I+D28 de julio, 2022
La prevalencia actual de la hepatitis D es del 5% en España, pese a que está extinta desde los años 90
Actualmente, afecta más a hombres que a mujeres y, concretamente, a población joven.
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En la actualidad, la prevalencia de la hepatitis D se situa en torno al 5% según ha advertido el especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo), Manuel Rodríguez García. Esta ha sido una de las principales conclusiones que expuso el doctor durante la ponencia “Hepatitis D, la gran desconocida” en el marco del LXXXI Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva, que tuvo lugar del 16 al 18 de junio de 2022 en León (Castilla y León)
Esta enfermedad se determinó extinta en la década de los 90, momento en el que la hepatitis viral llegó a tener gran importancia clínica al afectar al 20% de los pacientes que tenían una infección crónica por el virus de la hepatitis B.
Perfil del paciente
El perfil del paciente con hepatitis D ha variado en el tiempo. A finales del siglo pasado, los más afectados por la enfermedad eran usuarios de drogas por vía parenteral y hemofílicos que habían recibido transfusiones de sangre contaminada con los dos virus. Sin embargo, debido a los programas de vacunación frente al virus de la hepatitis B y a las mejoras en los cribados, la prevalencia disminuyó de forma significativa en España.
“Estos flujos migratorios provienen de zonas donde la hepatitis D tiene todavía una prevalencia elevada".
Una tendencia que, tal y como ha explicado el doctor Rodríguez García, se está revirtiendo en nuestro país, registrando un repunte en los últimos años. La razón principal de este incremento se debe, entre otras circunstancias, a los fenómenos migratorios que llegan a España procedentes del África subsahariana y el Este de Europa, afectando más a hombres que a mujeres y, especialmente, a población joven. “Estos flujos migratorios provienen de zonas donde la hepatitis D tiene todavía una prevalencia elevada, por lo que los expertos debemos estar alerta y buscar de forma obligatoria el virus Delta en pacientes con infección crónica por hepatitis B”, ha destacado el especialista.
Opciones de tratamiento y pronóstico
Otra de las circunstancias que ha provocado que la hepatitis D sea todavía una de las más desconocidas dentro de la familia de las hepatitis virales es la falta de arsenal terapéutico. “A diferencia de la hepatitis B y C, en la D no hay opciones de tratamiento con una tasa de respuesta aceptable, lo que provoca que la enfermedad tenga peor pronóstico y los pacientes que la padecen tengan más riesgo de sufrir cirrosis o cáncer hepático”, ha advertido Manuel Rodríguez García.
“Se necesita con urgencia que España apruebe nuevas opciones terapéuticas contra la hepatitis D y que las nuevas generaciones de gastroenterólogos comiencen a buscarla en todos los pacientes con infección por virus B".
Actualmente, según ha indicado el doctor Rodríguez García, el único tratamiento disponible en España frente a la hepatitis D es el interferón, un agente que logra suprimir la actividad viral y hepática sólo en una minoría de pacientes tratados. Sin embargo, existen nuevos avances farmacológicos con mayor eficacia y tolerancia contra la enfermedad, como es el caso de Bulevirtide, un medicamento antivírico que ya está autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), pero aún no por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). “Se necesita con urgencia que España apruebe nuevas opciones terapéuticas contra la hepatitis D y que las nuevas generaciones de gastroenterólogos comiencen a buscarla en todos los pacientes con infección por virus B", ha avisado el experto.
Primer registro nacional
La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha creado recientemente el primer registro de pacientes con hepatitis D, que incluye a 213 pacientes con seguimiento activo en 15 hospitales españoles, con sus respectivas variables epidemiológicas, clínicas y virológicas y su evolución desde el inicio del seguimiento. Con una media de edad de 52 años, el 54% de estos pacientes son varones, el 57% nacieron en España y el 21% en Europa del Este.
El tiempo medio de seguimiento fue de 6 años.
En el momento del diagnóstico, el 45% de los pacientes cuyos datos incluye el registro tenía ya una cirrosis, el 19% presentaba hipertensión portal. Durante el seguimiento, sin embargo, un 11% y 15% adicional desarrollaron cirrosis e hipertensión portal, que es un porcentaje elevado teniendo en cuenta que el tiempo medio de seguimiento fue de 6 años.
"Este registro servirá para realizar un seguimiento de un número elevado de pacientes y hacer extensible la determinación del ARN-VHD para mejorar el manejo de la infección”.
“En la mayoría de los centros no es posible cuantificar el ARN-VHD, por eso este registro servirá para realizar un seguimiento de un número elevado de pacientes y hacer extensible la determinación del ARN-VHD para mejorar el manejo de la infección”, ha argumentado Sabela Lens, especialista en Gastroenterología y Hepatología y miembro de la Junta Directiva de la AEEH.