La invasión de Ucrania ha supuesto un problema de abastecimiento de medicinas, porque no han sido los alimentos los únicos productos afectados por esta situación.

Inmediatamente tras ver esta situación todo el mundo se volcó con Ucrania intentando ayudar en lo que fuera posible, ya acogiendo en sus casas a refugiados, ya acudiendo a la frontera de Polonia para colaborar. Aunque lo más habitual ha sido la recolección de productos que necesitaban y enviarlos a Ucrania. Entre estos productos se encuentran las medicinas.

De repente, empezó a venir gente a la farmacia a pedir medicinas de todo tipo. Lo más destacado eran vendas, alcohol, agua oxigenada, antisépticos, paracetamol… cosas de botiquín que se pueden vender sin prescripción médica y por lo tanto fáciles de conseguir. Fue tal la demanda que muchas farmacias tuvimos que hacer reposición de dichos productos porque no teníamos suficiente stock.

Fue tal la demanda que muchas farmacias tuvimos que hacer reposición de dichos productos porque no teníamos suficiente stock.

Por otro lado, había otras personas que te pedían cosas un poco más complicadas. Comenzó a circular una lista por whatsApp con productos como adrenalinas, hemostáticos, anestésicos… medicamentos que sí necesitan prescripción médica y que, por lo tanto, por mucho que quisiéramos ayudar no podíamos hacerlo. Incluso había productos de uso hospitalario, medicamentos intravenosos que, de la misma manera que pasaba con los anteriores, era imposible que pudiéramos proporcionar.

Ante esta situación, nos pusimos en contacto con el vocal del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid para ver si nos podían dar alguna solución y así poder ayudar de alguna manera. Lamentablemente nos dijeron lo que ya sabíamos, que, para dispensar cualquier medicamento, sea cual sea el fin para el que se destine, teníamos que pedir la correspondiente receta, si así lo requería dicha medicación. Independientemente de eso, nos dijeron que se pondrían en contacto con alguna ONG para ver cómo podíamos ayudar.

"Los almacenes y cooperativas que nos surten de medicamentos a diario también querían ayudar, así que se pusieron en contacto con alguna ONG gracias a la cual se podían enviar medicamentos".

Por otro lado, los almacenes y cooperativas que nos surten de medicamentos a diario también querían ayudar, así que se pusieron en contacto con alguna ONG gracias a la cual se podían enviar medicamentos y material sanitario para atender a la población ucraniana.

De esta manera, cuando venían a pedirnos medicamentos que no podíamos dar sin receta ya les podíamos decir que no se preocuparan, que sí que se les iban a hacer llegar este tipo de ayudas por otras vías.

"Crearon lo que llamaron Banco de Medicamentos, al que los laboratorios y otros donantes se podían adscribir".

Al final era la mejor forma, porque las ONGs se encargaban de enviar cosas al lugar que se necesitaba y que de verdad necesitaban. Crearon lo que llamaron Banco de Medicamentos, al que los laboratorios y otros donantes se podían adscribir. Las donaciones deben respetar siempre las necesidades del país receptor. No podemos enviar lo que queremos, sino lo que se requiere. Además, el medicamento tiene que estar autorizado en el país receptor para su uso clínico y figurar en la lista nacional de medicamentos esenciales.

Hay que tener en cuenta que los medicamentos no se pueden enviar así como así, los envíos de medicamentos deben cumplir con la reglamentación internacional de transporte de mercancías y tienen que ir acompañados de la correspondiente autorización de exportación emitida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).

"Hemos notado que la solidaridad por parte de todo el mundo es enorme".

Con todo esto hemos notado que la solidaridad por parte de todo el mundo es enorme, todos quieren ayudar, pero hay que hacerlo de la forma correcta.

Según iba avanzando el conflicto y se empezaban a oír rumores de una amenaza con una bomba nuclear también se notó un aumento notable en la demanda de yodo. Para quien no lo sepa cuando se produce una explosión nuclear o una fuga de radiación en una central nuclear, se produce la liberación de yodo radiactivo y puede producir un tumor en la glándula tiroidea. Y entonces, ¿para qué tomar yodo? La glándula tiroides tiene en su interior un almacén para guardar yodo, normalmente suele almacenar el yodo estable que proviene de nuestra alimentación o en su defecto de un complemento alimenticio que lo contenga.

"Según iba avanzando el conflicto y se empezaban a oír rumores de una amenaza con una bomba nuclear también se notó un aumento notable en la demanda de yodo".

El problema viene cuando a nuestro organismo llega este yodo radiactivo: las reservas de la glándula están llenas, este yodo prácticamente no será absorbido y será excretado con la orina. En cambio, si los niveles de la reserva de yodo son bajos, se producirá lo contrario.

Y por este motivo muchas personas han venido a la farmacia queriendo comprar cajas de yodo, lo que no saben es que el yodo que tenemos en las farmacias no valdría para este fin. Para evitar la contaminación con yodo radiactivo, la cantidad de yodo estable que tienes que tomar son enormes, aproximadamente son 130 miligramos, mientras que la medicación que tenemos en la farmacia contiene 100-200 microgramos. Es decir, tendríamos que tomarnos muchísimos comprimidos para llegar a esa dosis necesaria.

Muchas personas han venido a la farmacia queriendo comprar cajas de yodo, lo que no saben es que el yodo que tenemos en las farmacias no valdría para este fin.

Además, hay que tomarlas en el momento adecuado, tendría que ser como mucho 24 horas antes de la exposición, una vez pasadas esas 24 horas ya no tendría ningún efecto.

En caso de que hubiera una catástrofe nuclear, serían las autoridades encargadas de ello las que lo distribuirían, y no las farmacias.