I+D22 de diciembre, 2020
Los anticuerpos contra el Covid-19 se mantienen un mínimo de seis meses, según un estudio
No todos los pacientes generan anticuerpos y, los que lo hacen, no siempre son de larga duración.
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Los niveles de anticuerpos neutralizantes, es decir, con efecto protector contra el SARS-CoV-2, se mantienen a lo largo de seis meses, tanto en los pacientes leves como en los que han pasado la enfermedad de manera grave, aunque estos últimos tienen niveles más elevados. Así se desprende de un nuevo estudio desarrollado por IrsiCaixa.
La inmunidad frente al SARS-CoV-2 es, casi un año después de los primeros casos de Covid-19, todavía una gran incógnita. No todos los pacientes generan anticuerpos y, los que lo hacen, no tienen la certeza de que sean de larga duración.
Para obtener estos resultados, el personal investigador ha seguido durante estos seis meses a 210 personas infectadas por SARS-CoV-2 y las ha agrupado según la gravedad de la enfermedad. Así, también ha observado que en el caso de los pacientes más graves la producción de anticuerpos es siempre más elevada que en los casos leves. El estudio, publicado en bioRxiv y financiado por Grifols, el departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, el ISCIII y varias campañas de mecenazgo.
Los anticuerpos son una parte importante de la respuesta inmunitaria generada de manera específica contra un patógeno, como los virus. Ante una infección, solo los anticuerpos neutralizantes son capaces de bloquear el virus y evitar que este entre en las células. "Hemos visto que la gran mayoría de estos anticuerpos bloquean la proteína S del virus y esto es lo que les confiere la capacidad neutralizante", explica Julià Blanco, investigador principal en IrsiCaixa y el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol. "Esta información es muy valiosa. Saber cómo se activa el sistema inmunitario nos está facilitando mucho el proceso de desarrollar una nueva vacuna", añade Blanco.
Los bajos niveles de anticuerpos en los casos leves o asintomáticos remarcan la importancia de otros mecanismos del sistema inmunitario, además de los anticuerpos, en la protección del Covid-19, como las células T. Estas células forman parte de la inmunidad innata, la primera línea de defensa de nuestro cuerpo, y pueden tener un rol importante en ausencia de anticuerpos.
"Alrededor del 80% de las personas infectadas por SARS-CoV-2 presentan síntomas leves. Es esencial que la comunidad científica estudie el transcurso de la enfermedad en este porcentaje tan elevado de la población. Sólo así podremos entender mejor la inmunidad de grupo contra este virus", afirma Blanco. En estos casos, el personal investigador plantea varios escenarios. En primer lugar, que los bajos niveles de anticuerpos sean suficientes para hacer frente a la enfermedad en los primeros días de la infección. En segundo lugar, que dispongan de células T preexistentes activadas por infecciones anteriores por otros coronavirus, como el virus del resfriado común, que también reaccionen contra el SARS-CoV-2.