Establece cuatro pilares para lograr un cambio de paradigma con los avances en investigación como motor.
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Los expertos reunidos en el XIX Congreso de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), que se celebra del 22 al 25 de octubre en Sevilla, han puesto las bases para asentar un cambio de paradigma en obesidad.
En el curso precongreso, donde se ha producido una fructífera interacción entre los investigadores básicos-traslacionales y clínicos, se ha aportado un enfoque estimulante y rompedor sobre el estudio y manejo de la obesidad. La doctora Andreea Ciudin, integrante de la junta directiva de SEEDO y jefa de la Unidad de Tratamiento Integral de Obesidad del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, ha expuesto cuatro pilares esenciales:
1) Entender la obesidad como una enfermedad crónica y recurrente.
2) Cambiar el foco: desde el abordaje basado en número de kilos y pérdida de peso hacia un enfoque holístico centrado en adiposidad, composición corporal y manejo focalizado en la salud metabólica.
3) Centrar el manejo de la obesidad en los afectados: aprender a iniciar una conversación basada en el respeto y la transversalidad, a establecer un partenariado con esas personas con obesidad, a iniciar y mantener una comunicación continua entre profesionales y personas, con vistas a lograr decisiones compartidas basadas en empatía y acompañamiento durante toda la vida.
4) Ofrecer contenido equilibrado y de interés, tanto para clínicos como para investigadores básicos-traslacionales, utilizando puntos de encuentro de la clínica con la investigación.
"Tenemos que ir todos a una, aprender a comunicarnos entre nosotros, poner en común los resultados de nuestra investigación, buscar objetivos comunes, por el beneficio de las personas que viven con obesidad", explica Ciudin.
Avances en la evaluación de la composición corporal
Como reflejo del movimiento que facilita este cambio de patrón, en el XIX Congreso se están mostrando los avances registrados en la evaluación de la composición corporal, tanto a nivel clínico (medir fuerza muscular, uso de la ecografía…) como en el ámbito de la investigación básica y traslacional: el papel del tejido adiposo pardo en el metabolismo energético, por ejemplo.
"Para cambiar el paradigma y corregir las limitaciones de haber utilizado el Índice de Masa Corporal (IMC) como parámetro único para diagnosticar la obesidad y tomar decisiones, necesitamos desarrollar y validar las técnicas de composición corporal y poder fenotipar y caracterizar a las personas que viven con obesidad: tenemos que dejar de hablar de la obesidad como si fuera una única enfermedad", destaca Andreea Ciudin.
De hecho, se propone hablar de 'obesidades' y la misión es ser capaces de diagnosticar correctamente cada tipo de obesidad. Por ello, "son tan necesarias las investigaciones clínicas y básicas y la comunicación entre ellas. Ir más allá del IMC nos abre este nuevo camino, que está por hacer y será difícil", adelanta Ciudin.
Desarrollo de fármacos
El progreso más evidente que se está trasladando de la investigación a la cabecera del paciente es el desarrollo de fármacos para tratar 'las obesidades'. "Ahora tenemos muchos estudios en marcha con nuevos fármacos, que podemos considerar que pertenecen a la misma familia porque comparten algunos efectos; sin embargo, también presentan algunos mecanismos diferentes, lo que nos facilitará, una vez hayamos fenotipado el paciente, poder darle el tratamiento adecuado", subraya la especialista del Hospital Vall d'Hebron.
Incorporar la visión del paciente al proceso de investigación en obesidad es otra tendencia de vanguardia. "Es fundamental conocer su perspectiva y sus objetivos", opina Andreea Ciudin, quien también concede un papel significativo a los médicos de Atención Primaria, "que deben perder el miedo al manejo de la obesidad, entender que son realmente protagonistas en esta lucha y que tenemos que ir todos juntos".
Cirugía bariátrica
En esta nueva era de la lucha contra la obesidad, también se redefine el rol que puede tener la cirugía bariátrica. "Debemos aprender a situar la cirugía bariátrica dentro de las opciones de tratamiento de las obesidades, en función del tipo de obesidad, del fenotipado del paciente (y no del IMC), así como revalorarla como opción de cotratamiento en casos seleccionados, dentro del abanico de nuevos fármacos en desarrollo", declara Ciudin.
"La opción quirúrgica y la farmacológica no son excluyentes", aclara. De hecho, esos recursos pueden ser complementarios, como demuestran algunos trabajos publicados recientemente. Por ejemplo, el estudio GRAVITAS revela que un análogo de GLP-1 ayuda a remitir la reganancia ponderal tras una cirugia bariátrica. Incluso "se plantea la idea de combinar las dos opciones con el fin de conseguir un mejor resultado, pero siempre personalizando y ofreciendo lo más adecuado para cada paciente, un traje a medida", agrega esta especialista.