I+D27 de abril, 2022
Varios expertos aseguran que es necesario fomentar entre los más jóvenes hábitos que ayuden a generar menos ruido
La exposición a sonidos elevados durante un tiempo prolongado hace que esta población esté en riesgo de pérdida auditiva
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Un 39,18% de los españoles se expone a diario a ruidos fuertes e intensos, el 23,7% siendo consciente de que no es lo mejor para sus oídos, y un 15,4% sin saber si resultan perjudiciales. Estos datos se desprenden de “Escuchar para cambiar el mundo: la importancia de la audición en España”, realizado por Oticon, empresa especializada en el desarrollo de audífonos, y que ha dado a conocer con motivo del Día Internacional de Concienciación contra el Ruido (27 de abril).
De hecho, en España la contaminación acústica provoca cada año más de 1.000 muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones derivadas. Además, más de 2 millones de personas sufren problemas relacionados con el descanso nocturno, según se desprende de un informe sobre contaminación acústica ambiental de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Entre la población más afectada se encuentran grupos vulnerables, como ancianos, embarazadas, personas de bajos recursos y aquellas con enfermedades previas, pero también los más jóvenes.
Pérdida auditiva en jóvenes
Los expertos consideran que la pérdida auditiva afectará cada vez más a los jóvenes españoles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe World Report on Hearing, expone que actualmente más de un billón de jóvenes está en riesgo de padecer pérdida auditiva. Según se desprende de este estudio, el 50% de las personas de entre 12 y 35 años corre el riesgo de ver deteriorada su capacidad auditiva con el paso del tiempo debido a una exposición a ruidos elevados durante un tiempo prolongado.
El 50% de las personas de entre 12 y 35 años corre el riesgo de ver deteriorada su capacidad auditiva con el paso del tiempo debido a una exposición a ruidos elevados durante un tiempo prolongado.
Según la OMS, el 50% de los adolescentes y jóvenes de países de ingresos medianos y altos están expuestos a niveles de ruido perjudiciales como la escucha de música con auriculares en los dispositivos de audio personales y alrededor del 40% de exposición al ruido procede de lugares de ocio. En definitiva, se calcula que 1.100 jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición.
Se calcula que 1.100 jóvenes de todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición.
En España, el 50% de los jóvenes de 18 a 24 años, y el 43% de los que tienen entre 25 y 34 se exponen a diario a ruidos fuertes, 11 y 4 puntos por encima de la media nacional, respectivamente, según los datos de “Escuchar para cambiar el mundo". “Los jóvenes están expuestos de forma continua ya sea a través de los auriculares con los que escuchan música o en bares y discotecas. La simple asistencia a un concierto puede provocar que la persona tenga después una sensación de ensordecimiento o acúfenos. Si después esa exposición es regular y mantenida en el tiempo, se puede ir generando un daño en las células sensoriales auditivas que puede dar lugar a una pérdida auditiva irreversible”, explica José Sergio Álvarez, audiólogo y jefe de Formación de Oticon.
"No cuidar la audición en la juventud puede acelerar la aparición futura de la pérdida auditiva relacionada con la edad o hipoacusia”.
Si esto ocurre, se verán afectados los sonidos agudos de alta frecuencia en primer lugar. “Por eso es posible que al principio pueda pasar desapercibida. Sin embargo, puede aumentar de forma progresiva si la exposición es continuada. Hay que tener en cuenta que no cuidar la audición en la juventud puede acelerar la aparición futura de la pérdida auditiva relacionada con la edad o hipoacusia”, apunta. No hay que olvidar que en un concierto se puede llegar a soportar hasta 100 dB, escuchar música con auriculares puede superar los 90 dB y estar en un bar puede llegar a alcanzar los 80 dB.
En un concierto se puede llegar a soportar hasta 100 dB, escuchar música con auriculares puede superar los 90 dB y estar en un bar puede llegar a alcanzar los 80 dB.
Dispositivos musicales
En este mismo sentido, cabe destacar el "II Estudio de hábitos de cuidado auditivo", elaborado por GAES, del que se desprende que la mitad de las personas entre 25 y 35 años prefiere trabajar con música, un 62% se relaja con sonido con lugar de hacerlo en silencio y un 93% escoge realizar deporte escuchando música. El documento indica, además, que 4 de cada 10 jóvenes reconoce escuchar música a un volumen alto, por encima de los 60 decibelios recomendados.
4 de cada 10 jóvenes reconoce escuchar música a un volumen alto, por encima de los 60 decibelios recomendados.
“El problema es que, en la mayoría de los casos, este daño se produce poco a poco, sin que nos demos cuenta de ello. El hecho de no ser conscientes hace que no se le dé importancia hasta que ya es demasiado tarde”, afirma Francesc Carreño, audiology and quality manager de GAES.
La prevención es fundamental para evitar problemas auditivos. “En este sentido, es muy importante que se adquieran unos hábitos que ayuden a generar menores niveles de ruido y acostumbrarnos a protegernos cuando no podemos evitarlos. Lo que es realmente necesario es incidir en la importancia de controlar el volumen de los dispositivos electrónicos para no superar el umbral de decibelios recomendado. Para ello, actualmente contamos con tecnología capaz de regular el sonido y que nos advierte de la intensidad cuando se supera la franja máxima establecida” advierte Francesc Carreño.
Fuentes de ruidos fuertes
Otra de las fuentes de ruidos intensos y fuertes es la que tiene que ver con el tráfico de las grandes ciudades o de las industrias. Así, según el estudio “Escuchar para cambiar el mundo”, el 27% de las personas que viven en ciudades con entre 50.000 y 200.000 habitantes se exponen a diario a sonidos intensos y son conscientes de que no es lo mejor para sus oídos, situándose 4 puntos por encima de la media nacional. “El ruido procedente de los coches, los aviones o trenes puede impactar también en nuestra salud auditiva. De hecho, el tráfico por carretera es la principal fuente de contaminación acústica en Europa”, señala el audiólogo de Oticon.
El 27% de las personas que viven en ciudades con entre 50.000 y 200.000 habitantes se exponen a diario a sonidos intensos y son conscientes de que no es lo mejor para sus oídos.
De forma paralela, determinados trabajos implican la exposición a ruidos fuertes aunque en general, los que trabajan están más expuestos que los que no: el 43% de los que trabajan se exponen a ellos de forma continuada, frente al 31% que no lo hacen, según el estudio.
“Algunas profesiones como la de los militares, agentes de policía, trabajadores de la construcción, trabajadores industriales, granjeros, dentistas o profesores de guardería están expuestas de forma continua a ruidos fuertes o intensos que pueden producir pérdida auditiva producida por ruido, por lo que es importante que empleen protectores auditivos en su jornada laboral”, afirma José Sergio Álvarez.
Los cántabros, los valencianos, los extremeños y los madrileños los que más se exponen a ruidos fuertes e intensos a diario.
En cuanto a las comunidades autónomas, son los cántabros, los valencianos, los extremeños y los madrileños los que más se exponen a ruidos fuertes e intensos a diario, superando en el primero de los casos los 15 puntos sobre la media nacional.
Consejos para cuidar la audición
El equipo de audiólogos de Oticon ofrece cinco consejos para evitar las consecuencias del ruido sobre la audición:
- Mantener un volumen bajo y emplear niveles seguros de exposición al ruido: se recomienda que sea inferior a 85 dB para una duración máxima de 8 horas diarias.
- Reducir el tiempo de exposición: se pueden hacer descansos para reducir la duración total de exposición, alejarse de la fuente de ruido (por ejemplo, altavoces) y disminuir el tiempo de uso de los dispositivos de audio personales.
- Prestar atención a las señales de alerta de pérdida auditiva: es importante que ante una sospecha se acuda a un profesional especializado en audiología para que pueda evaluar la capacidad auditiva y determinar la solución en cada caso.
- Revisar la audición de forma periódica: se recomienda revisar la audición al menos una vez al año, sobre todo aquellas personas más vulnerables que mantengan una exposición continuada a ruidos fuertes.
- Evitar la producción de ruido: a diario generamos una gran cantidad de ruidos, en muchos casos, innecesarios. Es importante respetar el silencio de los demás, por lo que, entre todos debemos contribuir en la medida de lo posible, a reducir la contaminación acústica: reducir la velocidad del tráfico en las ciudades, emplear electrodomésticos silenciosos, etc.