Se ha convertido en una referencia pionera del valor de la autorregulación desde hace dos décadas.
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Farmaindustria ha aprobado en su Asamblea General una actualización del Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, que entrará en vigor el próximo 1 de enero. Responde al propósito de adecuar el Código a la evolución del sector farmacéutico, que se caracteriza por su dinamismo e innovación, y al compromiso de mejora continua del marco deontológico de actuación de las compañías.
Tal y como explica explica José Zamarriego, director de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria, “confianza, integridad, respeto, legalidad, transparencia y prevención han sido los ejes del Código desde hace dos décadas, pero hemos querido explicitarlos para hacer aún más patente ante la sociedad las bases de nuestro compromiso con todos los agentes con los que interactuamos y con el conjunto de la sociedad". Asimismo, asegura que "hemos dado pasos pioneros y de estímulo para otros sectores, especialmente en el campo de la transparencia, y nuestra intención es seguir evolucionando para hacer de nuestro sector una referencia de comportamiento ético”.
En esta ocasión se incorporan un conjunto de recomendaciones en materia de actividades informativas sobre medicamentos de prescripción y de relaciones con los medios de comunicación, y aclara y matiza la responsabilidad de las compañías farmacéuticas en el entorno digital y en la utilización de las redes sociales. Además, y entre otros aspectos, establece criterios y pautas de actuación adicionales aplicables en relación con los servicios prestados por profesionales sanitarios o por organizaciones sanitarias.
El Código de Buenas Prácticas, consolidado a lo largo de dos décadas a través de las sucesivas actualizaciones, y reconocido por la exigencia y transparencia en la aplicación y seguimiento de su articulado, se ha convertido en una referencia pionera del valor de la autorregulación como instrumento para la evolución deontológica de un sector tan complejo y regulado como el de la industria farmacéutica.
Una apuesta por la transparencia
El Código ha implicado desde su nacimiento la publicación de las sanciones y mediaciones en aplicación de sus principios. Posteriormente se incluyó también la publicación de todas las colaboraciones entre compañías farmacéuticas y organizaciones de pacientes. Y desde hace unos años se incluye también la publicación por parte de las compañías de todas sus colaboraciones con organizaciones y profesionales sanitarios. España es el único país de Europa que exige la publicación individualizada de todas estas colaboraciones a través de un modelo de autorregulación.