Las personas que se contagiaron pueden desarrollar una respuesta inmunitaria rápida y eficaz en caso de reexposición.
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La inmunidad frente al SARS-CoV-2 sigue siendo objeto de numerosos estudios. No todos los pacientes generan anticuerpos y, los que lo hacen, no tienen la certeza de que sean de larga duración. Un nuevo trabajo pone de manifiesto que la inmunidad contra el Covid-19 entre los pacientes que ya han pasado la enfermedad puede durar al menos seis meses, gracias a la memoria celular que permite reactivar la protección en caso de una nueva exposición al virus. Así se detalla en la investigación de la Universidad de Rockefeller de Nueva York publicada recientemente en la revista Nature.
"Estos resultados sugieren que los individuos que se contagiaron con el SARS-CoV-2 pueden potencialmente desarrollar una respuesta inmunitaria rápida y eficaz en caso de reexposición", según la revista Nature.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores examinaron a 87 personas varios días después de haberse contagiado y volvieron a hacerlo tras haber transcurrido seis meses de la infección. Determinaron que el nivel de anticuerpos producidos por el organismo para defenderse contra la Covid-19 disminuía con el tiempo. En cambio, el nivel de los linfocitos B se mantuvo constante. Estas células, que forman parte de los glóbulos blancos, guardan en su memoria las infecciones pasadas, de manera que pueden reactivar la producción de anticuerpos en caso de un nuevo contagio con el mismo agente patógeno.
Los inmunólogos han estudiado a los intestinos, un lugar, como los pulmones, cubierto de células que el virus puede invadir. Examinaron biopsias de siete individuos que habían superado la enfermedad y encontraron rastros virales. Los autores creen posible que los anticuerpos muten en respuesta al antígeno viral residual escondido en los intestinos de las personas.
La investigación publicada en Nature dota de autoridad una teoría, la de la duración de la inmunidad, que se ha abordado en numerosas ocasiones durante los últimos meses y que ha venido preocupando a la comunidad científica desde el inicio de la pandemia.