Los nuevos resultados demuestran que los tumores que no tienen la proteína C36 no evolucionan en metástasis.
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Un estudio del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) ha identificado las células de un tumor capaces de iniciar metástasis a través de la proteína C36, encargada de capturar e internalizar ácidos grasos. El estudio ha sido liderado por el investigador Salvador Aznar Benitah. Este trabajo ha demostrado que los tumores que no tienen C36 no desarrollan metástasis. Además bloquear la proteína reduce de forma significativa las metástasis ya establecidas.
"No lo hemos comprobado aún para todos los tumores, aunque proponemos que CD36 es un marcador general de células metastáticas, el primero del que yo tengo constancia que sea tan específico de metástasis".
Los investigadores analizaron muestras de pacientes con carcinomas orales con distinto grado de agresividad, proporcionadas por el Hospital Vall d’Hebron, en las cuales encontraron células metastáticas positivas. De los tumores analizados solo entre 50 y 100 células iniciarán el proceso de metástasis, lo que supone una cifra muy baja. También observaron que si se añade CD36 a tumores que no la provocan, se termina produciendo. Los investigadores también comprobaron que CD36 ejerce el mismo efecto en otros tipos de cáncer como el melanoma y el cáncer de mama luminal, al igual que en varios tipos de tumores como el carcinoma de ovario, de vejiga y de pulmón.
"Las grasas son necesarias para el organismo, pero la desmesura puede tener un impacto en la salud".
En este sentido Aznar ha declarado: "No lo hemos comprobado aún para todos los tumores, aunque proponemos que CD36 es un marcador general de células metastáticas, el primero del que yo tengo constancia que sea tan específico de metástasis". Para comprobar si una dieta rica en grasas podía afectar directamente a la metástasis realizaron un estudio con ratones. Dicha dieta tenía un 15% más del consumo normal de grasas, además inocularon un tipo de cáncer oral en los ratones, por el cual normalmente el 30% de los roedores desarrollaban metástasis. Con la dieta rica en grasas, el porcentaje de los ratones que desarrollaron metástasis fue del 80%. Los investigadores testaron también el efecto del ácido palmítico, muy usado en comida procesada, con el cual los tumores orales pasaban de un 50% a un 100% de frecuencia metastática. "Las grasas son necesarias para el organismo, pero la desmesura puede tener un impacto en la salud", ha sentenciado Aznar, tras comprobar que la metástasis dependía de CD36.