Evitar el tabaco y extremar la limpieza e hidratación facial, entre las claves para cuidar de la piel.
NOTICIAS RELACIONADAS
Las mascarillas dejan de ser obligatorias en farmacias, centros de salud y hospitales
Susana Quintanilla será la nueva directora general de Sanitas Hospitales
Las mascarillas se han convertido en un complemento imprescindible para todos desde hace un año, pero pueden causar estragos en nuestra piel si no la cuidamos de la manera adecuada. Así, los expertos han comprobado que el uso prolongado de este producto está agravando patologías como el acné, el eccema o la rosácea, entre otros.
“El uso continuado de la mascarilla provoca la falta de transpiración obstruyendo los poros de la piel. Esto puede propiciar la aparición de brotes acneicos, un fenómeno al que popularmente ya se denomina como Mascné. Además, provoca otros problemas como irritaciones o picor, sobre todo en la zona inferior del rostro”, explica Cristina Villegas, jefa de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. “A esto se une que las mascarillas pueden ser un foco de acumulación de bacterias. Los gérmenes pueden ir depositándose en el tejido de las mismas y empeorar el estado de la piel”, concluye.
Ante esta situación, la especialista propone una serie de consejos sencillos que pueden aplicarse para cuidar la piel.
Maquillaje
Lo más adecuado es prescindir de la base de maquillaje en la medida de lo posible. En caso no poder, la opción más recomendable es el uso de bases más fluidas o, incluso, cremas de protección solar con color. Con el uso de productos más untosos aumenta la obstrucción de los poros y, además, la mascarilla puede mancharse con mayor facilidad, favoreciendo el aumento de las bacterias.
Limpieza facial
Es imprescindible acostumbrarse a limpiar la piel de manera rutinaria, tanto por la mañana como por la noche. La limpieza matutina sirve para retirar el exceso de sebo que segregamos durante el sueño y preparar la piel para los productos que vayamos a aplicar después. Por su parte, la limpieza nocturna es fundamental para retirar el maquillaje y la suciedad que haya podido acumularse en la piel durante todo el día. En este sentido, para la rutina diaria es mejor decantarse por productos hipoalergénicos, sin detergentes.
Hidratación profunda
La hidratación debe realizarse después de la rutina de limpieza, cada mañana y noche, y es recomendable encontrar productos que se adapten al tipo de piel de cada uno. A este respecto, las fórmulas oil-free, por ejemplo, son más adecuadas para las pieles con tendencia acneica. Otra opción muy beneficiosa son los serum.
Protección solar
Existe la creencia popular de que la tela de las mascarillas protege del sol, pero no es así. Por ello, es muy aconsejable usar protección solar siempre que se vaya a salir de casa y vayamos a estar expuestos al sol, sobre todo en primavera y verano, ya que la radiación ultravioleta es causa fundamental del deterioro de la piel. De hecho, debido a que estos meses la exposición a la luz solar ha sido menor, la piel está menos acostumbrada y puede verse dañada con mayor facilidad.
Hábitos de vida
Evitar el tabaco, beber la cantidad de agua adecuada y llevar una dieta saludable tiene múltiples beneficios para la salud de la piel. En este sentido, el tabaco es uno de los mayores enemigos de la piel, ya que produce radicales libres y disminuye los niveles de vitamina A. Por su parte, una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, carnes magras, pescados, frutos secos o huevos, entre otros, aporta la cantidad adecuada de antioxidantes y proteínas de calidad necesarios para que la piel se mantenga sana y fuerte.