
Los senolíticos son moléculas o compuestos capaces de eliminar selectivamente las células senescentes
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Los senolíticos son moléculas o compuestos capaces de eliminar selectivamente las células senescentes, que son aquellas que han dejado de dividirse pero que permanecen en el organismo generando un entorno inflamatorio y tóxico para el tejido circundante. Se las ha llegado a conocer como “células Zombi” pues no están ni muertas ni vivas y, sin embargo, pueden afectar a las de su alrededor.
Las células senescentes aparecen como resultado del daño celular acumulado: estrés oxidativo, radiación, replicación excesiva. En un principio, este proceso es una estrategia de defensa natural del organismo para evitar que células dañadas se dividan sin control y generen tumores. El organismo cuenta con sistemas inmunitarios (principalmente células natural killer y macrófagos) que identifican y eliminan células senescentes.
Es decir, un cierto grado de senescencia es positivo. Sin embargo, con la edad, estos mecanismos se debilitan, funcionan peor y muchas de estas células escapan a esa vigilancia, acumulándose en tejidos clave y secretando factores inflamatorios. Este entorno contribuye al desarrollo de enfermedades asociadas al envejecimiento como la arteriosclerosis, la artrosis, el deterioro cognitivo, la fibrosis pulmonar y otros procesos degenerativos.
Los senolíticos actúan aquí identificando y forzando la muerte programada de estas células senescentes, lo que permite que los tejidos se "limpien" y funcionen de manera más eficiente.
Resultados prometedores en ensayos con animales
Explica el proceso Alfonso Galán, director médico de Neolife, firma especializada en antienvejecimiento, para quien nos encontramos ante una terapia muy prometedora para la medicina preventiva. En modelos animales se ha demostrado que la eliminación periódica de células senescentes mejora la función cardiovascular, renal, pulmonar y cerebral, y aumenta la expectativa de vida saludable. En humanos, en cambio, la investigación de la terapia con nuevos senolíticos, más selectivos, menos tóxicos y con mayor capacidad de penetración en tejidos específicos, se encuentra en una fase incipiente.
Uno de los estudios pioneros en humanos fue publicado en EBioMedicine en 2019, y en él se administró una combinación de dasatinib, un fármaco antineoplásico, que se usa para algunos tipos de leucemida, y quercetina (un flavonoide presente en algunas frutas) en pacientes con fibrosis pulmonar idiopática. El resultado fue una mejora en la función física y una reducción de biomarcadores inflamatorios.
Otros estudios preliminares han mostrado resultados prometedores en diabetes tipo 2, insuficiencia renal crónica y osteoartritis, aunque se necesitan más ensayos controlados y a largo plazo para confirmar la eficacia.
Para conocer el grado de senescencia de cada persona, cuenta el experto antiage, no existen marcadores específicos, pero sí se puede analizar una serie de valores, entre los que se encuentran las oxilipinas (compuestos derivados de la oxidación de ácidos grasos poliinsaturados). Ahora bien, estos test no se encuentran disponibles para tratamientos rutinarios.
Alimentos con propiedades senolíticas
Los senolíticos naturales se encuentran también en algunos alimentos. Desde Neolife citan algunos compuestos naturales con acción senolítica parcia que incluyen la fisetina, presente en fresas, manzanas, uvas y cebollas, o la quercetina, que se encuentra en cebollas rojas, manzanas, té verde, brócoli y uvas.
Aunque en alimentos se encuentran en concentraciones menores, la dieta rica en estos compuestos puede contribuir a un entorno celular más saludable.
En cuanto a una posible suplementación, Alfonso Galán cita de nuevo la fisetina y añade la quercetina “que tienen un perfil de seguridad elevado y evidencia preclínica robusta”.
La fisetina, en modelos animales, ha demostrado reducir significativamente la carga de células senescentes y aumentar la longevidad. En humanos, aún se estudia la dosis óptima, pero se ha utilizado en protocolos intermitentes (por ejemplo, 20 mg/kg/día durante 2-3 días al mes).
La quercetina tiene acción antioxidante, antiinflamatoria. Combinada con fisetina o dasatinib, potencia su efecto senolítico.
Ambos compuestos son de bajo riesgo, pero, advierte el doctor, deben utilizarse con criterio y seguimiento profesional, especialmente si se combinan con otras terapias.