I+D29 de agosto, 2023
Uno de cada cuatro alumnos que vuelven al colegio presenta alguna enfermedad crónica
La Aepap destaca el papel del pediatra como nexo con docentes y familias, promoviendo el desarrollo de los alumnos.
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En pocos días comienza la vuelta al cole, una fecha señalada para los profesionales que atienden a la población infantil, entre los que destacan los pediatras de atención primaria. Entre el 6 y el 15 de septiembre más de seis millones de niños, niñas y adolescentes volverán a las aulas. Alrededor de uno de cada cuatro presenta alguna enfermedad o trastorno crónico, entre las que destacan los del metabolismo, como la obesidad y sus trastornos asociados, la diabetes, las alergias y el asma, la epilepsia y los trastornos del neurodesarrollo y el aprendizaje, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Junto a ellas destacan también los trastornos del espectro autista (TEA) y problemas derivados de la prematuridad en el nacimiento, en auge por el aumento de partos pretérmino en los últimos años.
“Los niños pasan una parte muy importante de su vida en el medio escolar y, aunque la mayoría goza de buena salud, es cada vez más frecuente que presenten problemas y patologías crónicas”.
Ante esta realidad, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), recuerda que el pediatra de AP es el profesional de la salud de referencia para la mayoría de las familias y, por tanto, debe ser el nexo con los docentes y padres para favorecer el correcto desarrollo de los alumnos con alguna dolencia crónica, en particular, con patología crónica compleja.
“Los niños pasan una parte muy importante de su vida en el medio escolar y, aunque la mayoría goza de buena salud, es cada vez más frecuente que presenten problemas y patologías crónicas”, explica el doctor Pedro Gorrotxategi, vicepresidente segundo de Aepap. Este aumento se debe a múltiples factores, como las mejoras en el diagnóstico desde atención primaria hasta a los hábitos de vida que fomentan enfermedades como la obesidad infantil.
“En esta situación, los pediatras de AP debemos ser un actor más en la comunidad escolar, pues estamos en condiciones de difundir habilidades y conocimientos entre docentes y familias para abordar las distintas situaciones que se pueden presentar en las escuelas y actuar en caso necesario”, indica el doctor Gorrotxategi.
Desde la Pediatría de AP, en casos de patología crónica, en especial casos de patología crónica compleja, “se elabora un plan de cuidados para los niños con estas enfermedades para que sea una referencia para padres y profesores en su cuidado”, explica el doctor Gorrotxategi.
“Se elabora un plan de cuidados para los niños con estas enfermedades para que sea una referencia para padres y profesores en su cuidado”.
Asimismo, “es importante realizar un seguimiento y seguir consejos de prevención de complicaciones, para garantizar el derecho a la educación de estos menores. En definitiva, junto con los profesores y familias, podemos trabajar para asegurar que una enfermedad crónica no interfiere en la actividad académica de ningún niño”, concluye.
Guía para centros docentes
Para contribuir a este objetivo, además Aepap publicó 2015 una Guía de Ayuda para Centros Docentes, que ha ido actualizando y pone a disposición de los colegios e institutos. Bajo el subtítulo “Manejo práctico de los problemas de salud pediátricos más frecuentes. Consejos para el profesorado y los cuidadores escolares”. Esta guía es una herramienta de información rigurosa que trata de facilitar y mejorar la actuación en situaciones de urgencia o el manejo de problemas de salud crónicos en el día a día, de los profesionales no sanitarios que trabajan con niños y adolescentes.
"La escuela debe ser un lugar de integración donde los niños con un problema de salud encuentran un lugar donde desarrollarse con felicidad".
La escuela, “debe ser un lugar de integración donde los niños con un problema de salud encuentran un lugar donde desarrollarse con felicidad y, a la vez, los niños sin estos problemas crecen en la diversidad, y proporcionan seguridad y amistad al alumnado con alguna enfermedad o discapacidad”, subraya la doctora Cenarro.