Margarita Alfonsel, secretaria general de la Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
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Si hace tiempo me hubiesen preguntado qué tienen en común una federación de empresas de tecnología sanitaria, un grupo logístico y una compañía aérea, sin dudarlo, habría respondido que muy pocas cosas. Pero tras dos meses de pandemia por la propagación del Covid-19, mi respuesta a esa pregunta es que existen muchos más aspectos en común de los que a priori hubiésemos pensado.
Desde comienzos del mes de marzo, con el estallido de esta terrible crisis sanitaria, en Fenin afrontamos semanas de intensísimo trabajo, identificando empresas que pudieran suministrar productos sanitarios a nuestro país, ampliando y reconvirtiendo líneas de producción, buscando fabricantes en el exterior, agilizando los trámites relacionados con las importaciones y un largo etcétera.
Puedo dar fe de que en esas semanas mi teléfono registraba un número ingente de llamadas diarias, pero una de ellas, del Grupo Oesía, supuso el punto de partida para la creación de un Corredor Aéreo Sanitario. Una iniciativa que nació con el fin de paliar la falta de productos sanitarios en España para combatir al Covid-19, y que finalmente pudo materializarse gracias a la suma de Iberia y de sus aviones. Una semana después de esa llamada toda la operativa del Corredor estaba diseñada y en funcionamiento, gracias en buena parte a la involucración de cuatro ministerios.
Todo ello permitió que el 30 de marzo viviéramos con emoción y, por qué no admitirlo, con gran tensión, la llegada a España del primer vuelo de nuestro Corredor Aéreo Sanitario. Un avión que aterrizó cargado de toneladas de productos sanitarios, acercando mucho más que nunca y en el peor momento de esta crisis, los más de 10.000 kilómetros que separan Madrid de Shanghái.
Han pasado más de dos meses desde ese día, nuestro Corredor Aéreo ha operado ya más de veinte vuelos y es un orgullo haber sido capaces de traer a España millones de productos como mascarillas, equipos de protección, respiradores, etc.
A lo largo de casi veinte años como secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), he tenido que hacer frente a numerosos retos, pero ninguno de ellos es comparable a esta terrible pandemia. Esta crisis ciertamente nos ha puesto a prueba, pero también nos ha enseñado algunas cosas, entre ellas, que en tiempos de crisis no caben el compromiso parcial o la dedicación intermedia. Por el contrario, ante este tipo de situaciones es preciso salir del área de confort y utilizar a grandes dosis nuestra creatividad, nuestra resiliencia empresarial y la confianza en uno mismo. Porque cuando se utiliza esta receta surgen soluciones como nuestro Corredor Aéreo Sanitario. Una alianza inédita entre tres organizaciones, sin duda, tan dispares en otros tiempos, como complementarias en los actuales.
Les animo a que hagan lo mismo y se atrevan a pensar más allá de lo que se espera de ustedes, les garantizo que el resultado será extraordinario.