Estos días hemos conocido que las personas con cáncer de tiroides tendremos a nuestra disposición una nueva alternativa terapéutica, la terapia dirigida al gen RET, una mutación que se produce en el cáncer de tiroides medular y papilar. Este nuevo e innovador tratamiento es el resultado de años de investigación y abre una puerta a la esperanza a un grupo de pacientes con cáncer de tiroides que hasta el momento no tenían tratamiento para su enfermedad.

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia del cáncer de tiroides se sitúa alrededor de los 5.000 nuevos casos al año. Es un tipo de cáncer frecuente, principalmente en mujeres jóvenes, y con más de un 95% de tasa de superevivencia. A pesar el “buen pronóstico”, existen algunos casos complejos difíciles de tratar. Afortunadamente, la investigación ha avanzado también para ese pequeño grupo de pacientes con las terapias dirigidas. Es lo que los expertos llaman medicina de precisión. En cáncer de tiroides hasta el momento no teníamos ningún tratamiento dirigido, esto suponía que algunas personas, ante el avance de su enfermedad, solo podían optar a cuidados paliativos, por la falta de líneas terapéuticas.

"En cáncer de tiroides hasta el momento no teníamos ningún tratamiento dirigido, esto suponía que algunas personas, ante el avance de su enfermedad, solo podían optar a cuidados paliativos, por la falta de líneas terapéuticas".

El desarrollo de la investigación en cáncer hace posible que se pueda optar a ensayos clínicos de nuevas moléculas con resultados prometedores. Hablamos de pacientes que estabilizan sus metástasis, sin efectos secundarios graves. En otros casos mejoran la calidad de vida, aunque no puedan curar o detener la enfermedad. Gracias al diagnóstico genético, otros pacientes optan a una terapia dirigida como esta, dejando atrás el tener que probar líneas de tratamiento que suelen ser fallidas, perdiendo calidad de vida y confianza en su equipo y que afectan negativamente en su salud emocional y la de su entorno.

"Los datos de la investigación pueden ayudar a otros tipos de tumores, abren nuevas líneas y dan la posibilidad de conocer mejor la enfermedad".

La investigación nos ayuda a avanzar. Hemos sido conscientes de ello durante la pandemia, gracias a la investigación previa, tuvimos una vacuna en meses. Los datos de la investigación pueden ayudar a otros tipos de tumores, abren nuevas líneas y dan la posibilidad de conocer mejor la enfermedad. Hasta ahora, en tiroides, solo contábamos con fármacos para determinados pacientes, y no para todos los tipos, pero gracias al conocimiento de la enfermedad a nivel patológico y genético hoy en día tenemos una terapia diana. En cáncer de tiroides es algo novedoso, es el primero y confiamos en que haya muchos más, para otros tipos de cáncer, como el de pulmón, son terapias que amplían su arsenal terapéutico.

"Hasta ahora, en tiroides, solo contábamos con fármacos para determinados pacientes, y no para todos los tipos, pero gracias al conocimiento de la enfermedad a nivel patológico y genético hoy en día tenemos una terapia diana".

La inversión en investigación de este tipo además permite ahorrar costes al sistema, porque un paciente con un tratamiento innovador, sin toxicidad, puede volver a trabajar y a aportar. Los pacientes que no pueden optar a ello son pacientes que no pueden llevar una vida laboral y que dependen del sistema. Debemos ver el gasto en estas terapias como una inversión en vida.

"Somos conscientes que muchos de estos tratamientos tienen un alto coste para el Sistema, pero cualquier persona, sea cual sea su enfermedad, debería poder tener acceso al mejor tratamiento posible".

Cuando se habla de estas nuevas terapias, las autoridades sanitarias se preocupan de su financiación. Sabemos que la evaluación económica de los tratamientos es determinante para su financiación. Una vez se desarrolla un fármaco debe de pasar por un trámite de aprobación y después un proceso para su financiación por el Sistema Nacional de Salud. Somos conscientes que muchos de estos tratamientos tienen un alto coste para el Sistema, pero cualquier persona, sea cual sea su enfermedad, debería poder tener acceso al mejor tratamiento posible. En enfermedades que causan la muerte, ese acceso puede determinar su supervivencia, por lo que limitar dicho acceso a cuestiones económicas no puede ser un argumento aceptable para alguien que si no le abres la puerta al tratamiento morirá.

 "Espero la financiación de nuevas terapias y tratamientos innovadores y que el alto coste o el código postal no determinen si te puedes tratar".

Esa evaluación, ese informe de posicionamiento terapéutico, debería tener en cuenta además de la farmacología, eficacia, seguridad, beneficio clínico y precio, el valor humano y los resultados en salud. ¿Se puede medir la esperanza?, ¿podemos medir las ganas de vivir? ¿Qué valor tiene que un paciente pueda retomar su puesto de trabajo y su vida social, gracias a una medicación?, ¿debemos dejar sin tratamiento a personas solo por el alto coste de su tratamiento?, ¿estamos dando a entender que la salud, actualmente, solo tiene un valor económico? Si se tuvieran en cuenta estas cosas quizá no habría dudas de por qué hay que financiar estos tratamientos y que deberíamos buscar la manera entre todos los agentes, de hacerlo sostenible para nuestro sistema.

"Quiero creer que los pacientes de cáncer de tiroides que lo necesiten algún día podamos tener acceso universal, con equidad y rápidamente al diagnóstico genético".

Quiero creer que los pacientes de cáncer de tiroides que lo necesiten algún día podamos tener acceso universal, con equidad y rápidamente al diagnóstico genético. A que los casos más complejos puedan ser tratados en centros de referencia y que los pacientes no tengan que estar dando vueltas o resolviendo trámites administrativos interminables para ello. Espero la financiación de nuevas terapias y tratamientos innovadores y que el alto coste o el código postal no determinen si te puedes tratar.

"Confío en que se va a seguir investigando para dar opciones para mis compañeros de tumores más letales y muy poco prevalentes".

Confío en que se va a seguir investigando para dar opciones para mis compañeros de tumores más letales y muy poco prevalentes. Y espero que se conozca esta patología, que cada año sumará más casos y que detectada y tratada a tiempo, tiene un muy buen pronóstico de vida. Sueño a lo grande, porque hace años ansiaba una terapia como esta, y ya está aquí para nosotros. La investigación da vida.