La actualización recientemente publicada del ranking de innovación europeo (European Innovation Scoreboard) sitúa de nuevo a España como un país innovador moderado. Lo que nos hace plantearnos qué mecanismos concretos tenemos para impulsar la innovación, más allá de la financiación. Como directora del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología en Salud (EIT Health) en España, este es el reto que me quita el sueño y me hace levantarme cada mañana con ilusión.

No somos los más avanzados de Europa, sobre todo en cuanto a inversión en I+D y financiación pública y privada se refiere. Tampoco estamos a la cola, gracias a la magnífica producción científica, a nuestra cultura innovadora y a la capacidad de coordinar iniciativas internacionales importantes. Tenemos buenos elementos en cuanto a la gestión del sistema sanitario y su digitalización, pero esto, aunque es mucho, no basta para construir un escenario de futuro competitivo.

Estamos en un momento de definir estrategias y de hacer apuestas de futuro. La pandemia nos ha abierto los ojos. Tenemos que atacar ahora los tres grandes retos de la innovación en España de forma clara y coordinada.

En la coordinación y gestión está uno de los puntos débiles para los españoles. Es esencial que los mecanismos de ciudades innovadoras estén alineados con las especializaciones regionales (Smart specialisation) y con las prioridades geopolíticas del país. Y la salud, es claramente, un terreno de tremendo potencial de crecimiento para España. Los ‘hubs’ de innovación de Madrid, y especialmente Barcelona, han apostado abiertamente por el sector salud y bienestar (con más del 40% de captación de inversión en salud ref. Asebio, MWC y Biocat) y han conseguido posicionarse entre los 10 más importantes de Europa. Si algo tenemos que aprender de los avances americanos y chinos en el sector, es que más allá de líderes potentes e inspiradores, hay que apostar a lo grande y enfocar muy claro el tiro; intentar abarcarlo todo, agradar a todos, no definirse, nos lleva a no profundizar en nada y a seguir arrastrando una infraestructura subóptima.

El avance de la salud digital

El segundo reto es la digitalización: estandarización de los indicadores de resultados y procesos, pero, sobre todo, de identificadores digitales para poder hacer uso de la gran cantidad de datos que disponen los sistemas regionales en sus registros. No puede ser que haya autonomías donde no se entiendan los sistemas de medicina primaria y especializada y que no se crucen los datos de un mismo episodio médico. Andalucía, ha mostrado un ejemplo reconocido en Europa, de historia clínica electrónica completa y accesible al ciudadano. El siguiente paso, todavía pendiente, sería hacerla más sencilla para los algoritmos de inteligencia artificial.

El tercer objetivo es la incorporación del ciudadano como recurso activo, en el centro de la gestión. La ciudadanía debe estar presente como uno más en la toma de decisiones y es importante crear mecanismos para que pueda participar e involucrarse en el proceso, como hemos visto durante esta pandemia, como vemos en la encuesta a la sociedad civil liderada por Nuria Oliver liderada por Nuria Oliver en la Comunidad Valenciana. Es una pena, que no dispongamos de mecanismos que aseguren transparencia y calidad para incorporar al sector privado o la ciudadanía en los procesos de toma de decisión política.

En EIT Health identificamos éstas y otras reflexiones gracias a nuestro Think Tank que en 2019 se centró en el camino de la innovación en salud y recogió en un informe las experiencias en 7 países europeos. Desde nuestra red, formada por los principales agentes europeos de la salud, abordamos estos retos y contribuimos a que ese camino a la innovación sea más llano, rápido y eficiente. Facilitamos acceso al conocimiento, a mercados y a financiación, conectamos a todos los actores, educamos a profesionales y a ciudadanía para facilitar la adopción e impulsamos la creación de negocio apoyando start-ups y emprendedores.

Es importante abrir la puerta a Europa, no sólo como financiador sino como fuente de conocimiento y mercado. Cambiemos el foco y pensemos en grande. Tenemos muchas de las piezas necesarias para construir el futuro innovador del país.