Carlos M. Atienza Vicente, director del Área de Mercado de Salud del Instituto de Biomecánica (IBV).
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La pandemia del coronavirus ha abierto los ojos a muchos sectores industriales, situación que obviamente se ha agudizado en el ámbito de la salud. Un virus que ha puesto en jaque a la población, pero también a la economía, y ha planteado una serie de nuevos retos que sólo se podrán resolver si toda la cadena de valor de este sector trabaja de forma coordinada y organizada para conseguir dar un salto tecnológico verdaderamente diferencial.
El sector necesita, en primer lugar, transformar de forma disruptiva la atención médica convencional hacia un modelo digitalizado y a distancia donde el paciente sea el centro del sistema. El desarrollo de soluciones para la sensorización y análisis de datos masivos, la incorporación de la inteligencia artificial (IA), así como la integración de asistentes virtuales son algunas de las claves para poder conseguirlo. Estas nuevas herramientas conectarán al ciudadano con los profesionales sanitarios de forma más eficiente.
También es necesario que afrontemos el reto de pasar de una medicina reactiva a otra preventiva, avanzando en nuevas técnicas de detección, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, así como en la aplicación de tecnologías y materiales avanzados.
El sector lleva décadas innovando con nuevas técnicas de diagnóstico basadas en imagen médica, pero en este momento es necesario desarrollar, por ejemplo, nuevos sistemas de software basados en IA para la predicción de patologías o para la predicción de efectos adversos en farmacología, etcétera, para superar este reto.
Otra de las patas para conseguir esta transformación se encuentra en potenciar la formación y cualificación de profesionales y personal cualificado de las empresas para adaptarse a las nuevas demandas sociales y a los retos tecnológicos y de certificación en el Sector Salud.
Y todo ello se debe conseguir reduciendo las emisiones de CO2 y el uso de combustibles fósiles en el sector. En este punto, es preciso investigar por ejemplo en la reutilización de los materiales que provienen de implantes y ortesis retiradas o del material plástico que se genera en grandes cantidades en los hospitales. Pero también aplicar nuevas soluciones eficientes para conseguir una alta eficiencia energética en salud.
Ejemplos de ello son la disminución del uso de fuentes de energía no renovables en los hospitales; el estudio del análisis de ciclo de vida de los productos, procesos y tecnologías; o el empleo de equipos y máquinas más eficientes en las líneas de producción.
Para superar por tanto todos estos retos, necesitábamos sustituir las acciones disgregadas e independientes de las empresas y los profesionales del sector salud por una mayor cooperación, marcando unos objetivos comunes y uniendo fuerzas para alcanzarlos, que es el origen del proyecto tractor DIGITHEALTH23.
Se trata de la mayor iniciativa española de estas características organizada hasta la fecha para dar un salto tecnológico diferencial en el sector industrial salud, con un presupuesto de 129,1 millones de euros para el periodo 2021-2023.
Una propuesta abierta, en la que actualmente participan más de 40 empresas de seis comunidades autónomas (Comunidad Valenciana, Cataluña, Comunidad de Madrid, Andalucía, Galicia e Islas Baleares), que generará hasta 400 nuevos puestos de empleo directo cualificado, y permitirá por otra parte mantener más de 1.500, entre sus principales cifras.
DIGITHEALTH23 es una iniciativa impulsada tecnológicamente por el Instituto de Biomecánica (IBV) y AVS Consulting para conseguir una renovación completa en toda la cadena de valor de este sector, mediante la transformación digital y ecológica, apostando por el desarrollo de proyectos de innovación.
El proyecto tractor DIGITHEALTH23 supone dar un salto tecnológico en toda la cadena de valor del Sector Salud, involucrando a usuarios (sanidad, profesionales, personas); proveedores (hospitales, farmacias, laboratorios médicos); estructuras de I+D+i (fundaciones de investigación sanitaria, centros tecnológicos, centros de investigación); y empresas (fabricantes de productos y equipos, así como distribuidores).
En definitiva, esta unión de toda la cadena de valor va a suponer una profunda transformación al apostar por proyectos en las líneas de innovación comentadas anteriormente. Un cambio disruptivo con el horizonte puesto en 2023 y toda la esperanza depositada en que la unión de esfuerzos nos llevará a conseguirlo. Toda la información se puede consultar en www.digithealth23.com