Hospitales10 de febrero, 2022
Separ considera necesario abrir UCRIS en todos los hospitales porque evitan casi el 50% de ingresos por COVID-19 en UCIS
Según un estudio, las Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios han sido de gran utilidad durante la pandemia.
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La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha solicitado que todos los hospitales se doten de una UCRI (Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios). Según la sociedad estas unidades han demostrado ser de gran utilidad en la pandemia para el cuidado de los pacientes respiratorios COVID-19 y no COVID, de modo que han evitado casi el 50% de los ingresos de los pacientes graves con esta enfermedad en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS). Estas son las principales conclusiones de un estudio publicado en Archivos de Bronconeumología, realizado por autores del organismo, y que inaugura este Año SEPAR dedicado a las UCRIS.
Las UCRIS han evitado casi el 50% de los ingresos de los pacientes graves con esta enfermedad en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS).
Papel de las UCRIS
El trabajo ha analizado el papel de las UCRIS en la pandemia. Estos espacios se han habilitado para atender a los pacientes con neumonía por COVID-19, que podían desarrollar insuficiencia respiratoria grave, y ofrecerles soporte respiratorio no invasivo (SRNI) y un manejo eficaz en tres vertientes: evitar la intubación en los pacientes más graves; tratar a los no candidatos a la intubación; y sacar lo más rápido posible a los ingresados de las UCIS.
El estudio, de diseño prospectivo, ha consistido en dirigir una encuesta a todos los servicios que contaban con una UCRI en el momento de su realización, durante la primera ola de COVID-19 en España. En total, han participado 67 hospitales, a los que corresponde un registro global de unos 40.000 pacientes atendidos hasta la fecha del estudio. De estos centros, 28 (42%) ya tenían UCRI y 11 (16%) la crearon a raíz de la pandemia.
De las 28 UCRIS previas a la COVID-19, 7 de cada 10 han crecido durante la pandemia, mediante la ampliación de sus espacios o creando otros nuevos.
Resultados del estudio
De las 28 UCRIS previas a la COVID-19, 7 de cada 10 han crecido durante la pandemia, mediante la ampliación de sus espacios o creando otros nuevos. Su media de camas también ha aumentado y se ha situado en 14,82 camas en las UCRIS preexistentes y en 7,91 en las UCRIS creadas en la pandemia. En cambio, antes de la pandemia, la media de camas por UCRI era solo de 4,07.
El artículo concluye que “las UCRI han sido espacios útiles en el manejo del paciente con COVID-19 e insuficiencia respiratoria grave por medio de la aplicación de SRNI, evitando el ingreso en la UCI de casi el 50% de los pacientes graves” y señala que “se hace necesario consolidar y planificar la gestión, las UCRI creadas y generar una red de UCRI en todas las autonomías, con el objeto no solo de contener la ocupación de camas UCI, sino asegurar tratamiento a los pacientes con techo terapéutico, en este país”.
"No solo debe haber UCRIS en todas las autonomías, sino en cada hospital".
La doctora Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del Año 2022 de las UCRIS, va más allá y precisa que “no solo debe haber UCRIS en todas las autonomías, sino en cada hospital. De hecho, el lema y principal objetivo que tenemos es “Ningún hospital sin UCRI” (#ningunhospitalsinUCRI).
Los resultados de este estudio se basan en la información recabada durante la primera ola de COVID-19, pero, desde entonces, “el papel que deben desempeñar las UCRIS en el cuidado de los pacientes respiratorios se ha posicionado y matizado mejor. Hemos aprendido mejor en qué tipo de paciente respiratorio podemos evitar la intubación y también que las UCRIS deben ser flexibles y ampliar su capacidad, con un mayor número de camas, para dar acogida a un mayor número de pacientes, durante los picos de las olas, y retroceder, volviendo a su tamaño normal o basal, cuando hayan pasado estos picos”, afirma la doctora Mediano. “Además, durante la pandemia creamos una zona ‘limpia’ en las UCRIS, para pacientes sin COVID, y otra zona ‘sucia’, para pacientes con COVID, y ahora hemos visto que en los hospitales deben permanecer los dos tipos de UCRIS”, explica la experta.
Año de las UCRIS y características clave
Respecto a la primera ola y con la experiencia acumulada de las siguientes olas, SEPAR considera que, en lo sucesivo, las UCRIS deberían reunir tres características:
- Es imprescindible que estén presentes en cada hospital, de modo que, si no lo ha hecho aún, cada centro ponga en marcha este recurso asistencial.
- Estas unidades tienen que ser flexibles, de manera que el número de camas y recursos profesionales y materiales que se dediquen a estas puedan ampliarse y replegarse según el número de pacientes que tengan que atender.
- Por último, deben ser homogéneas, en cuanto a su presencia en el territorio, la formación de sus profesionales y el tipo de manejo terapéutico que proporcionan a los pacientes. Para lograrlo, ha establecido objetivos de formación, objetivos científicos y objetivos solidarios.
Para lograr esta homogeneidad, Separ se ha marcado objetivos de formación, con proyectos formativos para los profesionales que trabajan en ellas, los neumólogos, enfermeras y fisioterapeutas respiratorios, con el objetivo de que los cuidados respiratorios intermedios que ofrecen estos profesionales sean reconocidos mediante un sistema de acreditación. “Todas las UCRIS deben tener los recursos necesarios. Debemos asegurarnos de que todos los pacientes que lo requieran puedan disponer de este soporte respiratorio no invasivo y que este se les esté proporcionando con garantías”, precisa la doctora Mediano.
“Todas las UCRIS deben tener los recursos necesarios. Debemos asegurarnos de que todos los pacientes que lo requieran puedan disponer de este soporte respiratorio no invasivo y que este se les esté proporcionando con garantías”.
Las UCRIS y ómicron
“La variante ómicron es menos grave que la delta, pero más grave que la alfa y ha llegado en un momento en que el 90% de la población española está vacunada. Sin embargo, es una variante que tiene una transmisibilidad nunca vista, la mayor de todos los virus que conocemos, y un porcentaje menor de las personas contagiadasingresan en una UCI o una UCRI, pero el número hospitalizados en estas unidades supera a los de la cuarta y quinta ola”, expone la portavoz de Separ.
“Si comparamos las curvas de las olas, la situación es mejor: el porcentaje de hospitalizaciones respecto al número de infecciones es mucho menor, pero los pacientes ingresan en cifras absolutas y acaban ocupando las camas. Ante esta situación provocada por la variante ómicron, las UCRIS pueden ser muy útiles, ya que hay un número muy importante de pacientes que no requieren ingresar en las UCIS”, destaca la doctora Mediano.
“La estancia media se ha acortado y hay pacientes que, gracias al tipo de variante de que se infectan, la ómicron y a la vacunación, están seis días en el hospital, mientras que en olas anteriores la estancia media era de 13 días".
En esta sexta ola, el caudal de pacientes que absorben los hospitales evoluciona con mayor agilidad. “La estancia media se ha acortado y hay pacientes que, gracias al tipo de variante de que se infectan, la ómicron y a la vacunación, están seis días en el hospital, mientras que en olas anteriores la estancia media era de 13 días. Es muy importante que el recambio sea más rápido para evitar el colapso”, explica la neumóloga. “Estamos evitando muchos ingresos en UCIS no solo por ómicron, sino porque hemos aprendido mucho del virus y su tratamiento y los pacientes evolucionan mejor”, añade.