no encajar con sus preferencias y estilo de vida, o por presentar alguna alergia o intolerancia alimentaria. “En casos de enfermedad es importante respetar la autonomía del paciente: informar, aconsejar y tratar de dar alternativas”, explica la doctora  Mª José Martínez, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Jaén, en el acto de presentación del nuevo Fortimel PlantBased Energy, una nueva solución nutricional para el manejo de la Desnutrición Relacionada con la Enfermedad (DRE) de Nutricia, división de nutrición especializada de Danone.

Recientes estudios revelan que 1 de cada 3 españoles se identifica como flexitariano.

Tendencias 'veggie' en alimentación

Según explica Jesús Contreras, Catedrático Emérito de Antropología Social de la Universidad de Barcelona: “Lo que hoy se llama flexitarianismo habría sido la dieta dominante a lo largo de la historia en mayor o menor medida en la mayoría de las sociedades. Lo que indica hoy el término flexitarianismo no es tanto una “nueva” dieta, sino una nueva conciencia alimentaria. La preocupación por el futuro del planeta y la importancia de llevar un estilo de vida más saludable y más sostenible es un factor que mueve a flexitarianos, vegetarianos y veganos”.

“Lo que hoy se llama flexitarianismo habría sido la dieta dominante a lo largo de la historia en mayor o menor medida en la mayoría de las sociedades".

Al hilo de esta nueva tendencia, la doctora Martínez comenta que “el aumento de las tendencias “veggie” se han asociado a cambios sociales (sostenibilidad, respeto animal…), pero no se deben olvidar las recomendaciones científicas que llevan ya bastantes años recomendando dietas ricas en vegetales e informando de los efectos beneficiosos que tienen para la salud. En este sentido, la literatura científica ha evidenciado cómo las dietas con base vegetal (plant based) se asocian con importantes beneficios en la mejora o prevención de patologías tales como enfermedades metabólicas, obesidad, enfermedad cardiovascular, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad renal crónica. Además, un aspecto emergente muy importante, en el cual crece la evidencia, es el efecto beneficioso sobre el envejecimiento y aspectos ligados a este, como es la sarcopenia”.

"Las grasas vegetales, en particular el aceite de oliva, son antiinflamatorias y antiaterogénicas”.

“Tanto las proteínas, como los carbohidratos y las grasas presentes en alimentos vegetales, pueden cambiar el perfil del microbiota intestinal hacia una mayor producción de compuestos antiinflamatorios y una menor producción de toxinas endógenas que predisponen a gran número de enfermedades. Las grasas vegetales, en particular el aceite de oliva, son antiinflamatorias y antiaterogénicas”, añade la experta.

Pacientes

El número de personas que se interesan por seguir una dieta más basada en alimentos de origen vegetal es cada vez mayor, según estos expertos. En este sentido, “la mayor parte de los pacientes que apuestan por un patrón alimentario basado en vegetales tienen interés en mantener su tipo de alimentación durante la enfermedad”, explica la doctora Martínez.

Y es que, precisamente en el transcurso de una patología, es frecuente que aparezca la DRE. La enfermedad produce cambios que favorecen la desnutrición y se manifiesta como pérdida de peso no deseada. Entre las causas, podemos ver una disminución de la ingesta por falta de apetito, o de la asimilación de nutrientes, que conlleva, en ocasiones, la pérdida de masa muscular, pérdida de funcionalidad y peor recuperación.

“La mayor parte de los pacientes que apuestan por un patrón alimentario basado en vegetales tienen interés en mantener su tipo de alimentación durante la enfermedad”.

“A veces, como paciente y debido al tratamiento, comer normalmente es complicado, puedes tener pérdida de apetito, cambio en la percepción del gusto, llagas en la boca… Todo ello te puede llevar a pérdida de peso, al no cubrir tus necesidades de alimentos y nutrientes. Complementar tu alimentación, según la recomendación de tu médico, con suplementos nutricionales orales es una gran ayuda para una mejor recuperación. Y, especialmente, saber que existen nuevas y diferentes propuestas de suplementos que, además de ayudarte en el proceso de recuperación, tienen en cuenta aspectos como tus preferencias alimentarias y estilo de vida, o si tienes alguna alergia o intolerancia alimentaria, como la intolerancia a la lactosa, puede ser muy conveniente”, comenta Rosa Olmos, paciente oncológica.

Un estudio reicente reveló cómo el 75% de las personas con intolerancia a la lactosa, ya sea auto reportada o diagnosticada, eliminan por completo los lácteos de su dieta.

Como se ha comentado, otra de las razones que cabe destacar son las intolerancias. En este sentido, un estudio reciente reveló cómo el 75% de las personas con intolerancia a la lactosa, ya sea auto reportada o diagnosticada, eliminan por completo los lácteos de su dieta. La dieta sin lactosa es el tipo de dieta de exclusión más practicada por la población española, un 25% la sigue. Es preciso ofrecer alternativas nutricionalmente adecuadas para cubrir las necesidades nutricionales de los pacientes que sufren intolerancias o alergias alimentarias. Los SNO (Suplementos Nutricionales Orales) completamente vegetales pueden ser una opción de gran ayuda para estos pacientes.