Opinión3 de octubre, 2021
Carlos Macaya, presidente de la FEC: "Prevención: una asignatura pendiente que puede evitar muertes prematuras por enfermedad cardiovascular"
Durante todo el año, la FEC trabaja para educar, prevenir e investigar en salud cardiovascular.
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El pasado 29 de septiembre se celebró el Día Mundial del Corazón, promovido a nivel mundial por la World Heart Federation (WHF), para concienciar sobre la importancia de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares. Conviene recordar que estas enfermedades son la primera causa de muerte en el mundo, con 18,6 millones de fallecimientos al año, representando el 31% del total de defunciones. Afortunadamente, también es importante subrayar que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de los infartos de miocardio y de los accidentes cerebrovasculares prematuros son prevenibles. De ahí la importancia de promover la salud cardiovascular.
Los factores de riesgo cardiovascular son aquellos que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una de estas enfermedades. Por un lado, tenemos los factores de riesgo no modificables como el sexo, la herencia genética, la edad, los antecedentes personales de enfermedad cardiovascular o la raza. Y por otro, los que sí son modificables, entre los que se encuentran el colesterol elevado, la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, la diabetes tipo 2, el estrés y el alcohol. En los últimos años, la contaminación del aire también se ha posicionado como un importante factor de riesgo cardiovascular con conocidos efectos nocivos para la salud de nuestro corazón.
Está demostrado que la personas con niveles de colesterol en sangre superior a 240 mg/dl multiplican por dos las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio en comparación con quienes mantienen cifras por debajo de 200. El tabaco multiplica por seis las posibilidades de sufrir un infarto entre los jóvenes, la falta de ejercicio se asocia a un 10% de las muertes prematuras, en especial las cardiovasculares, y el estrés en el trabajo aumenta en un 23% el riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Además, no podemos considerar estos factores como riesgos independientes y sumatorios, sino que la presencia de dos o más de ellos multiplica exponencialmente el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.
Estos son solo algunos de los datos que demuestran la necesidad de actuar sobre los factores de riesgo cardiovascular modificables en cualquier etapa de la vida, pero con más empeño si cabe desde la infancia. En la Fundación Española del Corazón (FEC) realizamos hace unos años un informe que analizaba la importancia de prevenir los factores de riesgo cardiovascular que se inician en la niñez y que repercutirán negativamente en la edad adulta.
Durante todo el año, pero especialmente en torno al Día Mundial del Corazón, la FEC trabaja para promover la educación, la prevención y la investigación en salud cardiovascular. Bajo ese objetivo, la próxima semana organizaremos varias jornadas, que podrán seguirse en directo a través de nuestra página web (fundaciondelcorazon.com), en las que abordaremos con expertos de primer nivel temas como la relación entre la salud bucodental y la salud cardiovascular, la muerte súbita y la importancia de saber practicar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) o cómo es posible comer de forma saludable fuera de casa.
Por otro lado, como ejemplo máximo del compromiso de la FEC con la promoción del ejercicio físico, hemos celebrado un año más la Carrera Popular del Corazón. Con este evento, la FEC dará por concluidas todas las actividades realizadas en torno al Día Mundial del Corazón con la ilusión de haber contribuido a difundir hábitos de vida cardiosaludables entre la población.