I+D27 de octubre, 2021
Un estudio de 16 hospitales públicos madrileños refleja el alto impacto en el estado nutricional y funcional de ingresados en UCI por SARS-CoV-2
Al alta hospitalaria alrededor de un 70 % de los pacientes de este informe presentaban afectación en su movilidad.
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Un total de 16 hospitales públicos de la Comunidad de Madrid han presentado los resultados preliminares del estudio NutriCovid que revela el alto impacto de la infección por SARS-CoV-2 en el estado nutricional, funcional y en la calidad de vida de los pacientes graves que requieren de ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos. Esta investigación, que ha incluido a 199 pacientes, está impulsada por el Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes de la Comunidad de Madrid (SENDIMAD), con el apoyo de Nutricia, la marca de nutrición clínica del grupo Danone.
En palabras de la doctora Emilia Cancer, coordinadora del Grupo de Trabajo de Nutrición de SENDIMAD: “La importancia de apoyar este estudio radica en conocer esa realidad que los clínicos vemos en el día a día. Ahora ya sabemos que los pacientes con infección COVID-19 son pacientes en riesgo nutricional desde que se inicia la infección, por lo que el tratamiento nutricional es una parte fundamental de su cuidado para su recuperación”.
"Ahora ya sabemos que los pacientes con infección COVID 19 son pacientes en riesgo nutricional desde que se inicia la infección, por lo que el tratamiento nutricional es una parte fundamental de su cuidado para su recuperación”.
“En el momento del alta hospitalaria los pacientes presentaban una importante afectación de su estado nutricional y funcional”, explica la doctora Cristina Cuerda, médico adjunto de la Unidad de Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. En este sentido, el estudio NutriCovid revela que los pacientes mostraron una pérdida de peso del 16% al alta hospitalaria, y el 83,2% presentaban criterios de riesgo nutricional o desnutrición.
En cuanto a la valoración del estado funcional, el estudio ha demostrado que al alta hospitalaria el 80,9% de los pacientes presentaban una dependencia moderada–grave a total. “Esto implica que los pacientes tienen serias dificultades para mantener de forma autónoma su autocuidado (aseo personal, vestirse o desvestirse, alimentarse), en ocasiones masticar y tragar, y muy a menudo, se ven afectados en sus desplazamientos (caminar, subir y bajar escaleras)”, comenta la doctora Julia Álvarez, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Madrid.
Proyecto de investigación y hospitales
El estudio NutriCovid, que forma parte del proyecto NutriCOVer (proyecto de investigación para ayudar a la recuperación de pacientes COVID-19 ), tiene como objetivo describir la evolución del estado nutricional y funcional de los pacientes ingresados en la UCI y supervivientes al primer brote de la COVID-19 (marzo-junio de 2020) durante un año tras el alta hospitalaria. Adicionalmente, la investigación está analizando el uso de recursos sanitarios de estos pacientes.
“Son muchas las personas que viven en la actualidad con secuelas y síntomas persistentes tras haber padecido un cuadro agudo de COVID-19 y haber estado ingresados en la UCI".
Los hospitales involucrados en el proyecto de investigación son: el Hospital Universitario de la Paz, el Hospital 12 de Octubre, el Hospital Clínico San Carlos, el Hospital de la Princesa, el Hospital Universitario Gregorio Marañón, el Hospital Universitario Infanta Sofía, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, el Hospital Universitario de Torrejón, el Hospital Universitario de Fuenlabrada, el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, el Hospital Universitario de Móstoles, el Hospital Severo Ochoa, la Fundación Hospital Alcorcón, el Hospital Universitario de Getafe, el Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro y el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. Se trata de una importante alianza en investigación clínica frente a la COVID-19.
“Son muchas las personas que viven en la actualidad con secuelas y síntomas persistentes tras haber padecido un cuadro agudo de COVID-19 y haber estado ingresados en la UCI. Debemos poder darles apoyo médico y seguimiento, así como continuar dedicando recursos a investigar y disponer de información para definir mejor cuál es su evolución a más largo plazo y qué tratamientos pueden ser útiles para mitigar estas secuelas y favorecer su recuperación”, comenta Gonzalo Zárate, Director Médico de Danone Specialized Nutrition.
Secuelas de la COVID-19
Madrid ha sido una de las comunidades más afectadas por la pandemia de coronavirus a nivel global. Este impacto ha tenido su mayor reflejo en los hospitales de la Comunidad, donde se ha confirmado la gran afectación que la COVID-19 tiene sobre los pacientes ingresados, la cual va más allá de la afectación pulmonar. En concreto, la COVID-19 afecta a nivel muscular, neurológico, digestivo, renal, cardiovascular, nutricional y funcional, entre otras afecciones. Con relación a esto último, el estudio NutriCovid revela cómo en el momento del alta hospitalaria, el 83,2% de los pacientes presentaban criterios de riesgo nutricional o desnutrición utilizando como herramienta de valoración el MUST (Malnutrition Universal Screening Tool).
La COVID-19 afecta a nivel muscular, neurológico, digestivo, renal, cardiovascular, nutricional y funcional, entre otras afecciones.
Además, el 86,9% presentaron un cribado positivo para sarcopenia (pérdida de masa muscular) medido por el cuestionario SARC-f, y al alta hospitalaria el 80,9% presentaban una dependencia moderada-grave medida por el Índice de Barthle. Otras de las secuelas que se han observado en los pacientes son: deterioro de la movilidad (72%), dolor o malestar (63,5%), problemas para llevar a cabo actividades cotidianas (77%), para su autocuidado (52,2%) y depresión y ansiedad (42,1%).
"Podemos adelantar que los resultados preliminares del estudio NutriCovid apuntan a la necesidad de una intervención precoz nutricional al ingreso hospitalario que prevenga el desarrollo de desnutrición relacionada con la enfermedad durante el ingreso hospitalario por su impacto en los pacientes más graves. Además, creemos que es relevante poner en valor la necesidad de un tratamiento integral, nutricional y rehabilitador, durante el ingreso hospitalario y al alta, para minimizar el impacto negativo funcional y en la calidad de vida de los pacientes más graves con infección por SARS CoV 2”, explica la doctora Álvarez.
"Creemos que es relevante poner en valor la necesidad de un tratamiento integral, nutricional y rehabilitador, durante el ingreso hospitalario y al alta, para minimizar el impacto negativo funcional y en la calidad de vida de los pacientes más graves con infección por SARS CoV 2”.
Calidad de vida de los pacientes COVID-19
El estudio ha incluido una valoración de la calidad de vida de estos pacientes mediante el cuestionario EQ5. “Al alta hospitalaria alrededor de un 70 % de los pacientes de nuestro estudio presentaban afectación en su movilidad, 52% en el autocuidado y 76% limitando sus actividades de la vida diaria y en alguna medida la mitad de ellos una sensación permanente de malestar, dolor, ansiedad y depresión”, explica la doctor Cuerda.
“Utilizando la escala visual analógica la mayoría de los pacientes presentaban un valor (mediana) de 40 considerando el valor de 100 para definir el mejor estado de salud posible y de 0 para el peor estado de salud posible. Datos que mejoraron a los tres meses, puntuando a 60 y a los seis meses a 75”, concluye la doctora Álvarez.
A medio plazo se ha observado una mejora de estos pacientes, a los tres meses solo el 16,8% de los pacientes tenían criterios de riesgo nutricional o estaban desnutridos y el 34,8% presentaban criterios de riesgo de sarcopenia. Esta mejoría se ve consolidada a los seis meses, reduciéndose el porcentaje de pacientes en riesgo nutricional a un 5,2% y a un 12,7% en riesgo de sarcopenia.
“Parece razonable pensar que esta recuperación tiene que ver con la mejoría del estado nutricional y de la sarcopenia, que son claramente condicionantes de la funcionalidad de estos pacientes”.
“Parece razonable pensar que esta recuperación tiene que ver con la mejoría del estado nutricional y de la sarcopenia, que son claramente condicionantes de la funcionalidad de estos pacientes”, explica la doctora Álvarez. “Siempre que el paciente realice un plan adecuado de cuidados de su alimentación y de ejercicios de rehabilitación, con aumento progresivo de la actividad física, según sus capacidades”, añade la doctora Cuerda.
Tratamiento integral, nutricional y rehabilitador
Los facultativos señalan que los pacientes con infección por SARS CoV 2 grave con desnutrición y sarcopenia han prolongado su estancia hospitalaria y su estancia en UCI presentando un elevado porcentaje de disfuncionalidad al alta hospitalaria.
"Nuestra realidad muestra una infrautilización del Tratamiento Médico Nutricional. Nuestro registro revela que solo el 1% de los pacientes mantenían tratamiento con nutrición enteral y un 34,7% con Suplementación Nutricional. Sin embargo, los pacientes con riesgo nutricional y desnutrición al alta hospitalaria eran un 83,2%. Estamos seguros de que los resultados finales del estudio NutriCovid nos permitirán tener una nueva herramienta para sensibilizar a los profesionales al cuidado de los pacientes COVID sobre la importancia de prevenir y tratar precozmente, si fuera necesario, la desnutrición y la sarcopenia”, comenta la doctora Álvarez.
“Las conclusiones del estudio nos van a permitir definir aquellos aspectos condicionantes de una mayor desnutrición y determinar el impacto de los factores nutricionales en la evolución de los pacientes. Además, nos pueden ayudar a establecer cuáles son las herramientas que nos permitan mejorar la atención nutricional, y con ella la recuperación tanto clínica, como funcional de nuestros pacientes, así como realizar un uso más racional de los recursos”, añade la Dra. Cancer.