La OMS asegura que la vacunación es la manera más eficaz de prevenir la enfermedad.
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La gripe provoca la muerte de entre 250.000 y 500.000 personas cada año en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En países industrializados la mayoría de las muertes son de personas mayores de 65 años. Esta enfermedad suele originarse en invierno en climas templados, mientras que en las regiones tropicales se produce durante todo el año. El 99% de las muertes de menores de cinco años con infecciones de las vías respiratorias inferiores relacionadas con la gripe se producen en países en vías de desarrollo, según diversos estudios. Debido a esto, la OMS ha asegurado que la vacunación es la manera más eficaz de prevenir la enfermedad.
"En los adultos sanos la vacunación antigripal puede proporcionar una protección razonable".
La OMS ha comunicado que "en los adultos sanos la vacunación antigripal puede proporcionar una protección razonable. En los ancianos puede ser menos efectiva para prevenir la enfermedad, pero aun así reduce su gravedad y la incidencia de complicaciones y muertes”. También ha aconsejado vacunarse de forma específica a las embarazadas, niños de seis meses a cinco años de edad, enfermos crónicos y profesionales sanitarios.
"En los ancianos puede ser menos efectiva para prevenir la enfermedad, pero aun así reduce su gravedad la incidencia de complicaciones y muertes".
Todos los años la OMS actualiza dos veces sus recomendaciones sobre la composición de la vacunas para cubrir los tres tipos (vacunas trivalentes) más representativos de virus en circulación (dos subtipos de virus de gripales A y uno de virus gripales B). En el hemisferio norte se recomienda incorporar un segundo virus B a los ya presentes en las vacunas trivalentes. Los fármacos inhibidores de la neurominidasa y los adamantanos o bloqueantes del canal de protones M2, pueden reducir las complicaciones graves y las muertes, pero lo ideal es que se administren en las fases iniciales de la gripe. La OMS ha recomendado los inhibidores de la neuraminidasa como tratamiento de primera línea en caso de ser necesario el uso de antivíricos, ya que la mayoría de virus de la gripe son resistentes a los adamantos.