Entrevistas27 de noviembre, 2021
Javier Romero Otero: "Hay que animar al hombre a que vaya al urólogo, porque los diagnósticos precoces permiten soluciones más sencillas"
El doctor habla del cáncer de próstata y testículos, su abordaje y la importancia de las revisiones en la salud varonil.
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El doctor Javier Romero Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid y director médico de ROC Clinic, ha hablado con Pharma Market de la salud del hombre. Noviembre es el mes dedicado a ellos en este sentido, a través del movimiento Movember. Ahora que está a punto de concluir este experto nos ha contado los aspectos más relevantes en cuanto al diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata, uno de los más frecuentes en el varón, pero también del cáncer de testículos, y de otros trastornos relacionados con la urología, así como de la necesidad de acudir a revisiones periódicas para detectar a tiempo posibles patologías.
¿Cuáles son los motivos por el que los hombres acuden al urólogo principalmente?
Una de las consultas más frecuentes es la disfunción eréctil. Debido a que con 50 años, el 50% de la población empieza con este trastorno es cuando más vienen. Realmente este problema es una oportunidad para detectar otras enfermedades. De hecho, muchos de los pacientes que se pasan por la consulta por este tema acaban con otros diagnósticos como diabetes, hipertensión, alteraciones lipídicas…
"La disfunción eréctil es una oportunidad para detectar otras enfermedades".
En general, lo hombres van menos al médico y mucho menos al urólogo a hacerse revisiones, ¿por qué cree que es así?
Es curioso porque el hombre muere antes y con más enfermedades que la mujer y resulta que a partir de los 15 años, cuando ya se deja de ir al médico con los padres, los varones se olvidan y no suelen citarse. De hecho, todas las estadísticas en todos los países del mundo dicen que las mujeres van más al médico que el hombre. Se trata de una cuestión de concienciación, por eso hacemos el Movember para decir al hombre que vaya al médico y al urólogo porque se le puede ayudar. Las cosas detectadas a tiempo tienen cura y solución fácil. Y todo ello sin afectar mucho la calidad de vida de las personas, sin apenas impacto, consecuencias o secuelas permanentes.
"Igual que las mujeres van al ginecólogo, que ellos acudan al urólogo para intentar un diagnóstico lo más precoz ya que al final esto es clave".
¿En qué consiste una revisión urológica?
La revisión en el urólogo es muy sencilla, se exploran los genitales y el tacto rectal, se efectúa un análisis de sangre y una ecografía. Con eso lo tienes todo hecho, es rápido, sencillo y accesible, y es barato, ya que no consume muchos medios de la sanidad pública o privada. Por eso animamos a que los hombres se hagan revisiones. Igual que las mujeres van al ginecólogo, que ellos acudan al urólogo para intentar un diagnóstico lo más precoz ya que al final esto es clave.
"En España, el cáncer de próstata tiene una prevalencia en torno a unos 90 casos por cada 100.00 habitantes al año".
El cáncer de próstata es uno de los más habituales en los hombres, ¿qué factores influyen en su aparición?
Es uno de los cánceres más frecuentes en varones en España y en el mundo occidental. De hecho, uno de cada nueve españoles padecerá cáncer de próstata. En España, tiene una prevalencia en torno a unos 90 casos por cada 100.000 habitantes al año, en Estados Unidos se superan los 100 y en la población afroamericana incluso es algo superior. En los asiáticos resulta más baja, en torno a los 40 ó 50 casos. Es por ello que sí parece tener un componente racial e incluso algo puede tener que ver con la dieta y los hábitos de vida, aunque no está demostrado. Lo que sí se ha observado es que mucha población asiática se está yendo a vivir a la costa oeste de Estados Unidos, San Francisco, California… y está aumentado su incidencia de cáncer de próstata. De modo que se piensa que hay algún factor ambiental o dietético que hace que sea mayor la prevalencia en determinadas zonas del mundo.
"Se cree que hay algún factor ambiental o dietético que hace que sea mayor la prevalencia del cáncer de próstata en determinadas zonas del mundo".
¿Influye el síndrome metabólico?
No está demostrado, pero sí es probable que poseer un ambiente corporal oxidativo, con más radicales libres, hace que dispongas de un menor poder de protección no solo en el ámbito del cáncer sino también de otras enfermedades cardiovasculares. De modo que sí es posible que haya relación, pero no hay ningún estudio en la literatura que lo haya constatado.
¿El hecho de tener relaciones sexuales puede ser preventivo?
Sí, se han hecho estudios y se ha demostrado que tener muchas eyaculaciones es preventivo a la hora de desarrollar un cáncer de próstata. Eso sí es cierto.
¿Es posible la prevención en el cáncer de próstata ?
La prevención en el cáncer de próstata no es posible. La opción que había de quimioprevención con finasterida y dutasterida tampoco está clara para la reducción de este tipo de tumor. De hecho, hay controversia con este tema porque parece que al principio se diagnosticaba menos, pero después si se detectaba era más agresivo. Realmente, no hay pautas claras para prevenir el cáncer de próstata.
"Realmente, no hay pautas claras para prevenir el cáncer de próstata".
¿Qué opciones hay para su diagnóstico?
Lo más importante en el cáncer de próstata es detectarlo pronto para saber si va a afectar a la calidad de vida del paciente y entonces tratarlo. Para eso tenemos muchas herramientas. En concreto, disponemos de unas biopsias completas y es por ello que podemos identificarlo por primera vez. Hoy en día con una resonancia nuclear magnética se ve perfectamente. Hasta hace poco esto no era posible, pero ahora sí. Tras visualizarlo hacemos una biopsia de fusión y con ella tomamos biopsias de esa zona tumoral y del resto de la próstata. De esta forma, logramos una mayor definición y caracterizamos el cáncer de cada persona, y así decidimos si lo dejamos en un programa de vigilancia activa, es decir, si no lo tratamos o hacemos una terapia focal, que hasta ahora tampoco existía, o si realizamos alguno de los tratamientos clásicos como la cirugía y la radioterapia.
"Lo más importante en el cáncer de próstata es detectarlo pronto para saber si va a afectar a la calidad de vida del paciente y entonces tratarlo".
¿Es necesario que los varones se hagan revisiones en este sentido?
Todos los varones con más de 45 años deberían someterse a una revisión prostática. Esta consiste en realizarse un análisis de sangre con un PSA y un tacto rectal, para ver cómo está la próstata y en caso de detectar una anomalía se deberían realizar una resonancia nuclear magnética. Si finalmente se detecta un tumor, habrá recurrir a una biopsia de fusión. Antes se decían que estas reviones debían ser anuales, pero depende del nivel de PSA que se posea o si hay antecedentes de cáncer de próstata o no. Si todo es normal, la revisión puede ser bianual, pero en caso contrario si se recomienda hacer una al año.
"Todos los varones con más de 45 años deberían hacerse una revisión prostática".
¿Qué tratamientos se disponen en la actualidad?
Lo primero es hacerse una buena biopsia de fusión para tener un diagnóstico certero de cómo es el tumor de grande, donde está localizado, y qué grado de agresividad tiene. Y para eso es necesario hacer una buena biopsia de fusión. Si vemos que el cáncer de próstata no es muy agresivo lo podemos dejar en vigilancia activa, no lo tratamos pero vamos viendo su evolución a través de un protocolo estricto y cada seis meses se pide un análisis de sangre con PSA. Anualmente se hace una resonancia y cada dos años se practica una biopsia para ver que ese cáncer no aumenta su agresividad.
Si el tumor ya resulta más agresivo, pero es único y no muy grande además de ser unifocal, es posible efectuar una terapia focal. En este caso, solamente quitamos parte de la glándula prostática. Esto nos aporta los mismos resultados oncológicos que una cirugía o una radioterapia sin efectos secundarios apenas, ya que no se afecta ni a la calidad adicional ni a la sexual. Así pues, se trata de una opción terapéutica muy buena. Si el cáncer está más avanzado entonces hay que operar e irradiar, con intención de tratar toda la glándula.
¿Qué investigación se está haciendo en este sentido?
Hay ensayos clínicos abiertos en varios centros. Nosotros estamos trabajando en uno y participamos en un tratamiento de terapia focal tanto con electroporación como con HIFU para una serie de pacientes, y la verdad es que los efectos secundarios son mínimos o inexistentes frente a otras terapias que tienen más impacto en la función miccional y sexual.
"El cáncer de testículos se suele dar alrededor de los 30 años y tampoco hay forma de prevenirlo".
El cáncer de testículos tiene menos incidencia, pero también hay que concienciar a los varones de su vigilancia, ¿por qué?
El cáncer de testículos se suele dar alrededor de los 30 años y tampoco hay forma de prevenirlo. No se hacen revisiones periódicas porque tiene una incidencia mucho más baja y no resulta rentable hacer exploraciones. Sí que concienciamos a los varones de que ellos mismos se hagan una exploración. Por ejemplo, cuando están en la ducha que se palpen los testículos para ver si existe alguna zona con alteraciones, anomalía, dolor… En este caso, han de ir al urólogo que lo primero que pedirá es una ecografía y un análisis de sangre para ver si tiene marcadores tumorales.
"Concienciamos a los varones de que ellos mismos se hagan una exploración para detectar posibles anomalía ante un cáncer de testículos".
El tratamiento siempre consiste en orquiectomía con la extirpación de uno o los dos testículos. Luego, en función de la estirpe etiológica y de lo extendido que esté se añade radio o quimioterapia.
El problema es que como se da en una edad entorno a los 30 años que es cuando la mayoría de nosotros estamos intentando tener hijos tiene mucho impacto porque la radio o quimioterapia altera la calidad seminal. Normalmente se congela el semen y antes de tratar se efectúa un estudio de fertilidad. De este modo, cuando se haya pasado el tratamiento se ayuda a recuperar las funciones testiculares.