Política sanitaria17 de junio, 2020
La industria farmacéutica propone más inversión en investigación para la reconstrucción económica y social
El sector farmacéutico está llamado a jugar un papel relevante en el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud.
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La industria farmacéutica innovadora está llamada a jugar un papel protagonista en la nueva etapa sanitaria, social y económica que ha abierto la crisis desatada por la epidemia de Covid-19. Su capacidad para generar empleo de calidad e igualitario y la posibilidad de potenciar el tejido industrial y la inversión en investigación biomédica son las principales propuestas que pone sobre la mesa el sector para ser parte de la solución a la compleja situación en la que está inmersa nuestro país. Así lo ha trasladado el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, a los miembros del Grupo de Trabajo de Sanidad de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso.
Sellés ha incidido en la importancia de su propuesta para el reforzamiento del sistema sanitario público. La crisis sanitaria ha mostrado “la importancia de tener un buen sistema sanitario público, bien dotado y adecuadamente financiado”, ha manifestado, y también “lo importante que es invertir adecuadamente en I+D, en innovación, y cómo la colaboración público-privada nos ayuda a ser más rápidos para encontrar soluciones farmacológicas y más eficientes”. Por eso, sostiene, la investigación, que mayoritariamente promueve la industria farmacéutica, ha de ser un motor imprescindible para impulsar el sistema sanitario.
En este sentido, ha subrayado también cómo la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la capacidad de respuesta de la industria farmacéutica en España. Primero, para evitar problemas de suministro, donde, en colaboración con la Agencia Española de Medicamentos, distribuidores y farmacias. Y, segundo, para movilizar una cantidad de recursos científicos y económicos sin precedentes para hallar cuanto antes un tratamiento o una vacuna eficaces, ámbito en el que España tiene un protagonismo importante.
Por otra parte, Sellés ha recordado que la industria farmacéutica en España es uno de los sectores más avanzados en la generación de empleo de calidad, con un 94% de empleos indefinidos -frente al 73% de la media nacional-, con dos de cada tres trabajadores titulados universitarios y con casi uno de cada tres empleos para menores de 29 años. Del mismo modo, ha subrayado el compromiso que puede asumir la industria farmacéutica con un incremento de la inversión industrial, creando nuevas plantas de producción de medicamentos en España, modernizando las actuales o ampliando algunas de las 82 existentes.
También ha propuesto aumentar las inversiones en investigación básica y clínica (cada año las compañías farmacéuticas dedican 150.000 millones de euros en el mundo a este capítulo) e incrementar la colaboración con instituciones públicas para fortalecer la I+D de nuestro país. España invierte en I+D el 1,24% del PIB, cuando muchos de los países del entorno dedican más del 2% y cuando la media de la Unión Europea está en el 2,2%.
Para que estas propuestas puedan hacerse realidad es necesario crear un entorno regulatorio estable y predecible que permita establecer planes a largo plazo, que a su vez posibiliten mantener las inversiones en el tiempo. Asimismo, se hace necesaria una estrategia farmacéutica a medio-largo plazo que parta de la visión del medicamento como una inversión, y no como un gasto; que reconozca la innovación, y que asuma la implicación que el medicamento innovador y la industria que lo produce tienen no sólo en el ámbito de la Sanidad, sino también en los de Industria, Economía, Trabajo o Hacienda.