I+D6 de octubre, 2022
Un estudio identifica nuevos genes relacionados con la posibilidad de padecer un ictus
El análisis ha identificado un total de 89 genes relacionados con la probabilidad de tener un accidente cerebrovascular.
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La revista Nature ha publicado el mayor estudio genético de carácter internacional en el que se identifican nuevos genes relacionados con la posibilidad de padecer un ictus, así como nuevas terapias farmacológicas. En la elaboración del informe han participado tres investigadores del Laboratorio de Neurociencias Clínicas del IDIS, Tomás Sobrino, José Castillo y Francisco Campos.
El estudio ha identificado un total de 89 genes relacionados con la probabilidad de desarrollar un ictus, de los que 61 tenían una implicación desconocida hasta ahora. Se trata de un avance muy significativo ya que permite predecir la posibilidad de padecer un accidente cerebrovascular y tomar medidas preventivas en aquellas personas que presentan un riesgo alto. Pero los hallazgos van más allá, puesto que gracias a esta información se pueden optimizar las terapias farmacológicas con principios activos que no se tenían en cuenta hasta ahora.
El estudio ha identificado un total de 89 genes relacionados con la probabilidad de desarrollar un ictus, de los que 61 tenían una implicación desconocida hasta ahora.
GWAS
Las conclusiones confirman la importancia de los procesos inflamatorios, la hipertensión arterial y los trastornos de coagulación y restan relevancia a aspectos que hasta ahora se creían esenciales como los niveles lipídicos en sangre. Esto abre la vía al reposicionamiento farmacológico, esto es, el uso de fármacos indicados para otras patologías y con los que podría estudiarse su efectividad en caso de ictus.
El estudio se ha realizado sobre el análisis de genoma completo, GWAS, de más de 110.000 pacientes que habían sufrido un ictus, además de 1,5 millones de personas sanas.
El estudio se ha realizado sobre el análisis de genoma completo, GWAS, de más de 110.000 pacientes que habían sufrido un ictus, además de 1,5 millones de personas sanas y, por primera vez, se han incluido muestras de diferentes etnias, puesto que todos los estudios realizados previamente se basaban en exclusiva en individuos caucásicos.