I+D20 de septiembre, 2022
La prevalencia de la enfermedad de la gota en España es del 2,4% de la población adulta y se observa una tendencia creciente
El 66,6% de los afectados son mayores de 60 años, según los resultados del estudio EPISER 2016 de la SER.
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La prevalencia de la enfermedad de la gota en España es del 2,4% de la población adulta, lo que equivale aproximadamente a 800.000 afectados en nuestro país. Además, el 66,6% de los afectados son mayores de 60 años, según los resultados del estudio EPISER 2016 realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER).
“Estos datos son mayores en comparación a los de otros países de nuestro entorno (salvo Reino Unido, que es similar) y se observa una tendencia creciente probablemente en relación con una mayor esperanza de vida y cambios en el estilo de vida. Además, se ha observado que en los últimos años están aumentando las hospitalizaciones por esta enfermedad reumática”, según ha indicado la doctora Neus Quilis, reumatóloga del Hospital Vinalopó de Elche, en el marco del XI Curso SER Reumatopics, que se ha celebrado los días 16 y 17 de septiembre en Barcelona, con la colaboración de Menarini.
La doctora Quilis ha advertido que “las mujeres también pueden padecer gota, si bien suele aparecer tras la menopausia probablemente porque los estrógenos consiguen menores cifras de ácido úrico en sangre. En mujeres mayores una forma no infrecuente de afectación se da en los dedos de las manos”.
“Las mujeres también pueden padecer gota, si bien suele aparecer tras la menopausia probablemente porque los estrógenos consiguen menores cifras de ácido úrico en sangre".
Estilo de vida
De cara a los pacientes, la especialista ha insistido en que “existen recomendaciones relativas al estilo de vida que se pueden seguir para reducir las posibilidades de tener niveles altos de ácido úrico en sangre. En líneas generales, seguir una dieta rica en purinas de origen animal (carne roja o marisco), alcohol (sobre todo la cerveza) y bebidas ricas en fructosa aumentará la posibilidad de tener hiperuricemia y gota.
Seguir una dieta rica en purinas de origen animal (carne roja o marisco), alcohol (sobre todo la cerveza) y bebidas ricas en fructosa aumentará la posibilidad de tener hiperuricemia y gota.
Las últimas guías recomiendan también fomentar una dieta cardiosaludable y mantener un control del peso. Para pacientes ya diagnosticados resulta indispensable seguir el tratamiento farmacológico prescrito por su médico”.
En opinión de la doctora Diana Peiteado, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), “la gota puede curarse consiguiendo la desaparición completa de los depósitos de urato y controlando la uricemia. No obstante, a pesar de contar con opciones terapéuticas efectivas y con un mayor conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, el control en la práctica real está lejos de ser el adecuado”.
GuipClinGot
Un análisis transversal sobre práctica clínica en nuestro país reportó una mejora en el manejo clínico de la gota en cuanto a porcentaje de pacientes que alcanza la diana terapéutica de ácido úrico, tras la publicación de la "Guía de práctica clínica para el manejo de los pacientes con gota" (GuipClinGot 2013).
La actualización de dicha guía, publicada en 2020, integra a reumatólogos con otros especialistas implicados en la asistencia sanitaria como Enfermería, así como la opinión de los pacientes. Esta edición aporta nueva información respecto a posicionamientos de tratamientos, técnicas de imagen o manejo en pacientes con comorbilidades, según ha detallado el doctor Diego Benavent, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid y uno de los coordinadores del curso, junto a las doctoras Isabel Castrejón y Vanesa Calvo.
"Es fundamental seguir trabajando en la adherencia a fármacos hipouricemiantes, así como en la promoción de hábitos de vida que mejoren la gota y el adecuado manejo de sus comorbilidades asociadas".
En cuanto a áreas de mejora, este especialista ha recalcado que “es fundamental seguir trabajando en la adherencia a fármacos hipouricemiantes, así como en la promoción de hábitos de vida que mejoren la gota y el adecuado manejo de sus comorbilidades asociadas. Avances como la ecografía pueden ofrecer un mejor diagnóstico y seguimiento de los pacientes con gota, por lo que se debe potenciar la formación de los especialistas en esta técnica”.
Impacto y recursos de pacientes hospitalizados
Por su parte, la doctora Peiteado ha explicado los resultados de un estudio que realizaron entre los años 2005 y 2015 y que revelaba que “las tasas de hospitalización nacional de la población gotosa fueron incrementándose de forma progresiva pasando de 35 casos por 10.000 habitantes al año hasta 50 casos por 10.000 habitantes/año, un aumento de hospitalización similar a otros países. De ellos, un 83% de los pacientes gotosos hospitalizados eran varones, con una media de edad de 72 años y una importante carga de comorbilidad”.
"Entre los años 2005 y 2015 y que revelaba que “las tasas de hospitalización nacional de la población gotosa fueron incrementándose de forma progresiva".
El impacto en los recursos sanitarios de los pacientes con gota se debe a su elevada morbilidad que provoca un número importante de visitas médicas y prescripción de fármacos, especialmente en el ámbito de Atención Primaria, y en menor grado en especializada. Además, “hay que destacar la frecuente asociación con otras enfermedades especialmente con factores de riesgo cardiovascular, que aparecen en porcentajes mucho mayores que en la población general. De hecho, se trata de la enfermedad articular inflamatoria más prevalente y con más comorbilidad asociada”, ha precisado.
"La gota es la enfermedad articular inflamatoria más prevalente y con más comorbilidad asociada”.
Actualizaciones
En esta XI edición del Curso SER Reumatopics, celebrada con la colaboración de Menarini, se han abordado las actualizaciones relevantes a nivel de artritis microcristalinas en España, y se han impartido charlas sobre miopatías inflamatorias, patología ocular inflamatoria, enfermedad de Behçet, espondiloartritis, enfermedades autoinflamatorias o últimas novedades en telemedicina, entre otras.
“La prevalencia creciente de las artritis microcristalinas y sus complicaciones inducen la necesidad no cubierta de formación e investigación en esta área para la optimización de su manejo”, según ha opinado el doctor Diego Benavent.
"Resulta fundamental llevar a cabo una estrategia para el seguimiento estrecho de los pacientes, que no se debe limitar al seguimiento de las cifras de ácido úrico".
A su juicio, “resulta fundamental llevar a cabo una estrategia para el seguimiento estrecho de los pacientes, que no se debe limitar al seguimiento de las cifras de ácido úrico, sino también al adecuado manejo de las recurrencias y a la mejora de la adherencia terapéutica; favoreciendo al mismo tiempo el consejo sobre el estilo de vida y el abordaje de las comorbilidades. Para la mejora de estas áreas, no solo es necesaria la formación de los reumatólogos, si no de otros profesionales implicados en la atención de artritis microcristalinas, como Enfermería o Atención Primaria”.
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