I+D17 de mayo, 2022
Estrategias contra la obesidad: dietas flexibles y saludables, sistemas alimentarios sostenibles y concienciación
Cerca de 3.000 millones de personas en el mundo no pueden permitirse una nutrición sana, según la ONU.
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Cada año, las dietas poco saludables causan once millones de muertes y 420.000 personas más fallecen por consumir alimentos nocivos, informan desde la Organización de Naciones Unidas (ONU). Además, la alimentación inadecuada da lugar a diversas enfermedades crónicas y constituyen una carga económica para todos los países.
ONU y alimentación sostenible
Para paliar el avance de lo que muchos expertos consideran una pandemia, cinco agencias especializadas de la ONU la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa para el Medio Ambiente (Pnuma), han creado una coalición para promover dietas saludables y asequibles para todos a partir de sistemas alimentarios sostenibles.
"La mala alimentación está relacionada con seis de los diez principales factores de riesgo para la carga mundial de enfermedades".
Los integrantes de la Coalición de Acción para las Dietas Saludables, aseguran que cerca de 3.000 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable. Al mismo tiempo, recuerdan que la mala alimentación está relacionada con seis de los diez principales factores de riesgo para la carga mundial de enfermedades.
Por otra parte, insisten en que “la desnutrición constituye una violación del derecho humano a la alimentación y continúa generando desigualdades sociales y de salud”.
Las prácticas insostenibles que definen los sistemas alimentarios del mundo de hoy también están impulsando la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de los océanos, la aparición de enfermedades zoonóticas y la resistencia a los antimicrobianos, añaden los integrantes de esta iniciativa.
“Las dietas saludables de un sistema alimentario sostenible son regímenes de ingesta de alimentos que promueven la salud y previenen las enfermedades".
Los organismos de la ONU afirman que “los sistemas alimentarios vigentes están enfermando a la población, por lo que urgieron a transformarlos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
“Las dietas saludables de un sistema alimentario sostenible son regímenes de ingesta de alimentos que promueven la salud y previenen las enfermedades. Pero para que se generalice su consumo, hace falta que los alimentos saludables estén disponibles, sean asequibles, accesibles y atractivos para todos”.
Plan de trabajo
Las agencias promotoras de esta iniciativa hablan de una necesidad urgente de acciones coherentes e inminentes en políticas, prácticas, disponibilidad de datos y asignación de recursos. El plan de trabajo de la Coalición consta de estos tres puntos clave:
- Movilizar y coordinar los conocimientos para una acción orquestada en los sistemas alimentarios de manera que se produzca un impacto positivo a nivel de país.
- Facilitar el aprendizaje entre países.
- Gestionar proyectos especiales, según las prioridades de cada país, para integrar las esferas de la nutrición, la salud y la sostenibilidad a través de la alimentación.
Llevar a buen término este plan haría posible la consecución de varias metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como acabar con el hambre y la malnutrición en todas sus formas o promover una vida sana y el bienestar para todos, entre otros.
Dietas flexibles
“Las dietas, ya sean para lograr adelgazar o para otros fines, deben formar parte de un conjunto de estrategias para una vida más saludable y no deben entenderse como algo restrictivo”, argumenta Rafael Gómez y Blasco, de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) y presidente de la Asociación Médica Hispanocolombiana (Asmehc), en el marco de la Cumbre del Conocimiento que se celebró la semana pasada en la Universidad Complutense de Madrid. Para este experto en Endocrinología, Metabolismo y Nutrición: “La obesidad, y otras muchas enfermedades no transmisibles, pueden beneficiarse de una dieta flexible y accesible, que se acomode al estilo de vida, a los recursos y a los horarios de cada persona”.
Tal y como aclara, “este tipo de patrones alimenticios flexibles y equilibrados, como la dieta Flexible and Friendly For Overweightness o FAFO , están avalados por las sociedades científicas y facilitan en gran medida la adhesión del paciente, algo que siempre es muy complicado de conseguir”.
En concreto, la dieta flexible se fundamenta en una estrategia de modificación y/o actualización de los hábitos alimentarios que, lejos de esquemas rigurosos y parciales, apuesta por un patrón amplio, diverso, balanceado y contextualizado de alimentación, capaz de adaptarse a los marcos y posibilidades particulares de cada persona. “Supone una adaptación y ajuste a cada caso y, con ello, una mayor garantía de adhesión y mayores opciones de alcanzar los objetivos planteados a medio y largo plazo”, recalca este experto, quien apunta la importancia de “tener en cuenta estas consideraciones también a la hora de comprar, preparar, cocinar y comer”.
La dieta flexible se fundamenta en una estrategia de modificación y/o actualización de los hábitos alimentarios que apuesta por un patrón amplio, diverso, balanceado y contextualizad.
En este contexto, los profesionales de la salud juegan un papel clave, pues deben ser capaces “de incorporar en su práctica clínica diaria la consideración de todos estos aspectos, dentro de una estrategia personalizada y contextualizada de mejora de la salud de los pacientes con obesidad”, aconseja el representante de la Seedo.
"La obesidad se ha situado como un problema gravísimo en España, donde nos encontramos con unas cifras de preobesidad y obesidad que suman un 54%”.
El doctor Rafael Gómez y Blasco, añade que, “la obesidad se ha situado como un problema gravísimo en España, donde nos encontramos con unas cifras de preobesidad y obesidad que suman un 54%”. En todas las circunstancias “la solución pasa tanto por un aumento en la educación de la población como por que los gobiernos reconozcan definitivamente a la obesidad como una enfermedad por sí misma, y no solo como un factor de riesgo para la salud”.
Obesidad en adolescentes
Recientemente en el Congreso Europeo de Obesidad (4-7 de mayo 2022), se dieron a conocer los datos del estudio internacional ACTIONS teens, en el que España ha participado junto a otros nueve países. De esta investigación, se ha podido saber que uno de cada cuatro adolescentes en el mundo no es consciente de que vive con obesidad,
La investigación, que cuenta con la colaboración de Novo Nordisk, también ha mostrado que uno de cada tres padres tampoco percibe que su hijo vive con obesidad. España es uno de los países europeos en los que las tasas de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes son mayores, concretamente el 34,9% de los menores de entre 8 y 16 años sufre sobrepeso u obesidad.
“La obesidad no diagnosticada pone en peligro la salud de 157 millones de niños y adolescentes en todo el mundo".
“La obesidad no diagnosticada pone en peligro la salud de 157 millones de niños y adolescentes en todo el mundo, ya que tendrán más riesgo de tener complicaciones psicológicas, enfermedades cardiovasculares, diabetes, así como de padecer algunos cánceres y trastornos musculoesqueléticos”, según han aseverado los artífices de este informe.
De hecho, “los niños que viven con obesidad tienen un riesgo de muerte tres veces mayor en la edad adulta respecto a la población general”. Asimismo, de los datos del ACTION Teens, se concluye que a uno de cada tres padres le cuesta reconocer que su hijo tiene obesidad, mientras que casi la mitad esperan que su hijo simplemente crezca y deje de padecerla.
En opinión de Stephen Gough, vicepresidente senior y director médico de Novo Nordisk, “es necesario seguir trabajando para impulsar el cambio en materia de obesidad. Este problema de salud pública sin resolver está afectando a la vida de demasiados jóvenes, cuya salud sigue viéndose gravemente afectada por la obesidad a medida que crecen si no reciben tratamiento. Es más, cuatro de cada cinco niños que viven actualmente con obesidad serán adultos con obesidad”.
"Cuatro de cada cinco niños que viven actualmente con obesidad serán adultos con obesidad”.
Por su parte, Vicki Mooney, una de las colaboradoras del estudio ACTION teens, presidenta de la Irish Coalition for People Living with Obesity (ICPO) y directora ejecutiva de la European Coalition for People living with Obesity (ECPO), ha señalado que, "los resultados nos muestran que los adolescentes quieren perder peso y mejorar su salud. Sin embargo, uno de cada tres adolescentes se siente incapaz de hablar con sus padres al respecto y muchos recurren a las redes sociales en busca de orientación. Es difícil comprender la presión que sufren estos adolescentes, sobre todo porque dos tercios creen que solo ellos son responsables de perder peso. No obstante, muchos de sus padres se esfuerzan por saber cuál es la mejor manera de cuidarlos”.
"Uno de cada tres adolescentes se siente incapaz de hablar con sus padres al respecto y muchos recurren a las redes sociales en busca de orientación".
Asimismo, del estudio también se ha observado que es necesario mejorar la formación de los profesionales sanitarios, puesto que la gran mayoría de los médicos (87%) manifiestan que apenas han recibido formación sobre cómo tratar la obesidad tras finalizar la carrera de Medicina.