Si los procesos de digitalización ya estaban en la hoja de ruta de la mayoría de las organizaciones, desde la irrupción de la pandemia, la adopción de la tecnología se ha intensificado. Y, en el caso concreto de la tecnología aplicada al ámbito de la salud, este cambio ha sido todavía más intenso, con una gran inversión por parte de los proveedores sanitarios y entidades del sector para adaptarse a la nueva realidad y los pacientes del futuro, así como a situaciones inesperadas de emergencia sanitaria, como fue el caso de la COVID-19.

Además, debido al crecimiento de la telemedicina y la preocupación individual de los usuarios, que recurren a herramientas tecnológicas para llevar un control de su salud, han surgido multitud de ecosistemas y startups relacionadas con el bienestar, diagnóstico y tratamiento de enfermedades de forma digital.

"Este cambio ha sido todavía más intenso, con una gran inversión por parte de los proveedores sanitarios y entidades del sector para adaptarse a la nueva realidad y los pacientes del futuro".

Así pues, ha sido como el sector sanitario se ha convertido en uno de los segmentos de la actividad económica más atractivos para invertir e innovar ¿El mejor ejemplo de ello? El nacimiento y buena acogida de nuevas aplicaciones móviles para el cuidado de la salud, que van desde el control de peso y las visitas personales al médico, hasta el asesoramiento y acompañamiento de la salud mental, pasando por apps para el control de la diabetes y otros problemas cardiovasculares. Sin embargo, estas se enfrentan a dos grandes retos, por un lado, la publicación de evidencias científicas que avalen el uso de la propia aplicación móvil; por otro, el creciente y competitivo mercado en el que compiten y la necesidad de mantener un producto actualizado dentro de un marco regulatorio estricto como es el caso de los dispositivos médicos.

"Todos los procesos de transformación conllevan un numeroso conjunto de retos y, en el caso del sector de la salud, no es una excepción".

Todos los procesos de transformación conllevan un numeroso conjunto de retos y, en el caso del sector de la salud, no es una excepción. Al ya mencionado marco regulatorio que, además, no está diseñado para cubrir todas las necesidades de este tipo de soluciones digitales, se añade el alto coste de validar el propósito del producto y los ensayos clínicos para avalar científicamente su utilidad. En este sentido, la Unión Europea creó el programa EU4Health, que, entre otros objetivos, quiere dar respuesta a la transformación digital del sector salud.

"La Unión Europea creó el programa EU4Health, que, entre otros objetivos, quiere dar respuesta a la transformación digital del sector salud".

Otro de los grandes retos al que se enfrenta esta transformación es el de garantizar la protección de datos de los pacientes y usuarios. Es importante recalcar que las legislaciones y regulaciones vigentes garantizan la confidencialidad. En este sentido, el papel que juega la ciberseguridad es muy relevante para asegurar el éxito de los proyectos.

Generar un ecosistema que fomente la colaboración entre los diferentes agentes del sector, incluyendo las grandes compañías, las startups, hospitales, laboratorios e incluso, los pacientes, puede marcar una gran diferencia que garantice el éxito de estas soluciones digitales del futuro.

"Es importante recalcar que las legislaciones y regulaciones vigentes garantizan la confidencialidad".

Desde ERNI estamos muy comprometidos con este ecosistema colaborando estrechamente con todo tipo de empresas emergentes que acaban de iniciar su andadura en el camino de la salud digital para ayudarles a llevar a cabo un análisis de soluciones tecnológicas disponibles que mejor cubren sus necesidades e identificar los posibles retos y soluciones a los que deberán enfrentarse además de conectarles con los interlocutores más relevantes para desarrollar su producto.

"El papel que juega la ciberseguridad es muy relevante para asegurar el éxito de los proyectos".

En definitiva, nos encontramos ante un entorno de alta complejidad, estrictamente regulado y que requiere del máximo nivel de calidad; las soluciones digitales pueden tardar años en ponerse en circulación y llegar a tener un impacto real en las personas. Es necesario, por lo tanto, apostar por la innovación en la salud digital, anticiparse a los posibles impedimentos y fomentar la colaboración entre las empresas y startups con el objetivo de generar un impacto positivo para la sociedad.