La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha publicado una serie de medidas con las que pretende anticiparse a un posible escenario de desabastecimiento de antimicrobianos como el que se produjo durante los meses más fríos del año pasado. A ellas se les pueden sumar otras promovidas por los diferentes estados miembros, entre las que se encuentra la formulación de medicamentos en las farmacias.

Si bien la escasez de ciertas medicinas ha sido un problema recurrente a lo largo de los últimos años, este se agudizó con la pandemia de la COVID-19 y el estallido de la guerra en Ucrania. Además, a ello se unen otros factores habituales, como la falta de rentabilidad de ciertos fármacos, el encarecimiento de las materias primas o el incremento puntual de la demanda, entre otras. Esta confluencia de circunstancias desembocó, el invierno pasado, en serios problemas para obtener productos como la amoxicilina o el paracetamol en países europeos como Reino Unido, Francia o España.

“Aunque las causas son multifactoriales, no podemos olvidar que disponemos de herramientas muy potentes para paliar los desabastecimientos, entre las que destaca la formulación de medicamentos en las farmacias".

Para evitar que esto vuelva a producirse, la EMA ha realizado una serie de propuestas a los distintos miembros europeos entre las que destacan el aumento de la producción de antibióticos clave, la supervisión de la oferta y de la demanda y la promoción en el uso prudente de los antimicrobianos.

“Aunque las causas son multifactoriales, no podemos olvidar que disponemos de herramientas muy potentes para paliar los desabastecimientos, entre las que destaca la formulación de medicamentos en las farmacias”, señala Francesc Balletbó, director general de Acofarma. Según este directivo, se trata de un recurso infrautilizado, “aunque poco a poco va ganando terreno debido a la función esencial que puede desarrollar”.

"Se trata de un recurso infrautilizado, aunque poco a poco va ganando terreno debido a la función esencial que puede desarrollar".

De hecho, es posible recurrir a esta práctica no tan sólo ante la escasez de fármacos, sino también en casos de falta de comercialización de un medicamento o de no disponibilidad de la dosis o del vehículo adecuado en especialidades como pediatría, cuidados paliativos o veterinaria. A pesar de estas ventajas, los profesionales médicos encuentran trabas a la hora de prescribirlos, ya que la elaboración de medicamentos personalizados suele ser la última opción a la que se recurre por ley, por detrás de la importación de productos extranjeros o la prescripción de otras medicinas con la misma indicación, por ejemplo. Sin embargo, el uso de la formulación magistral en estos casos representa una solución para el acceso a fármacos que cumplen con las mismas garantías de seguridad y de calidad que los medicamentos industrializados.

"En este sentido, desde Acofarma proveemos a las farmacias de materias primas para la elaboración de medicamentos personalizados”, señala Balletbó. “Con más de 75 años de historia, el laboratorio pone a disposición de los formuladores más de 2.500 artículos, y garantizamos la seguridad de todas nuestras materias primas desde su fabricación hasta el envasado, asegurándonos del riguroso cumplimiento tanto de las normas GMP como de los requisitos exigidos por las farmacopeas europeas y americana”, concluye Balletbó.