El farmacéutico Adrián Pérez cuenta su odisea personal para irse de vacaciones este año.
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Con la llegada del calor también llegan las vacaciones, esto a las farmacias nos puede afectar de diferentes maneras, sobre todo dependiendo de la ubicación de dicha oficina de farmacia. En mi caso es cuando me suelen decir los clientes: “Bueno nos vemos en septiembre”, y se despiden hasta dentro de dos o tres meses.
Las farmacias de ciudad solemos perder muchos clientes que se van a pasar los meses de más calor a su segunda residencia, ya sea en la playa o en el pueblo.
Por el contrario, las farmacias que están situadas en esas zonas tienen mucho más trabajo. “Cinco personas trabajando y aun así con cola, y tu aquí solo”, eso me decía el otro día un cliente que venía de la playa.
"Las farmacias de ciudad solemos perder muchos clientes que se van a pasar los meses de más calor a su segunda residencia, ya sea en la playa o en el pueblo".
Antiguamente con las recetas de papel, antes de irse venían con el taco de recetas a por su medicación de todo el verano, pero ahora con la receta electrónica interoperable ya se puede recoger la medicación en cualquier lugar de España, por lo tanto, ya no hace falta que se lleven el cargamento desde aquí.
"Ahora con la receta electrónica interoperable ya se puede recoger la medicación en cualquier lugar de España, por lo tanto, ya no hace falta que se lleven el cargamento desde aquí".
Aun así, hay muchos que se llevan de aquí todo lo que pueden, porque dicen que las cajas que les dan en la farmacia del pueblo no les gustan. También suelen tener citas con el médico, y ya aprovechan y se llevan las cajas que sí les gustan de su farmacia habitual.
No solo se llevan medicinas, también es la época del año que más se venden productos como los protectores solares, antimosquitos, cosas para el mareo y para la diarrea…
Es cierto que, igual que se van los clientes habituales, también vienen otros nuevos, ya sean de paso porque están de vacaciones, como otros que suelen ser clientes de las farmacias cercanas, pero que como han cerrado por vacaciones, pues acuden a otra a por su medicación.
"No solo se llevan medicinas, también es la época del año que más se venden productos como los protectores solares, antimosquitos, cosas para el mareo y para la diarrea…"
Por otro lado, no solo se van de vacaciones los clientes, el personal de la farmacia también tiene derecho a descansar unos días. Ahí es cuando empiezan los dolores de cabeza de los titulares de la oficina de farmacia. Os voy a contar mi caso.
Como estoy empezando, actualmente cuento con la ayuda de un técnico en farmacia, entonces la principal solución es cerrar el negocio durante quince días y se acabó el problema. Sin embargo, cerrar durante ese tiempo implica muchas cosas, si cierras no facturas y además tus clientes van a seguir necesitando medicinas así que van a tener que ir a otra farmacia, y eso implica que puedes perderlos. Por ese motivo cerrar la farmacia no es una opción.
"Cerrar durante ese tiempo implica muchas cosas, si cierras no facturas y además tus clientes van a seguir necesitando medicinas así que van a tener que ir a otra farmacia, y eso implica que puedes perderlos".
Otra solución sería turnarnos, yo me voy quince días y ella otros quince días, el problema es que al ser técnico no puede quedarse sola en la farmacia, es decir, siempre tiene que haber un farmacéutico presente para que la oficina de farmacia pueda estar abierta. Por lo tanto, esta posibilidad también queda descartada.
Entonces queda una alternativa más, contratar a alguien. Parece una tarea sencilla, pero nada más lejos de la realidad. Para mi está siendo una auténtica odisea encontrar a esa persona ideal que sea trabajadora y a la vez trate bien a los clientes.
"Para mi está siendo una auténtica odisea encontrar a esa persona ideal que sea trabajadora y a la vez trate bien a los clientes".
Comencé a buscar en mayo, cuando mi anterior adjunta decidió dejarnos para abrir su propia farmacia. Colgué la primera oferta de trabajo en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, anunciando que estaba buscando un farmacéutico para cubrir el verano. Esperé y aparecieron algunos candidatos, que tras mantener la primera entrevista telefónica me decían que no les interesaba un contrato de una duración tan corta.
Como veía que yo solo no estaba consiguiendo nada, decidí pedir ayuda a una empresa que se dedica a realizar estos procesos de selección, pero fue una mala decisión. En vez de facilitarme las cosas me las ponían más difíciles. Me mandaban personal que en teoría estaban interesados, pero en cuanto hablaba con ellos resultaba ser que no.
"Esperé y aparecieron algunos candidatos, que tras mantener la primera entrevista telefónica me decían que no les interesaba un contrato de una duración tan corta".
Seguí esperando y era más de lo mismo, así que me paré un momento a pensar y viendo que el problema era el tipo de contrato, me decidí a cambiarlo por un contrato indefinido, total iba a necesitar a otra persona más adelante.
"No se me va a olvidar lo que me dijo una de las candidatas: “Lo siento, pero es que con ese horario no voy a poder ir a la peluquería”. Nunca había escuchado algo así".
Entonces volví a colgar otra oferta de trabajo y a la vez avisé a la empresa para que buscara otro tipo de perfiles. No obstante, el resultado fue el mismo, la única diferencia es que ahora eran otros los problemas que me ponían. Algunos me decían que sí que estaban interesados, pero que solo podían incorporarse a partir de septiembre, que ya tenían su verano organizado. Otros me ponían el problema del horario, mi farmacia tiene un horario partido, y eso es cierto que tiene muchos inconvenientes, pero no se me va a olvidar lo que me dijo una de las candidatas: “Lo siento, pero es que con ese horario no voy a poder ir a la peluquería”. Nunca había escuchado algo así.
Llegado este punto y viendo que es imposible encontrar a alguien, he decidido resignarme y asumir que otro año más me voy a quedar sin vacaciones