Una duda que está surgiendo con respecto a la vacunación frente al SARS-COV-2 es si puede afectar a la fertilidad. A día de hoy, no hay evidencias de un efecto nocivo de las vacunas en la fertilidad frente a la COVID-19 . Por un lado, la población en edad de concebir se ha vacunado hace poco más de un mes y no tenemos datos suficientes. Únicamente, sabemos que hay algunos efectos mínimos en la menstruación y las mamas, que son puntuales.

Además, en la ficha técnica de las distintas vacunas no se recoge ninguna información concluyente al respecto. Estas mínimas alteraciones están siendo objeto de estudio en España, por ejemplo, por la Universidad de Granada, sin que de momento se tengas conclusiones definitivas. Por ello, a día de hoy no se puede afirmar que las vacunas aumenten la infertilidad en mujeres porque no hay ninguna evidencia que lo ratifique.

En cuanto a los hombres, en EEUU hay un estudio realizado en semen pre y post vacuna y no se ha descrito ninguna alteración en hombres. Y en el grupo de adolescentes tampoco hay ninguna evidencia que demuestre un aumento de la infertilidad debido a la vacuna, por tanto no deberían preocuparse.

Volviendo a las mujeres y en lo relativo a la regularidad del ciclo menstrual, hay que matizar que este es muy sensible a los factores externos. De hecho, está comprobado que periodos de estrés o un cambio de alimentación favorecen alteraciones en la menstruación de las mujeres de forma recurrente, por lo que, a priori, tampoco en esta ocasión debería preocuparnos. 

Las alteraciones puntuales del ciclo podrían tener relación con algún componente de la vacuna, dado que la lógica nos dice que no se deberían a un motivo fisiológico. No obstante, por ahora, los casos conocidos hablan de alteraciones de la menstruación uno o dos meses, tras la vacunación en algunas mujeres y ahí debería finalizar. Si estas alteraciones persisten, es conveniente que la mujer que lo padezca acuda a su ginecólogo de momento parece algo muy puntual.

Aunque no hay evidencia científica por ahora en la que apoyarnos, sí sabemos que un 77% de los casi 33.000 efectos adversos tras los pinchazos, según recoge el último informe de Farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que recopila datos hasta el 20 de julio, se produce en mujeres. La mujer es quien más registra efectos adversos en general, incluyendo dolores de cabeza, hinchazón de brazo o fiebre.

En donde sí hay que prestar especial atención es los casos de mujeres embarazadas. De hecho, a diferencia de la relación entre vacunación y fertilidad, en estas situaciones sí hay evidencia de que las embarazadas pueden tener un proceso más agresivo si se contagian de COVID19 e incluso partos prematuros.

Por tanto, hay un acuerdo general  en la comunidad científica sobre la indicación de que esta población se vacune lo antes posible y en cualquier momento de la gestación, y se recomienda la vacunación con inmediatez si se está en proceso de búsqueda de embarazo. Tenemos información de la vacunación en Estados Unidos, que ha ido más acelerada, donde se ha visto que las mujeres embarazadas que se han vacunado en cualquier momento de la gestación han tenido un desarrollo del embarazo totalmente normal.

De hecho, una mujer tanto si está embarazada como si busca un embarazo se debe vacunar cuanto antes y ser muy estrictos con las medidas de prevención por las complicaciones descritas anteriormente para evitar contagiarse de COVID-19 .

En lo que se refiere a las mujeres que se estén sometiendo a un tratamiento de fertilidad, también debe vacunarse lo antes posible, y además en estas circunstancias recomendamos la medicina preventiva. Así, igual que aconsejamos vacunarse de la rubeola o completar cualquier vacunación que antes del embarazo que se haya quedado con pauta incompleta, también es recomendable vacunarse de COVID-19. 

Otro aspecto que debe saber toda embarazada o lactante es que a la hora de vacunarse debe decirlo, aunque no para deliberar sobre la vacuna en sí, sino para que la pongan la vacuna adecuada. Por ejemplo, en mujeres lactantes se recomienda la vacuna ARNm, que son Pfizer o Moderna. Es muy recomendable en mujeres lactantes la vacuna porque además le pasan los anticuerpos contra la COVID-19 al feto y esto le protege. Es decir, cuando una madre lactante se vacuna, vacuna a su hijo también.

Esto sucede también con las mujeres embarazadas, ya que se ha podido detectar anticuerpos en recién nacidos de madres que previamente habían sido vacunadas. Esta singularidad se debe a que, a través de la placenta, se produce un paso de anticuerpos contra la COVID-19 de la madre al feto.

Por último, añadir que en las recomendaciones hechas por las casas farmacéuticas que están comercializando las vacunas de las que disponemos en España a día de hoy, no se hace ninguna referencia a ningún tipo de contraindicación o alteración en la eficacia de las mujeres que están tomando anticonceptivos hormonales y son vacunadas. Por lo que en principio, a día de hoy no existe ninguna evidencia científica que nos haga pensar que la vacuna esté contraindicada a personas que toman anticonceptivos.