La falta de formación de los profesionales sanitarios es una barrera para el tratamiento eficaz del exceso de peso.
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Con motivo de la celebración el 4 de marzo del Día Mundial de la Obesidad (DMO), la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), ha resumido algunas de las principales exigencias, recomendaciones y líneas de actuación de presente y futuro. En este sentido, María del Mar Malagón, presidenta de la Seedo, resalta que “es fundamental que se reconozca a la obesidad como una enfermedad crónica, que interviene en el desarrollo de numerosos factores de riesgo para la salud y la aparición de otras enfermedades crónicas, pero que es prevenible y tratable”.
Para la máxima representante de Seedo, resulta “indispensable un plan nacional y europeo frente a la obesidad, más aún si se tiene en cuenta que hay aún muchos europeos que podrían beneficiarse de los cuidados médicos para la obesidad y no los están recibiendo”.
Resulta “indispensable un plan nacional y europeo frente a la obesidad, más aún si se tiene en cuenta que hay aún muchos europeos que podrían beneficiarse de los cuidados médicos para la obesidad y no los están recibiendo”.
Además, como indican las organizaciones convocantes del DMO, la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad y la Coalición Europea para las personas que viven con obesidad, se advierte que “la falta de educación y formación de los médicos, y de otros profesionales sanitarios, es una de las principales barreras para llevar a cabo un cuidado y tratamiento eficaz de la obesidad”, según resume el doctor Albert Lecube, vicepresidente de Seedo. Para este experto “los profesionales de la salud pueden marcar la diferencia en el tratamiento adecuado de la obesidad, adquiriendo un mayor conocimiento sobre la misma y sobre todas las circunstancias que la rodean”. Al mismo tiempo, no hay que olvidar que hasta un 75% de los europeos que viven con obesidad no reconocen que tienen esta enfermedad.
“La falta de educación y formación de los médicos, y de otros profesionales sanitarios, es una de las principales barreras para llevar a cabo un cuidado y tratamiento eficaz de la obesidad”.
Claves de la obesidad
Entre las principales causas de obesidad, se incluyen los condicionantes genéticos y endocrinos, pero también los factores ambientales como el estrés, la medicación, la falta de horas de sueño, el aumento de patrones de trabajo sedentarios y la nutrición.
La nutrición juega un papel importante en la obesidad, por lo que en muchos casos resulta esencial establecer una dieta adecuada para prevenir su aparición y para reducir peso y evitar posibles complicaciones asociadas.
La nutrición juega un papel importante en la obesidad, por lo que en muchos casos resulta esencial establecer una dieta adecuada para prevenir su aparición.
Desde el grupo de Dietoterapia de la Seedo se recomienda que “el tratamiento dietético para la obesidad sea consensuado con el paciente y se dirija hacia un cambio de hábitos eficaz y duradero en el tiempo, con objetivos realistas y respete el ritmo de vida, gustos, preferencias, práctica de actividad física, disponibilidad económica y adaptado culturalmente”. Como admiten los coordinadores de este grupo, los nutricionistas-dietistas Enric Sánchez y Cristina Porca, “sabemos que esto no es sencillo, pero es el primer paso para conseguir el éxito, el cambio de hábitos y el mantenimiento del peso perdido".
Ejercicio físico
Otro pilar fundamental frente a la obesidad es la actividad física y el ejercicio. Resulta clave que todos los profesionales de la salud adquieran o actualicen sus conocimientos sobre los beneficios del entrenamiento en personas con obesidad, así como que conozcan cómo mejorar la condición física en estas personas. Para ello, como señala el coordinador del grupo de trabajo de Ejercicio Físico y Obesidad de Seedo, Javier Butragueño, “es imprescindible que sepan evaluar, de manera fiable, las capacidades físicas de estas personas, así como prescribir y planificar su entrenamiento físico para mejorar la condición muscular, cardiorrespiratoria y metabólica”.
Resulta clave que todos los profesionales de la salud adquieran o actualicen sus conocimientos sobre los beneficios del entrenamiento en personas con obesidad.
Endoscopia bariátrica y metabólica
Por su parte, el grupo de trabajo de Endoscopia Bariátrica y Metabólica anima a avanzar en el estudio y tratamiento de la obesidad, potenciando una mayor especialización de los profesionales sanitarios y la formación de unidades con equipos multidisciplinares. En concreto, como subraya su coordinador, el doctor Josep Merlo, “estamos poniendo el foco en investigar y seleccionar los mejores tratamientos endoscópicos bariátricos y metabólicos, mínimamente invasivos, para tratar esta enfermedad crónica y recidivante”.
“Estamos poniendo el foco en investigar y seleccionar los mejores tratamientos endoscópicos bariátricos y metabólicos, mínimamente invasivos, para tratar esta enfermedad crónica y recidivante”.
Las líneas de actuación en este ámbito se centran, sobre todo, en ofrecer a los pacientes con obesidad una terapéutica endoscópica personalizada, que se puede complementar y ampliar con otros tratamientos farmacológicos o quirúrgicos, según el grado y la evolución de su enfermedad, para ayudar a modificar hábitos indeseados y conseguir un estilo de vida saludable.
La salud mental y la obesidad
El impacto de la obesidad en la salud mental es crucial, y al revés también. Por eso, desde esta sociedad científica exigen aceptación y compromiso para combatir esta enfermedad y limitar sus devastadores efectos a nivel psicológico, insistiendo en la urgente necesidad de acabar con el estigma social que conlleva el exceso de peso. Ignorar la realidad de la obesidad como enfermedad favorece su estigmatización, así como contribuye a aumentar el estrés y empeorar la salud del paciente.
"La obesidad no es una elección ni una enfermedad moral. Una persona no escoge sufrir obesidad, la obesidad es quien te escoge".
"La obesidad no es una elección ni una enfermedad moral. Una persona no escoge sufrir obesidad, la obesidad es quien te escoge. En el desarrollo de esta enfermedad existe un importante componente genético, que puede asociarse al estrés, a las pocas horas de sueño, a los contaminantes ambientales y a otros factores externos". Por lo tanto, según el doctor Antonio Alcántara, coordinador del grupo de Psicología y Obesidad de la Seedo, “para impactar de forma positiva en la salud mental de estas personas debemos dejar de atribuirles la culpa de su exceso de peso: desculpabilizar a los pacientes con obesidad es básico para la salud mental de todos. Y hay que salir de la esclavitud del ‘pesocentrismo’ y priorizar el concepto de ‘morfofuncionalidad’”. Y es que dos personas con el mismo peso y talla, pueden tener una distribución muy diferente de su tejido adiposo.
“Para impactar de forma positiva en la salud mental de estas personas debemos dejar de atribuirles la culpa de su exceso de peso: desculpabilizar a los pacientes con obesidad es básico para la salud mental de todos".
En este mismo sentido, Marta Toral, residente de Medicina Interna de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), rebate este falso argumento de que “la obesidad tiene que ver con una cuestión de voluntad”, añadiendo que “la obesidad no se relaciona con una cuestión de voluntad. En ella influyen muchos otros factores, como pueden ser genéticos, enfermedades predisponentes, fármacos que estén tomando los pacientes, el entorno cultural, el entorno social…, por tanto antes de juzgarles debemos entender la situación personal de cada uno”.
Síndrome de Prader-Willi
Aunque las enfermedades genéticas (monogénicas o con afectación de varios genes) que cursan con obesidad son enfermedades raras y con una prevalencia baja, están infradiagnosticadas. El síndrome de Prader-Willi es la causa más frecuente de obesidad genética sindrómica, con una prevalencia de 1 de cada 10.000-30.000 nacidos vivos. Debe sospecharse ante todo recién nacido con hipotonía y ante una persona adulta con una obesidad que curse con ingesta muy exagerada (hiperfagia), hipogonadismo, déficit de hormona del crecimiento (GH) y discapacidad intelectual.
El síndrome de Prader-Willi es la causa más frecuente de obesidad genética sindrómica, con una prevalencia de 1 de cada 10.000-30.000 nacidos vivos.
Partiendo de esta realidad, el grupo de trabajo de Síndrome de Prader-Willi de la Seedo aprovecha el Día Mundial de la Obesidad para “insistir a las autoridades que dediquen más recursos para el diagnóstico, manejo multidisciplinar (con la creación de centros de referencia para esta patología en España) y apoyo social (creación de residencias o pisos tutelados, donde poder vivir habitualmente o cuando los familiares ya no pueden hacerse cargo)”. Al mismo tiempo, como expresa la coordinadora de este grupo, la doctora Assumpta Caixàs, “son necesarios más recursos para la investigación y la obtención de nuevas dianas terapéuticas para paliar la hiperfagia, que les impide llevar una vida con más libertad y sin tanta vigilancia”.
Falsos mitos
En el marco de este día dedicado a esta patología, desde la SEMI han emitido un comunicado para aclarar algunos de los falsos mitos que se vinculan a la obesidad. Así la doctora Juana Carretero, presidenta de la SEMI, asegura que para adelgazar no es necesario pasar hambre: “Para mantener un peso saludable a la vez que estamos bien alimentados y no pasamos hambre, es fundamental elegir bien lo que vamos a comer. Simplemente es importante pensar y elegir bien los alimentos y disfrutar comiendo de forma saludable para mantener un peso sano”.
“Para mantener un peso saludable a la vez que estamos bien alimentados y no pasamos hambre, es fundamental elegir bien lo que vamos a comer".
En cuanto a la idea de que dormir engorda, es precisamente lo contrario. El doctor Francisco Javier Carrasco, lo explica de esta forma: “De hecho, las personas que duermen menos de cinco horas tienen muchas más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que aquellas que duermen alrededor de siete horas. La calidad del sueño es fundamental para prevenir la obesidad. Las personas que duermen menos de cuatro horas pueden tener un incremento del 70% de la probabilidad de desarrollar sobrepeso u obesidad y esta se reduce al 25% cuando duermen menos de seis horas. El organismo es capaz de quemar aproximadamente una caloría por kilo de peso y hora de sueño. Hay que desmitificar el hecho de que dormir engorda, es lo contrario. Debemos tener un sueño de calidad y con unas mínimas horas para preservar nuestra salud y esto facilita la pérdida de peso, junto a otros factores”.
"Las personas que duermen menos de cinco horas tienen muchas más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que aquellas que duermen alrededor de siete horas".
En lo referente al consumo de aceite de oliva, el doctor Pablo Pérez Martínez, comenta que sí es cierto que el aceite de oliva virgen es la grasa más saludable que existe, y ha demostrado que puede prevenir las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, al igual que el resto de las grasas, su aporte calórico no es desdeñable. Entonces, dentro de una dieta variada y equilibrada, debemos consumir a diario aceite de oliva virgen, pero siempre sustituyendo a otro tipo de grasas, como las animales o las grasas trans que abundan en los alimentos ultraprocesados. Por tanto, el consumo de aceite de oliva sí, también en las personas que presentan sobrepeso u obesidad”.
Dentro de una dieta variada y equilibrada, debemos consumir a diario aceite de oliva virgen, pero siempre sustituyendo a otro tipo de grasas, como las animales o las grasas trans que abundan en los alimentos ultraprocesados.
Respecto a las “operaciones bikini” y las dietas milagro, los doctores son claros. “Cuando te plantees hacer una dieta, no busques una dieta rápida, que simplemente genera una bajada de peso muy rápida y puntual, para luego recuperarlo incluso más de dónde partías”, explica el doctor José María Fernández.
“Cuando tenemos sobrepeso u obesidad la primera tentación o idea puede ser bajar peso por nosotros mismos y recurrir a las mal llamadas y mitificadas ‘dietas milagro’, que carecen de base científica, además basan su éxito en una gran restricción alimentaria que nos puede llevar a estados carenciales que son malos para la salud. Siempre que queramos perder peso debemos ponernos en manos de un profesional que nos propondrá una dieta adecuada para nosotros y que podremos llevar a cabo con un horizonte a largo plazo pensando en nuestra salud y no con fines que en muchos casos son meramente estéticos. Una dieta adecuada no pondrá en riesgo nuestra salud y evitaremos otro tipo de problemas”, aclara el doctor Pablo Miramontes.
"Una gran restricción alimentaria que nos puede llevar a estados carenciales que son malos para la salud".
Por último, el doctor Pedro Pablo Casado, indica que aceptar que hay una obesidad buena es un error. “Es cierto que existe un perfil de obesidad con mayores implicaciones metabólicas y de riesgo incrementado para desarrollar ciertas enfermedades con respecto a otras personas con una obesidad de menor riesgo, lo que hoy en día todavía se pugna en definir como ‘personas metabólicamente sanas’. Pero este concepto puede llevar a error, pues cualquier tipo de obesidad tiene implicaciones deletéreas para la persona que la padece en comparación con la persona con normopeso o peso normal”.