La pandemia de la COVID-19 ha incrementado los casos de depresión mayor y trastorno de la ansiedad un 28% y un 26% en todo el mundo, respectivamente, según estimaciones de un estudio publicado en la revista The Lancet. Las cifras reales que revelan estos datos son que tomando como base los datos esperables en 2020, se dieron 53 millones más de diagnósticos de trastornos depresivos y 76 millones más de diagnósticos de ansiedad. Los principales perjudicados de estas patologías son, según los datos, mujeres y jóvenes. Para tratar de paliar esta situación el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, ha lanzado “Adhvierte: la importancia de la adherencia”, con la colaboración de Laboratorios Cinfa. Una iniciativa que se enmarca en el programa HazFarma, iniciado en 2014, con otras siete campañas anuales ya desarrolladas.

El papel del farmacéutico en la Salud Mental

Gracias a esta acción, unos 2.000 farmacéuticos desarrollarán Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, utilizando NodoFarma Asistencial para el registro de su actividad. La duración de esta medida es de seis meses, ys u objetivo es el de mejorar la adherencia de los pacientes a sus tratamientos de depresión o ansiedad. Así pues, este año con el lema “Tu tratamiento farmacológico no es un capricho”, los farmacéuticos efectuarán un control en los afectados por estos trastorno.

La farmacia comunitaria española, gracias a su accesibilidad, cercanía y confianza por parte del ciudadano, permite a los farmacéuticos tener un rol privilegiado que permite ayudar a estos pacientes dentro del sistema sanitario.

Si se incumple el tratamiento se corre un gran riesgo de recaída en la enfermedad o de un empeoramiento de la misma. Debido a esto, los farmacéuticos comunitarios desarrollan un papel fundamental en la prevención de la falta de adherencia terapéutica de estos pacientes. Precisamente, la farmacia comunitaria española, gracias a su accesibilidad, cercanía y confianza por parte del ciudadano, permite a los farmacéuticos tener un rol privilegiado que permite ayudar a estos pacientes dentro del sistema sanitario. Así pues con el lema “Tu tratamiento farmacológico no es un capricho”, los farmacéuticos mejorarán la adherencia de los pacientes a sus tratamientos de depresión o ansiedad

La depresión en España

En España, eran 2,1 millones de personas las que padecían un cuadro depresivo a medidados de 2020, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que representa el 5,25% de toda la población española mayor de 15 años. Debido a este incremento es lógico que el consumo de ansiolíticos sedantes e hipnóticos aumentase también, situándose en 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes. Se estima que la depresión afecta al 4,7% de los hombres y al 7% de las mujeres.

Estos datos revelan la magnitud del problema sanitario que representa la pandemia silenciosa de la salud mental.

Estos datos revelan la magnitud del problema sanitario que representa la pandemia silenciosa de la salud mental. Aquí los farmacéuticos pueden desarrollar un papel fundamental, ayudando a que los pacientes conozcan el uso de sus medicamentos para así conseguir los objetivos terapéuticos esperados. De la misma forma, los profesionales de la farmacia son capaces de detectar pacientes con problemas de adherencia, identificando los motivos y actuando en consecuencia a los mismos.