I+D30 de diciembre, 2020
Prueban cócteles antivirales para bloquear posibles mutantes del coronavirus SARS-CoV-2
Se dirigen a distintas dianas del virus para evitar la selección de mutantes resistentes a un solo medicamento.
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Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se centra en combinar los beneficios de distintos fármacos frente al SARS-CoV-2: por un lado, el empleo de nuevos antivirales que impidan la entrada del virus en la célula, y por otro, el uso de inhibidores de la enzima que replica el genoma y la transcripción de los genes del virus. El efecto sinérgico de estas terapias dirigidas a distintas dianas del SARS-CoV-2 podría evitar la selección de mutantes resistentes a un solo medicamento y, por tanto, impediría que se produzca un fallo en la terapia.
Los virus ARN son capaces de modificar su espectro de mutantes para adaptarse a nuevos ambientes, alterar su virulencia o incluso generar cambios significativos que les permitan saltar a otras especies. “Los coronavirus, incluso con una actividad correctora de errores, mutan y replican con mecanismos similares a otros virus ARN altamente variables, como el de la hepatitis C, el virus de la gripe o el del VIH”, explica Nuria Verdaguer, investigadora del Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB-CSIC), que dirige el proyecto.
Basándose en procedimientos previamente establecidos en otros virus, los investigadores utilizarán diferentes fármacos dirigidos a distintas dianas del Covid-19. El primer objetivo consiste en el diseño computacional de nuevas proteínas que bloqueen la unión de la proteína S, también conocida como proteína de las espículas del virus, con el receptor celular ACE2, lo que le permite entrar en la célula. Los mejores diseños computacionales, creados por Enrique Marcos, del IBMB-CSIC, ya se están probando experimentalmente en el laboratorio. “La capacidad inhibitoria de estos candidatos se cuantificará después en ensayos con cultivos celulares. Serán necesarias varias rondas de diseño y optimización para obtener los mejores inhibidores”, señala Verdaguer.
A esta estrategia se une el segundo objetivo del proyecto: añadir agentes inhibidores de la proteína que replica el genoma del virus, la ARN polimerasa. Entre ellos, el conocido fármaco remdesivir, que actúa como molécula terminadora al incorporarse a la cadena de ARN de nueva síntesis, así como otros que actúan como mutágenos letales, es decir, se incorporan en las cadenas de ARN nacientes a medida que el virus replica y hacen que este mute por encima de un umbral de error, superado el cual, la población viral se extingue por pérdida de información genética viable.
La aplicación de terapias parecidas de combinación de fármacos se ha llevado a cabo con éxito frente a otros virus altamente variables, como el virus del sida o de la hepatitis C. “Nuestro proyecto se basa en utilizar una estrategia parecida frente al SARS-CoV-2, extendiendo la sinergia a los inhibidores de entrada”, explica Verdaguer.