Nos encontramos en la fase final de una nueva convocatoria de plazas de formación sanitaria especializada para la titulación universitaria de grado de Medicina (Médicos Internos Residentes, MIR) y, como es habitual, todas las especialidades estamos analizando cómo hemos quedado en el “ranking de selección” de los futuros especialistas médicos. En el caso de la especialidad de Endocrinología y Nutrición, existe la sensación de que estamos perdiendo atractivo en ese escaparate en el que todos intentamos mostrar nuestras fortalezas para atraer el mayor talento posible a nuestros servicios.

Ya en el año 2019, un grupo de endocrinólogos publicó un artículo en la revista Endocrinología, Diabetes y Nutrición, titulado ¿Quo vadis, Endocrinología y Nutrición?, en el que se concluyó que “hay un deterioro evidente del número de elección de nuestra especialidad que no es tan marcado en el resto de ramas médicas relacionadas”, en base a que “el número medio de elección había ido aumentando progresivamente hasta llegar el último año al número 2336…”.

"Existe la sensación de que estamos perdiendo atractivo en ese escaparate en el que todos intentamos mostrar nuestras fortalezas para atraer el mayor talento posible a nuestros servicios".

Más recientemente (2023), y en la misma revista, otro grupo de endocrinólogos ha analizado la tendencia entre los años 2001-2022, utilizando unos nuevos parámetros de valoración, (índice de cotización y orden de cotización) que objetivan la relación entre la oferta y la demanda de plazas de una determinada especialidad médica en una convocatoria MIR.

“La especialidad de Endocrinología y Nutrición presenta una evolución negativa en la elección MIR, objetivada a través del índice de cotización y del orden de cotización".

Pues bien, la conclusión es que “la especialidad de Endocrinología y Nutrición presenta una evolución negativa en la elección MIR, objetivada a través del índice de cotización y del orden de cotización, tanto con relación al conjunto de especialidades ofertadas como con relación al conjunto de especialidades de área médica, aunque sigue estando entre las especialidades de área médica más cotizadas.” Así pues, parecen confirmarse esas sensaciones negativas, aunque algunos optimistas, entre los que me incluyo, nos quedamos con que nuestra especialidad sigue estando entre las especialidades médicas más atractivas.

"Parecen confirmarse esas sensaciones negativas, aunque algunos optimistas, entre los que me incluyo, nos quedamos con que nuestra especialidad sigue estando entre las especialidades médicas más atractivas".

Una vez analizada la situación y obtenidos los resultados, lo lógico es preguntarse por qué. Este aspecto también ha sido analizado en diferentes momentos en los últimos años, y ya en 2019, utilizando una encuesta realizada a 108 MIR de Endocrinología y Nutrición, se valoraba como más positivo “que la especialidad fuera tranquila” y como más negativo, “la escasez de técnicas”. Disponemos de un nuevo análisis, publicado en 2023, procedente de un estudio descriptivo transversal mediante un cuestionario anónimo y no validado que fue enviado a los estudiantes de una de las principales empresas dedicadas a la preparación del examen MIR (Grupo CTO-Medicina), con 2252 respuestas obtenidas en febrero de 2021, la mayoría de candidatos que estaban preparando el examen de MIR de ese mismo año. ¿Y cuáles fueron sus respuestas? Pues en relación a los aspectos más positivos de la especialidad, respondieron que “sus bases fisiopatológicas lógicas (54%) y que el trabajo es dinámico y variado (27%)”, mientras que en los aspectos menos atractivos de nuevo apareció “la escasez de técnicas intervencionistas”.

"Tenemos identificado el problema más importante de nuestra especialidad y, en ese sentido, de nuevo desde una interpretación optimista, creo que podemos conseguir que se tenga una visión diferente dentro de las próximas generaciones de MIR".

Parece, por tanto, que tenemos identificado el problema más importante de nuestra especialidad (escasez de técnicas) y, en ese sentido, de nuevo desde una interpretación optimista, creo que podemos conseguir que se tenga una visión diferente dentro de las próximas generaciones de MIR, puesto que la incorporación de la tecnología a nuestra especialidad es ya una realidad. Disponemos de monitorización continua de glucosa en todas las personas con diabetes tipo 1, y se están incorporando muchas personas con diabetes tipo 2 en tratamiento con múltiples dosis de insulina, son cada vez más habituales los sistemas de asa cerrada en el tratamiento de la diabetes tipo 1, nuestros especialistas están ya liderando la ecografía tiroidea, y en algunos centros la punción-aspiración con aguja fina de nódulos tiroideos, es una realidad la valoración morfofuncional, tanto en desnutrición como también ya en obesidad, y también hay grupos emergentes que han incorporado la elastografía hepática en el estudio de la enfermedad hepática metabólica, sin perder de vista la opción de la ecografía (shear wave) en esta enfermedad.

"Disponemos de monitorización continua de glucosa en todas las personas con diabetes tipo 1, y se están incorporando muchas personas con diabetes tipo 2 en tratamiento con múltiples dosis de insulina".

Creo firmemente que todas estas incorporaciones técnicas enriquecen la aportación que los especialistas en Endocrinología y Nutrición ya hacemos habitualmente a nuestros pacientes, con esa aproximación fisiopatológica, científica y concienzuda, y que ahora podemos complementar con una información técnica realmente interesante, por supuesto para los pacientes, pero también para los propios especialistas. Los próximos años nos lo dirán.