Entrevistas15 de enero, 2022
Entrevista al doctor David Callejo: "Es normal que los sanitarios estén descontentos, pero yo siempre digo que esta profesión merece la pena"
El divulgador científico e instagrammer acaba de publicar un libro donde cuenta su experiencia vital como anestesiólogo.
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El doctor David Callejo es un joven médico especializado en Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor, que comenzó a adquirir relevancia en las Redes Sociales como divulgador científico sobre todo a raíz de la pandemia de la COVID-19. Nunca pensó que su cuenta de Instagram @davidcallejo10, conseguiría tantos seguidores (en la actualidad más de 279 k), porque como el mismo ha contado en esta entrevista concedida a Pharma Market, no se lo había planteado. Simplemente decidió que era el momento de aclarar algunos de los mensajes que se estaban transmitiendo y llegar de una forma distinta a la población. “Cuantos más disparates oía a mi alrededor, más sentía la necesidad de comunicar, por el medio que fuera, de intentar tranquilizar y de contar la realidad de lo que estaba pasando”. De hecho, esta dedicación le ha supuesto el premio al Mejor Divulgador de 2020 por el portal web #Saludsinbulos.
El doctor trabaja en la actualidad en el servicio de Anestesiología Pediátrica del HGU Gregorio Marañón, pero también es profesor de medicina en la Universidad Complutense. Tras su buena acogida como comunicador ha decidido dar un paso más y ha publicado su primer libro: Lo primero, la vida (Ed. Planeta). Se trata de una obra en la que explica su experiencia vital como médico, pero también cómo acabó estudiando una carrera por la que asegura nunca sintió ninguna llamada vocacional. Sin embargo, a pesar de ello y de todas las dificultades que entraña esta profesión asegura estar encantado con su trabajo.
¿Por qué decides escribir un libro contando tu experiencia como médico y lo que te llevó a ejercer esta profesión?
Durante la pandemia hice un papel como divulgador y me dio la sensación de que todo estaba súper poralizado. Entre la sociedad toda era una cosa o la contraria, pero también me pareció que también sucedía lo mismo en cuanto a lo que los pacientes pensaban de la medicina. Es decir, todo tenía que ser blanco o negro y, por desgracia, en medicina no es así. Hay una escala de grises muy importante que tenemos que saber manejar y los médicos no siempre lo sabemos todo. Cuando administramos fármacos desconocemos si va a ir bien o mal. Esto es ahora algo que por ejemplo hemos visto con las vacunas, y esa duda a la gente le generaba mucha ansiedad. Además, quería contar que tenemos la impresión de que los médicos pueden cambiar la vida de los pacientes y creo que eso es así. Considero que un buen médico te puede cambiar la vida, pero también deseaba transmitir cómo las historias de los pacientes habían cambiado e influido mucho en mi vida a lo largo de estos años. Estos fueron los motivos que me animaron a escribir un libro.
"Con este libro quería contar que tenemos la impresión de que los médicos pueden cambiar la vida de los pacientes y creo que eso es así".
¿Por qué 'Lo primero, la vida'?
Al título le dimos muchas vueltas, pero nos parecía que Lo primero, la vida, englobaba por un lado la vida en el sentido de los pacientes, ya que al final mi trabajo es como anestesista y reanimador, pero a su vez que esa vida también era la mía. Por ello, hemos intentado jugar con ese doble sentido en el que tanto la vida de los pacientes como la de los médicos quedan un algo entrelazadas.
Foto: Héctor Villa.
En uno de los capítulos cuentas que en tu caso la medicina no es vocacional, ¿entonces es cierto que la para ser médico no hay que tenerlo claro desde siempre?
No. Esto es algo que yo defiendo mucho y la gente me lo critica. Lo de la vocación, los héroes…, todo esto son excusas que se utilizan para pagarnos menos a los sanitarios y para tener peores condiciones, porque claro “como es todo vocacional”, y yo no estoy de acuerdo. En mi caso es cero vocacional, ahora tengo una carrera como médico que está empezando y me están yendo bien las cosas, pero todo ha sido sin nada de vocación. ¿Es más vocacional la medicina que el periodismo o que la ingeniería? Yo pienso que no, además cuando te hacen decidir con 18 años, hay que tener en cuenta que es una edad en la que todavía no estás preparado para tomar decisiones tan importantes como esta, sin embargo te toca tomarlas como casi siempre que llegan este tipo de decisiones en la vida. Yo elegí medicina por una serie de factores que cuento en el libro, pero opino que con otras carrera hubiera estado igual de feliz. Es verdad que a día de hoy, sí que pienso que poseo el mejor trabajo del mundo y que me encanta.
"Lo de la vocación, los héroes…, todo esto son excusas que se utilizan para pagarnos menos a los sanitarios y para tener peores condiciones".
Actualmente estamos viendo que hay mucha desmotivación en este mundo, ¿qué les dirías a tus compañeros más descontentos?
Yo entiendo que estén descontentos. Es lo que digo y es que creo que todo esto de la vocación lo han utilizado para tomarnos el pelo. De hecho, yo he firmado contratos de una semana o de unos días, como compañeros míos que los han firmado de unos pocos días. No tenemos una plaza fija, llevamos siendo interinos mucho tiempo, estamos a la espera de una oposición, los contratos son precarios. A su vez, a todo esto le tienes que sumar una pandemia, ese estrés que se ha generado, es miedo inicial a contagiarse. Esos aplausos del principio que han acabado con pintadas de “sanitarios asesinos” y que han aparecido en algunos centros de salud. Es normal que la gente esté desmotivada.
"Esos aplausos del principio han acabado con pintadas de “sanitarios asesinos”, que han aparecido en algunos centros de salud. Es normal que la gente esté desmotivada".
Dicho todo esto, para mí la pandemia, dentro de todo lo malo que hemos vivido todos y las propias experiencias personales, para mí no ha sido tan horrible. Mi mayor preocupación en ese momento era la enfermedad de mi madre y justo llegó un trasplante hepático para ella. Entonces tienes que recordar la pandemia como ese periodo en el que también te pasaron cosas positivas. Pero es normal que los sanitarios estén cansados. Al final, el mensaje que transmito siempre y que a mí me queda es que esta profesión merece la pena. Es lo que les digo a los estudiantes de medicina cuando me dicen que están cansados y que no pueden más. De hecho, yo estuve a punto de abandonar la carrera varias veces y creo que hubiera sido un error hacerlo porque, insisto, merece la pena.
¿Crees que la comunicación con los pacientes es todavía una asignatura pendiente de algunos profesionales sanitarios?
Creo que hay una carencia importante en la formación de los médicos o por lo menos la había cuando yo estudié. A lo mejor esto se ha subsanado y yo no lo sé, pero cuando yo estudiaba teníamos muy poca formación en la empatía, en hablar al paciente. Al final, el ligamento del codo lo estudias, lo apruebas en el examen pero a lo mejor luego en tu práctica médica no vuelves a usar esos conocimientos nunca. Sin embargo, entre el 90 y el 95% de los médicos vamos a tener que hablar con los pacientes en algún momento, en circunstancias malas, y no hemos recibido formación sobre eso. Desde mi punto de vista, se trata de una formación fundamental para poder ejercer nuestra profesión con éxito y considero que es algo que se debe cambiar desde la base.
"Entre el 90 y el 95% de los médicos vamos a tener que hablar con los pacientes en algún momento, en circunstancias malas, y no hemos recibido formación sobre eso".
En el libro, relatas lo que viviste en la Unidad de Críticos durante la pandemia ¿qué es lo más positivo y lo más negativo de esta experiencia para ti?
Lo más positivo es el equipo con el que trabajé. Eran todos anestesistas jóvenes un poco mayores que yo, pero todos jóvenes. Muchos con experiencia en críticos con pacientes postoperatorio y de cirugía cardiaca en adultos. Luego, había un grupo de médicos de anestesistas del central y otro grupo que éramos de infantil, e hicimos un equipo increíble de personas, con ganas de trabajar, de sacar a los pacientes adelante, con todas las dudas que teníamos… Se generó un ambiente de compañerismo que no voy a olvidar nunca. Lo malo, fue esa sensación de que los pacientes ingresaban muy mal y que en esas unidades de críticos al inicio de la pandemia podíamos hacer poco por ellos. Nos encontrábamos con tasas de supervivencia muy bajas. No teníamos estudios de qué tratamientos eran más adecuados. No sabíamos qué era lo más importante en este tipo de pacientes y poco a poco, hemos ido ajustando protocolos, hemos ido aprendiendo, pero al inicio era muy frustrante ver que no conseguíamos hacer que los ingresados mejoraran como nos gustaría.
Si tuvieras en unos días un encuentro con la ministra Carolina Darias, ¿qué le pedirías?
Que reforzara la Atención Primaria ya. No le pediría mucho más. Y después si le pudiera seguir pidiendo que nos dieran una plaza fija a todo el personal interino que está en la Sanidad, que nos mejorara las condiciones de trabajo por supuesto, que acabara con los contratos precarios, que necesitamos más enfermeras en los hospitales. Es fundamental la labor de las enfermeras. Se realizaron muchos contratos covid y ahora se ha echado a un montón de personal que nos están haciendo falta. Sin embargo, a día de hoy lo más urgente sin duda es reforzar la Atención Primaria.
"A la ministra Daria le pediría que reforzar la Atención Primaria ¡¡ya!!"
En el contexto actual, desde el Ministerio de Sanidad se están planteando tratar la COVID-19 como una enfermedad endémica, ¿crees que es lo más adecuado?
Estamos pensando que la variante Ómicrom causa un cuadro menos grave, pensamos que el virus ha mutado y que ha hecho que sea menos contagioso. Pero en realidad esto no lo dice la ciencia ni tenemos una evidencia de ello, lo más probable es que hayamos cambiado nosotros, que se haya modificado nuestro sistema inmune gracias a las vacunas. Todo esto puede estar haciendo que los síntomas sean más leves. Mi filosofía en todo momento, incluso en los peores momentos de la pandemia, es que hay que seguir viviendo de forma distinta pero hay que seguir. Al principio, las cuarentenas eran de 14 días, luego de 10 y ahora se están reduciendo una semana. Se tendrán que ir tomando medidas siempre que en los hospitales las unidades de críticos estén bien y siempre que la Atención Primaria funciones adecuadamente. Es verdad que los hospitales y las unidades de críticos no están terribles como en otras ocasiones, pero la Atención primaria está fatal ahora mismo, así que necesitamos reforzarla antes de dar pasos hacia la completa normalidad.
"Respecto a la pandemia se tendrán que ir tomando medidas siempre que en los hospitales las unidades de críticos estén bien y siempre que la Atención Primaria funciones adecuadamente".
¿Pensabas que ibas a adquirir tanta relevancia como divulgador médico?
Nunca nadie piensa que va a tener tanta relevancia o mucha o poca, al final empiezas a hacer las cosas porque te gustan y esto es lo más importante. Cuando algún compañero médico me dice: “Oye, ¿cómo empiezas en las Redes Sociales?” Yo le digo que siempre se debe comenzar por lo que a uno le guste. Si piensas que vas a sacar dinero o fama, eso no va a suceder. Lo más probable es que no te pase. Ahora los médicos nos vamos atreviendo a entrar en Redes Sociales, pero en cuanto vemos que no hay un resultado rápido en algún objetivo abandonamos porque muchas veces es un trabajo ingrato. Yo he sido constante, he ido publicando cosas, informando, y de una forma u otra es verdad que a la gente le ha ido gustando el mensaje, sobre todo la forma de transmitirlo, y eso es una suerte.