Estamos viviendo una situación sin precedentes. Es evidente, pero cierto, que esta forma de analizar a lo que nos estamos enfrentando se ha convertido en un tópico. Esta vivencia nos ha cogido inicialmente con poca capacidad de respuesta y con escasos recursos para enfrentarnos a ella, ya que la situación no es comparable a otras vividas previas, ni como personas ni como médicos.

Es complejo, pero en el fondo una de las grandes virtudes del ser humano es la capacidad de adaptación y el desarrollo de un espíritu de supervivencia, por lo que hay que mirar al frente considerando esta situación como una oportunidad para reinventarnos y para ser creativos; lo que conlleva ser proactivos a la hora de enfocar los problemas, orientando nuestras acciones para encontrar soluciones.

Creo, y estoy orgulloso de ello, que la Asociación Española de Cirujanos (AEC) ha respondido con creces a lo que llevamos viviendo desde hace más de un año. En su momento, cuando más se necesitaban, se crearon protocolos de actuación basados en la poca evidencia que había y se consiguió difundir los mensajes a través de los medios que tenemos a nuestro alcance, que ni éramos conscientes de que existían.

De forma paralela, y sorprendentemente, hemos conseguido mantener el ritmo de dos actividades que estamos obligados a conservar como asociación científica para que nuestros cirujanos crezcan y se desarrollen correctamente como profesionales: la formación, con importantes proyectos online e incluso presenciales en la medida que la situación lo permitía, y la investigación, con becas y ayudas a la iniciación en la metodología científica. Sin duda, hemos conocido las redes y el poder de la comunicación que ofrecen para crecer y ser más fuertes estando al lado de nuestros cirujanos y de la sociedad, en general.

Además, siempre hemos pensado que la unión hace la fuerza, que los mensajes importantes deben ir apoyados con varias visiones y diferentes formas de aproximar el problema para que, de esta forma, tengan más valor.

En base a esta filosofía hemos conseguido encontrar en nuestros socios naturales, los anestesiólogos, los compañeros ideales en este viaje, con los hemos trabajado para enfrentarnos a estos tiempos. En ese sentido, la SEDAR (Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación) ha estado a nuestro lado para conseguir establecer protocolos para llevar a los quirófanos a los pacientes de forma segura, para transmitir a la población que el hospital es un sitio seguro y para dar una serie de mensajes a las instituciones con el objetivo de evitar que existan segundas víctimas de esta pandemia y sigan funcionando los circuitos diagnósticos para seguir operando y dando la respuesta que nuestra población necesita.

La vida seguirá con o sin Covid, y nuestro objetivo como médicos es cuidar a nuestra población. Por ello, necesitamos lanzar el mensaje de nuestra campaña conjunta en colaboración con Medtronic “Os Cuidamos”, hacerles saber que estamos ahí. Ese ha sido nuestro objetivo, estar al pie de la primera línea cuando nos han necesitado nuestros compañeros para luchar contra el Covid y, a la vez, estar en la retaguardia trabajando para que los pacientes no Covid tengan también la atención que necesitan.