Opinión30 de agosto, 2020
El compromiso de la industria farmacéutica en la lucha contra la resistencia a los antibióticos
Jorge Beleta, director de Relaciones institucionales de I+D en Almirall.
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En los últimos tiempos estamos asistiendo al fenómeno, cada vez más generalizado, de la resistencia a los antibióticos, un hecho que sin duda supone una gran amenaza para nuestra salud a nivel global.
Tal y como alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada vez es mayor el número de infecciones cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos, haciendo que aumente la mortalidad causada por este tipo de enfermedades. Al coste sobre la salud se añade un impacto económico, ya que la resistencia a los antibióticos hace que se prolonguen las estancias hospitalarias y se incrementen notablemente los costes médicos.
La evidencia científica disponible indica que la aparición de resistencia a un antibiótico determinado viene favorecida, fundamentalmente, por la frecuencia con que éste se utiliza. A mayor uso, mayor probabilidad de que un determinado microbio genere resistencia y prolifere hasta desplazar a los que siguen siendo sensibles al tratamiento.
A la necesaria utilización de antibióticos con fines terapéuticos se añaden otros factores que agravan el problema de manera evitable. Podemos citar el uso innecesario y generalizado de antibióticos para tratar infecciones que pueden ser atajadas por otros medios; la interrupción de tratamientos antibióticos una vez iniciados; o incluso, la ingesta de antibióticos a través del consumo de animales, que favorecen, todos ellos, la aparición de microorganismos resistentes.
Actualmente, el abanico de antibióticos diferentes del que disponemos sigue siendo reducido y, por tanto, la necesidad de descubrir nuevos antibióticos es muy grande. Es por ello que la participación de la industria farmacéutica resulta imprescindible debido a su experiencia en el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos. Sin embargo, la búsqueda de nuevos antibióticos también presenta algunas dificultades debido a que cuanto mayor es la novedad que se aporte, menor será el uso que se deba hacer, a fin de minimizar y retrasar la aparición de resistencias contra el nuevo descubrimiento y salvaguardar su eficacia.
Almirall se une al AMR Action Fund
Para resolver esta contradicción se han establecido colaboraciones que aúnan el interés público y el conocimiento de la industria con fuentes de financiación suficientes para abordar con garantías de éxito un problema de esta magnitud. Un ejemplo de estas colaboraciones multilaterales es el AMR Action Fund, que se acaba de lanzar con el objetivo de tener de dos a cuatro nuevos antibióticos disponibles para los pacientes en 2030. Esta asociación pionera que aúna a más de 20 compañías biofarmacéuticas de todo el mundo y a la que Almirall se ha querido adherir, ha recaudado ya cerca de 1 billón de dólares de nuevos fondos para apoyar la investigación clínica y constituye un importantísimo avance que aspira a marcar la diferencia a nivel mundial en la práctica clínica al medio y largo plazo.
Se trata sin duda de un largo camino por recorrer, pero esta iniciativa, junto a la aplicación de nuevos modelos de recompensa dedicados a la innovación; la necesaria toma de conciencia y nuevos hábitos que reduzcan la exposición innecesaria a antibióticos, contribuirá al objetivo de poder seguir tratando enfermedades infecciosas por medio de fármacos eficaces y seguros.