Debido al incremento de la demanda de materiales sanitarios a causa de la pandemia de Covid-19, en Cardivais, a través de nuestra planta del Parque Tecnológico de Málaga, priorizamos el refuerzo de la capacidad de producción y el desarrollo de nuevos equipos de protección para garantizar la seguridad de los profesionales de la salud. Nuestro compromiso con el sector sanitario es firme y, cuando los proveedores habituales dejaron de suministrar, en España teníamos la maquinaria, instalaciones y personal preparados para reaccionar.

Somos los únicos fabricantes de este tipo de material sanitario de ámbito nacional que nos ocupamos de todo el proceso productivo, lo que nos ha permitido minimizar los riesgos ante problemas de abastecimiento y cumplir los estándares de calidad más exigentes.

Ahora que recobramos el consumo normal, hemos recuperado la producción en la fábrica de Cardivais en Shanghái (China), inaugurada en 2010 y 100% española. Al mismo tiempo, la planta de Málaga continua con la fabricación de packs quirúrgicos de forma regular, como hizo en los momentos más difíciles de la pandemia. En ambos lugares, el control lo efectúa un equipo de expertos con más de 30 años de experiencia, asistido por la tecnología más avanzada y con la certificación de todos sus productos y procesos.

El plegado y otras actividades hacen que las batas tengan un alto componente humano y, por lo tanto, un elevado impacto de mano de obra en el precio final. Teniendo en cuenta los costes laborales en España comparados con los de otros países, principalmente China, Turquía y norte de África, la producción española es poco competitiva en condiciones normales.

Las líneas de producción en España han quedado paradas y la capacidad de reacción ante futuras crisis será de nuevo muy limitada. Probablemente, volveremos a la situación que vivimos en marzo del año pasado. Aunque se ha puesto en marcha una iniciativa de acuerdo marco para establecer una reserva estratégica, la fabricación de las empresas adjudicatarias se hace en China con lo que, en caso de necesidad, no llegaría hasta, al menos, treinta días después.

Para mantener la industria viva sería necesario que un cambio de perspectiva para que el mercado nacional cubriera parte de sus necesidades habituales con productos fabricados en España.

A pesar de que esto pueda suponer un sobrecoste, generaría puestos de trabajo y pondría dinero en circulación en el sistema sanitario español. Merece la pena explorar fórmulas para considerar las batas quirúrgicas como producto estratégico: nuestra salud y nuestro tejido industrial serían los grandes beneficiados.

Continuaremos con la fabricación de packs quirúrgicos y estaremos preparados para garantizar el suministro de material de protección si vuelve a generarse una situación así o si cambian las condiciones socioeconómicas con respecto a la fabricación local de estos productos. Todos nos hemos enfrentado a nuevos escenarios con motivo de la pandemia y en Cardivais hemos dirigido toda nuestra experiencia y esfuerzo, y lo seguiremos haciendo, a minimizar el efecto de la crisis sanitaria y procurar el bienestar de aquellos por quienes trabajamos.