Política sanitaria15 de abril, 2024
Sanidad y comunidades autónomas aprueban la actualización de la Estrategia del Ictus
Actualizan el documento para mejorar prevención, atención y rehabilitación.
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El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han aprobado la actualización de la Estrategia del Ictus del Sistema Nacional de Salud, que estableció los objetivos de mejora en todos los niveles de la atención sanitaria de esta enfermedad y se publicó en 2009.
Este documento es fruto del trabajo conjunto de las administraciones públicas con las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes para conseguir una mejor prevención, atención y rehabilitación del ictus basadas en la excelencia clínica y en condiciones de igualdad.
La primera evaluación del documento se realizó en 2013 y la segunda en 2021. Hasta el momento, se han alcanzado un gran número de los objetivos marcados, entre los que destaca la reducción significativa de la mortalidad por ictus en España, el aumento de la autonomía de los supervivientes y la disminución en la variabilidad de los resultados en las diferentes comunidades autónomas.
Problema de salud pública
El ictus es un problema de salud pública en todo el mundo que está asociado a una elevada mortalidad y discapacidad si no se trata de manera adecuada. Si bien es más frecuente a partir de los 65 años, en los últimos años se ha incrementado un 25 % su incidencia en edades entre 20 y 64 años.
Se calcula que una de cada seis personas en el mundo padecerá un ictus a lo largo de su vida, siendo la primera causa de discapacidad en Europa y una de las principales causas de muerte. Unas 120.000 personas sufrieron un ictus y alrededor de 25.000 fallecieron en España como consecuencia de ello cada año.
Todo ello ha llevado a la publicación de iniciativas de actuación integrales, entre los que destacan el Plan Europeo de Acción para el Ictus 2018-2030 y el Plan de acción de la Organización Mundial del Ictus para una asistencia sanitaria de calidad. En ambos se incide en dos aspectos fundamentales: el ictus se puede prevenir y tratar de manera efectiva.
Prevención y tratamiento
El ictus se puede prevenir en la mayoría de los casos si se cambian estilos de vida y se alteran algunos factores de riesgo modificables. Además, existen métodos de diagnóstico y tratamiento efectivos que mejoran el pronóstico de los pacientes de manera significativa.
Para ello, hace falta una actuación rápida y especializada por parte de equipos interdisciplinares coordinados por Neurología, así como organización asistencial y asignación de recursos adecuadas.
Los tratamientos de neurorrehabilitación y la atención de las necesidades en la vida después del ictus también son cruciales a la hora de disminuir la discapacidad funcional y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Detalles
La Estrategia del Ictus integra las directrices de la Organización Mundial de la Salud y se alinea con los principales objetivos y recomendaciones recogidos en el Plan de Acción Europeo para el Ictus 2018-2030.
De hecho, aborda la complejidad de la enfermedad cerebrovascular desde una perspectiva integral de la atención, interdisciplinar, coordinada y centrada en la persona cuyos pilares fundamentales son la equidad, la sostenibilidad, el respeto de los derechos humanos y la bioética.
También procura la participación de las personas afectas y sus familiares en la toma de decisiones y en el autocuidado y aborda la importancia del acompañamiento y el apoyo en todas las fases para lograr la máxima autonomía y calidad de vida. Por último, aborda la necesidad de una coordinación adecuada entre los profesionales implicados y una continuidad en la atención.