I+D20 de octubre, 2021
Más del 70% de la población española valora su estado de salud general como "positivo"
El dato se recoge en un estudio realizado por Aegon y la COP, que abarca los últimos 12 meses.
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La cuarta edición del Estudio de Salud y Estilo de Vida, desarrollado por la aseguradora de Aegon en colaboración con el Consejo General de Psicología (COP), refleja que los españoles valoran su estado de salud de forma positiva: más del 70% lo puntúa con un 7 o más (en una escala de 0 a 10), siendo el promedio de 7,13. Los encuestados que valoran de manera negativa su salud en este último año mencionan el estrés, la ansiedad y la tristeza como los principales motivos. Aunque desciende ligeramente con respecto a 2020, la valoración del estado de salud se ha mantenido por encima de 7 de valor promedio en los últimos 3 años.
El estudio se centra en el análisis del estado de salud, estilo de vida, hábitos y conductas relacionadas con la salud y el bienestar emocional de los españoles en los últimos 12 meses, así como el impacto que ha tenido la Covid-19 en muchos de estos aspectos, sobre todo en lo que respecta a la salud mental.
"La pandemia ha evidenciado que el abordaje de la salud debe ser más integrador y que ha de tener en cuenta los trastornos psicológicos".
El informe refleja el impacto que la crisis sanitaria y los efectos económicos ocasionados por la Covid-19 en 2020 y 2021 están teniendo en las vidas de los españoles. La pandemia ha puesto de relieve la importancia de entender la salud de manera integral y cuidar tanto de los aspesctos físicos, como emocionales de los españoles, ya que uno de cada cuatrp encuestados presenta síntomas compatibles con un problema de ansiedad y uno de cada cinco síntomas compatibles con depresión. Tal y como explica, la doctora Silvia Berdullas, CEO del COP, que estos datos deben tenerse en cuenta y que por ello se han de adotar mecanismos de prevención y actuar en cuanto se detectan alteraciones en la salud mental. "La pandemia ha evidenciado que el abordaje de la salud debe ser más integrador y que ha de tener en cuenta los trastornos psicológicos".
Mujeres y situación económica
Las mujeres y las personas mayores de 65 años se muestran algo más críticas con su estado de salud. También parece existir una relación entre el estado de salud y la situación económica y laboral: quienes no trabajan, han perdido su trabajo o han estado en ERTE y aquellos que creen que su situación económica ha empeorado hacen valoraciones más negativas.
Aunque, en la mayoría de los casos, no ha habido cambios tras la pandemia en el consumo de alcohol y tabaco, y en los hábitos de sueño y ejercicio físico, se pueden destacar tres aspectos:
- El 20% afirma consumir menos alcohol.
- 33,6% señala cambios en sus hábitos de sueño.
- El 32% afirma hacer menos ejercicio.
En este sentido, los hombres y los más jóvenes son los que indican haber reducido, en mayor medida, el consumo de alcohol y tabaco. En el caso de las mujeres, los hábitos que más se han visto afecados son el sueño y el ejercicio físico.
Otros de los aspectos que más preocupan a los españoles son el autocuidado y el aspecto físico. En este sentido, la satisfacción es mayoritaria: el 19,1% se siente muy satisfecho y el 55% algo satisfecho.
Sin embargo, uno de cada dos encuestados (más del 60%) cree que su peso está por encima del ideal, a pesar de que el 42,3% tiene un peso normal y un 2,4% infrapeso.
En este contexto, las mujeres y los encuestados de entre 26 y 55 años se muestran más insatisfechos con su aspecto y con su peso. Asimismo, el porcentaje de encuestados que cree que la pandemia le ha ayudado a mejorar su aspecto físico es reducido, y aumenta a medida que disminuye la edad.
Salud emocional
La valoración media del estado de salud emocional en el último año es de 6,78 puntos, sobre una escala de 1 a 10, lo que representa una puntuación media menor a la encontrada en la percepción de la salud física (7,13). Más de un 63% de los encuestados puntúa su bienestar psicológico igual o por encima del 7 en una escala propia de 0 a 10. A su vez, el 36,6% de los encuestados, es decir, 1 de cada 3, señaló un empeoramiento percibido en su salud emocional en el último año y únicamente el 8,2% consideró haber experimentado una mejoría en su salud psicológica.
De hecho, una de cada cuatro personas encuestadas presenta síntomas compatibles con algún problema de ansiedad y una de cada cinco compatibles con depresión.
Las mujeres encuestadas valoraron peor que los hombres su bienestar psicológico (6,5 vs. 7,07, en una escala de elaboración propia).
En la valoración media sobre la percepción de la salud emocional en el último año, las mujeres encuestadas valoraron peor que los hombres su bienestar psicológico (6,5 vs. 7,07, en una escala de elaboración propia). Esto puede deberse porque durante la pandemia las mujeres en general han asumido más tareas domésticas relacionadas sobre todo con el cuidado de personas de su entorno, matiza la portavoz de la COP.
Asimismo, en relación con la edad, aquellas personas entre los 26 y los 40 años, seguidos de aquellos entre los 18 y 25, fueron los que refirieron una peor salud psicológica. Según Silvia Berdullas, esta cifra tiene su lógica si tenemos en cuenta que en el último año la pandemia ha provocado un cambio de hábitos y rutinas relacionados en parte con el ocio.
Esto puede deberse porque durante la pandemia las mujeres en general han asumido más tareas domésticas relacionadas sobre todo con el cuidado de personas de su entorno, matiza la portavoz de la COP.
Teniendo en cuenta la situación laboral, aquellas personas que habían perdido su trabajo o han estado en situación de ERTE en el último año valoraban su salud emocional con un 5,86 y las personas que no han tenido cambios laborales con un 6,92. Estos datos pueden estar reflejando el efecto estresante que ejercen los cambios laborales en las personas, así como su afectación sobre la percepción de la calidad de vida en el plano emocional.
En cuanto al plano económico cabe resaltar que una de cada dos personas (52,9%) que ha señalado un empeoramiento en su situación económica notifica, además, un empeoramiento de su salud psicológica.
Estrés, el mayor impacto emocional de la COVID-19
En cuanto al estrés, siete de cada 10 españoles lo han experimentado en alguna medida durante el último mes, siendo las dificultades laborales la principal causa señalada por los encuestados.
En la mayoría de los casos, no se han sentido amenazados en su integridad física por la COVID-19, sin embargo, sí existe un miedo mayoritario al contagio propio o de personas cercanas.
El 22,4% de los encuestados declara haber experimentado una situación gravemente estresante o traumática en los últimos meses: el 43% de los jóvenes de 18 a 25 años frente al17% de aquellos encuestados entre los 55 y los 65 años.
Además, el 39,7% de quienes han vivido este tipo de situaciones presenta, paralelamente, sintomatología propia de estrés postraumático.
Sin embargo, tres de cada cuatro personas que presentan síntomas psicológicos de algún tipo sienten que ahora hay cosas en sus vidas que valoran más que antes, lo que podría estarr señalando un indicador de crecimiento postraumático.
Ansiedad y depresión
Uno de cada cinco españoles presenta síntomas compatibles con un posible caso de depresión o, al menos, sintomatología depresiva moderada. Esto significa que el 20,6% de las personas podrían presentar dificultades emocionales de tipo depresivo, siendo el 24,7% mujeres y el 16,4% hombres que cumplían criterios para un caso probable de depresión. Si atendemos a la edad, los datos sugieren un mayor porcentaje de casos probables de depresión en las franjas de edad más jóvenes (18 a 25 y 26 a 40) que en los mayores de 65 años.
Los datos sugieren un mayor porcentaje de casos probables de depresión en las franjas de edad más jóvenes (18 a 25 y 26 a 40) que en los mayores de 65 años.
En cuanto a la ansiedad, una de cada cuatro personas presenta síntomas compatibles con algún problema de ansiedad o tiene sintomatología ansiosa de algún tipo, con mayor incidencia en mujeres que en hombres (30,1% vs 16,8%) y en menores de 41 años en el que el 69,7% presenta un caso probable de ansiedad, frente al 12,7% de los mayores de 65 años.